Columnas

Monday, April 30, 2012


El hombre como eslabón primario

 Rodobaldo Martínez Pérez
En el argot de los sastres se dice: Hacer un traje a la medida y ese ha sido el principal mérito del proceso de balance del trabajo del Partido en los municipios holguineros, que concluyó en esta provincia el sábado 21, con el propósito de implementar, en la base, los  lineamientos y objetivos del IV Congreso y la Conferencia Nacional.
No solo se ha logrado el dominio de tales pautas rectoras, sino   llegar al cómo hacer de acuerdo con las características de cada lugar y eso significa acortar la distancia entre pronósticos y realidades en cuanto a la actualización del nuevo modelo económico y social cubano.
Mucho ha tenido que ver no solo la voluntad de  emprender, sino la comprensión ante distintos caminos y tantas modificaciones,  y aquí cabe una insoslayable fórmula: el socorrido cambio de mentalidad.
Diferentes visiones para apreciar, desiguales maneras de actuar, disímiles formas para llegar a los resultados resume un definitorio concepto implícito en la frase de Raúl Castro: "O rectificamos o nos hundimos y hundiremos el esfuerzo de generaciones enteras".
En todas las asambleas efectuadas analizaron críticamente los problemas entorpecedores de la marcha,  pero predomina la búsqueda de las mejores vías para encauzar las transformaciones económicas y sociales emprendidas y eso habla de utilidad.
Se trata que las conducciones se han hecho sobre la base de una nueva concepción de entender cómo responder desde lo individual y colectivo a cumplir con la responsabilidad asignada, es decir el proclamado cambio de pensamiento en la relación sujeto- sociedad,  con una cultura profesional altamente exigente con los roles asignados a cada quien.
Ese cambio de actuación, que nos permita eliminar la inercia o dejar de convivir con un problema en espera que otro venga a resolverlo,  sustituye conceptos tradicionales, incongruentes con la responsabilidad de hacer acorde a la demanda de la Cuba de hoy.
 La transformación se torna absolutamente imprescindible,  para  encarar estos tiempos que son de trabajar duro, porque lograr aportes concretos en la tarea de cada uno y  con elevada competencia depende de la capacidad individual con que se enfrenten.
 Varias veces se ha reconocido que no resulta fácil dar una media vuelta,  volverse otro y seguir como si no fueras tu mismo, pero no puede aspirarse a algo distinto haciendo lo mismo. El hábito de dejar de hacer sin que nada pase es incompatible con las aspiraciones de desarrollar un país con nuestras propias fuerzas y recursos.
La sostenibilidad económica y social que persigue la Actualización del Modelo Económico Cubano, con el propósito de un desarrollo armónico que se consolide en los  eslabones primarios de la sociedad, requiere que el cubano trabaje bien durante su jornada laboral, con óptimo aprovechamiento  sin gastos  innecesarios y despilfarro.
Cómo se  aprecia el quehacer individual es preponderante y poco sirve un individuo sin capacidad productora.
 La sociedad cubana en cualquiera de sus regiones,  observada recientemente en sus 14  municipios, tiene su principal riqueza en el capital humano formado por la propia Revolución. El perfeccionamiento de la sociedad cubana parte del hombre como eslabón primario.
No se logra, sino es un  actuar con disciplina, en un ambiente de orden, donde lo normal,  si es una entidad de servicio, es  una prestación con eficacia y si es productiva un cumplimiento con calidad y  sin pérdida.

Los designados al frente de los colectivos tienen doble misión: Velar por ellos, por  sus trabajadores y consolidar un binomio con iguales intereses a partir de esas fuerzas. Si el jefe no guía, se mal utilizan las potencialidades y comienzan los incumplimientos.
 La cultura que urge consolidarse comienza por interiorizar que cada día se debe ir al trabajo  para generar resultados  positivos.
El Partido Comunista de Cuba (PCC)  en estas reuniones busca  la transformación  que consolide  un nuevo hacer, a partir del denominado  "cambio de mentalidad",  lo cual nos alejaría, definitivamente, de  "métodos burocráticos",  los "dogmas y criterios obsoletos" que frenan el avance de Modelo Económico Cubano, al entorpecer la implementación de los 313 lineamientos aprobados por el VI Congreso y los 100 Objetivos de la Primera Conferencia Nacional del Partido.
El hacer nuevo con el pensar viejo son polos encontrados que generan el inmovilismo, son las barreras sicológicas freno a lo propuesto  y lo que daría al traste con la actualización del Modelo económico cubano. En eso debíamos meditar, porque su lectura más trascendental sería no poder preservar lo que tanto debemos cuidar.