Columnas

Thursday, April 30, 2015

Concepto Revolución a 15 años


#FidelCastro primero de mayo del 2000


Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu

“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos…; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio…; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas…, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.
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Como una síntesis  de las principales líneas que sostienen el significado de la Obra de 1959 para Cuba y el mundo, resulta el último concepto de Fidel de Revolución, dado el Primero de Mayo del 2000, hace 15 años, en él se resumen dos siglos de práctica revolucionaria, primero contra el colonialismo español, luego contra el imperialismo yanqui y en más de 50 años con el pueblo en el poder.

Entre todos los enunciados de la definición, el primero generaliza, porque sin tener en cuenta el momento es imposible concebir la estrategia.  Cada etapa tuvo sus objetivos, los de hoy, por supuesto, no son los mismos que nos propusimos en 1959, cuando la Revolución triunfante se enfrentó a la compleja situación del país: hambre, miseria, analfabetismo, incultura, prostitución y las arcas vacías: robadas y llevadas a Estados Unidos.
Resulta imposible conceptualizar, ahora, a la Revolución cubana, como lo hicimos en un inicio. Hoy, por supuesto, la definición se torna  difícil por los factores incidentes,  tanto externos como internos.
En el 2000 Cuba estaba de lleno en la recuperación del niño Elián,  secuestrado de manera injusta y arbitraria en el Imperio y que meses después regresaría a su Patria.
Fidel dijo en esa ocasión: “Estamos viviendo días de intensa y trascendental lucha. Cinco meses llevamos batallando sin tregua. Millones de compatriotas, todos casi sin excepción, han participado en ella. Nuestras armas han sido la conciencia y las ideas que ha sembrado la Revolución a lo largo de más de cuatro décadas.”
En el 2015, década y media transcurrida, la situación de Cuba es otra. Los principales retos están concentrados en la esfera económica.  El último Congreso del Partido y su Conferencia Nacional puso sobre la mesa la urgencia de rectificar nuestro Modelo Económico, como base de un necesario desarrollo social que incluye las mejoras de la calidad de vida del pueblo y se traduzca en ese Socialismo próspero y sostenible.
  Es por eso que debemos buscar por todos los medios las respuesta eficiente a todos aquellos nudos que traban las potencialidades y la creatividad de la sociedad cubana, y a la vez dirigir su encausamiento a tono con el propósito de preservar el progreso material y cultural de la nación, creando las bases para un nuevo modo socialista de trabajar y de convivir.  Ellos representan el principal instrumento de trabajo para la recuperación y desarrollo ulterior del país.
En congruencia con tales propósitos están la racionalidad y el ahorro como premisas indispensables.  No es posible consumir más de lo que se produce, como tampoco gastar más de lo que se ingresa y es preciso ahorrar para invertir en el desarrollo.
 El reconocimiento de que la principal fuente de financiamiento para el desarrollo del país es el ahorro, se sustenta en aquella expresión formulada por Fidel en la década de 1960: “Solo tendremos lo que seamos capaces de producir”.
Y ahí radica la cuestión. Sin productividad se van abajo todos los pronósticos, porque incide hasta en los salarios y en la fórmula socialista “de cada cual su trabajo, a cada cual según sus capacidades”, tan necesaria en estos momentos para lograr equiparar esfuerzos y resultados.
De manera que  quien más trabaja más salario debe cobrar y viceversa; al igual sucede en cuestiones de calidad: mayor ganancia a labores mejor hechas. Si la gente sabe que los churros entregados le van al bolsillo, se abstendrán de hacer chapucerías.
Eso es  repartir con más justicia, ganar cualitativamente y estimular las fuerzas productivas.
DOCENCIA Y EL CONCEPTO REVOLUCIÓN




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