Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Desde el propio 1959 la prensa acompaña a la
Revolución con el reto mayor de reflejar, en cada espacio, los intríngulis de
una obra inédita en este contexto, el cambio radical, que representa abrazar
otro sistema y la exigencia de un
discurso posible, sin estridencia y falsos triunfalismos.
Acompañar los sucesos de Enero es cada vez más
difícil, porque vivimos momentos muy complejos tanto en el orden internacional,
la peligrosa guerra de pensamiento, definida entre lo cierto y lo falso, así
como la complicada realidad nacional.
Fidel lo previó: “Nosotros estamos seguros de que
nuestra prensa y nuestro periodismo, al igual que la Revolución, tendrán, en el
futuro, un gran porvenir y que el trabajo de nuestra prensa revolucionaria será,
cada vez, más importante, más decisivo, en la medida en que nuestro pueblo será
—como decíamos— cada vez más exigente”.