Columnas

Thursday, January 26, 2023

José Martí: Yo solo sé de amor

Por Hilda Pupo Salazar

hilda@ahora.cip.cu

Amor cuerdo no es amor… Por el amor se veYo solo sé de amor…” defiende José Martí Pérez y que mejor hoy, en el aniversario 170 de su natalicio, que amarnos todos los cubanos, cada vez más.

El cultivador de “una rosa blanca” defiende, decididamente, la amistad, lealtad y honestidad y, al dar “su mano franca…” refuerza siempre  la sinceridad y fidelidad.

Otros de los valores morales en la ética Martiana son: patriotismo, humanismo, solidaridad,  responsabilidad, independencia, soberanía y justicia social, 

En su obra, la Edad de Oro, sobresale la definición de la creación con ciencia y conciencia para lograr hombres y mujeres trabajadores, por eso aconseja, desde la niñez,  cultivar la preparación para saber andar y ser fuerte…

De ahí su sentencia: … el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso… pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga o cuando lleva del brazo a su hermana para que nadie se la ofenda…”

Siempre quiso “dar al hombre las llaves del mundo, que son la independencia y el amor…” desde la educación y se define como: “…  un hombre sincero, de donde crece la palma, y antes de morirme quiero echar mis versos del alma”.

Supo “los nombres extraños de las yerbas y las flores y de mortales engaños, y de sublimes dolores; yo vengo de todas partes, hacia todas partes voy: arte soy entre las artes, en los montes, monte soy...”

Aboga por la expansión y la interrelación entre culturas diferentes por el conocimiento, la apertura al estudio del pensamiento de otras civilizaciones, como  tarea imprescindible  para la creación de la propia cultura.

Su  poesía desde sus emociones y vivencias, expone con fuerza su amor por la Patria, sus familiares y la naturaleza, así como la posibilidad de comunicación con los suyos. Que fuerza tiene cuando dice: “Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: La niña de Guatemala… Dicen que murió de frío: Yo sé que murió de amor...”

El Apóstol de Cuba supo que: “Es llorar y ser el llanto…” y dijo que  vio “a un hombre con el puñal al costado, sin decir jamás el nombre de aquella que lo ha matado… he visto en la noche oscura llover sobre mi cabeza, los rayos de lumbre pura, de la divina belleza; alas nacer vi en los hombros de las mujeres hermosas: y salir de los escombros, volando las mariposas.”

Es su definición: “Yo solo sé de amor” puede validarse en cualquiera de estas frases o de muchas otras: “Rápida, como un reflejo, dos veces vi el alma, dos: cuando murió el pobre viejo, cuando ella me dijo adiós. Temblé una vez —en la reja, a la entrada de la viña, —cuando la bárbara abeja picó en la frente a mi niña... Gocé una vez, de tal suerte que gocé cual nunca: cuando la sentencia de mi muerte leyó el alcalde llorando…Oigo un suspiro, a través de las tierras y la mar, y no es un suspiro, es que mi hijo va a despertar…”.

En nuestra amada Cuba cada vez más debemos adherirnos a su máxima: “Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad.”

 

 

 

No comments:

Post a Comment