#GallegoFernandez fiel soldado de su pueblo |
Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
El gallego y Asela es una
historia de amor y fidelidad a los principios, porque no podría calificarse de
otro modo la vida de esta pareja muy vinculada a la defensa de la Revolución
Cubana, desde sus inicios.
La confianza, apoyo y la compenetración de
ambos caracterizan este matrimonio,
desde el primero de mayo de 1969 y, del cual, nacieron tres hijos y
cuatro nietos.
En un acto de la FMC comienza
el amor, después coincidieron en la Dirección Política de las FAR, en la sección
de enseñanza. Tremenda bronca la de ambos en defensa de los intereses de los
alumnos, con el propósito de enseñar más.
Para el Gallego la misión fundamental era la preparación combativa,
mientras Asela defiende las prioridades para aprender a leer y escribir. Aquellos
conflictos lógicos de un país en revolución
terminaron en boda, con los padrinos: Raúl Castro y Vilma Espín.
El Gallego es Héroe de la República de Cuba y general de
división (r), mientras su esposa, Heroína del Trabajo y capitana® de las FAR. Fernández
dirige la Escuela de Cadetes de Managua, fundador de la Escuela de Responsables de Milicias de Matanzas, así como
director y creador de las Escuelas de Batallones de milicias.
Estuvo en los Sistemas de Preparación Combativa y de
todas las Escuelas de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias creadas desde
los años 1960-61, lo cual comprende entre otras, Escuela de Batallones,
Escuelas de Cadetes, Escuela de Tanques, Escuela Militar "Camilo
Cienfuegos", hasta incluso, la Escuela Básica Superior que después se
trasforma en la Academia
de las FAR, de ahí su
decisiva participación, junto a Fidel, para derrotar, en menos de 72 horas, el
ataque mercenario por Playa Girón.
De toda la
amplia trayectoria revolucionaria de José Ramón, el periodo de 1972 hasta 1978
y de 1980 hasta el 90, cuando ocupa el cargo de Ministro de Educación, es el
tiempo que más lo acerca a la actual
provincia de Holguín.
Desde los primeros años de la década del 70
comienza aquí la modalidad de escuelas en el campo: las secundarias Bartolomé
Massó, Mariana Grajales y el primer preuniversitario José Ramón Martínez surgen entre los planteles primigenios del llamado Plan San Andrés, en el municipio
de Calixto García.
Trasciende como
un cambio significativo la introducción del estudio y el trabajo en la
educación en Cuba. Entre los motivos de esa experiencia estuvo la absorción de la población rural y semi-rural sin escuelas, los alumnos llegaban a sexto grado sin
continuidad para la enseñanza secundaria, por lo tanto no solo fue la docencia combinada
con el trabajo, sino el inicio de un régimen de vida amplio y formativo.
En ese tiempo surgen, en la provincia,
la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, como cantera de jefes y oficiales de las
FAR y el 4 de noviembre de 1968 emprende
un claustro de 12 educadores, raíz de la Universidad de Ciencias
Pedagógicas “José de la Luz y Caballero”. Esa prestigiosa institución recibe en 1976
la condición de Instituto Superior
Pedagógico y diez años después el nombre del ilustre pedagogo José de la Luz y Caballero.
Nacen la filial
universitaria de Holguín (4 de agosto de 1973) y asciende en instituto superior
Oscar Lucero Moya, después Universidad de Holguín; la escuela de Iniciación Deportiva, Pedro Díaz Coello (5 de
septiembre de 1976), institución encargada de seleccionar y preparar a niños, adolescentes y jóvenes en diversas disciplinas
deportivas.
Allí iniciaron su formación deportiva varios
atletas como la primera Campeona Olímpica de esta provincia,
la judoca Odalys
Revé Jiménez y su
compañera Legna
Verdecia Rodríguez,
titular olímpica y del orbe, considerada la Mejor Deportista de este territorio
del pasado Siglo.
De esa época es el
IPVCE José Martí (1 de septiembre de 1977), desde donde Fidel inaugura para el
país el curso escolar 1977-78 en medio de un fuerte aguacero, entregaba a las
nuevas generaciones una de las obras educacionales de mayores capacidades en el
oriente cubano.
Se incluyen
entre los grandes logros en este período facilitar que todo el personal docente
tuviera el nivel superior, la batalla
por el sexto y el noveno grados para la población adulta y la consolidación de
la Enseñanza Técnica y Profesional.
A partir de los años 80 crece la
formación posgraduada, la investigación pedagógica y sicológica, que permite consolidar
el proyecto del perfeccionamiento constante del sistema nacional de educación.
Son ideas del Gallego, también, que la educación responde a su tiempo , se
impone adaptarse a las nuevas condiciones y seguir cumpliendo con el legado de
Fidel y de Martí, para que nuestra escuela siga teniendo sus raíces en la
pedagogía cubana, como el centro más importante de cada comunidad.
Manifiesta Fernández un
agradecimiento eterno por lo que le permitieron hacer y dice: “Esperamos que
las nuevas generaciones lo comprendan, respeten la historia y la tradición de
lucha de nuestro pueblo y también las raíces pedagógicas que están en lo más
profundo de la Revolución Cubana”.
No pudiera escribirse la trayectoria de la
educación en Cuba, después de 1959, sin la activa presencia del Gallego y
Asela, otro de sus grandes amores.
A raíz de su fallecimiento, a los 95 años, de
este digno y fiel hijo de la Patrian, de absoluta confianza de Fidel, Raúl y el
respeto de su pueblo., que cariñosamente lo nombro como
El Gallego, sin ser de Galicia, recordamos este trabajo publicado en la revista
del Gobierno en Holguín, en el Primer Semestre del 2018.
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