HOLGUIN AHORA

 

En ¡ahora!:

 Atrapada la historia de los holguineros

Rodobaldo Martínez Pérez

rodobaldo@ahora.cip.cu

¡Ahora! en sus 60 años siempre al servicio de sus audiencias, en sus primeros 30 como diario y luego semanario.

Desde su nacimiento, el lunes 19 de noviembre de 1962, es un orientador por excelencia y responde, a plenitud, a la exigencia político-ideológica y su alta responsabilidad, aquí,  como órgano del Partido Comunista de Cuba.  En sus páginas está atrapada la historia de los holguineros.

Siempre imagino, aquel lunes  19 de noviembre de 1962,  como un día  de  demasiada excitación, de ese desorden

propio de las normas habituales del oficio que paría tantas letras de molde juntas, sin calmas para esperar, ni  la más mínima justificación por salir,  envueltas en tintas con un nuevo nombre: ¡ahora! y más sin estar presente su primer director, Eddy Machín Rodríguez, lamentablemente ya fallecido.   

Los habitantes, casi medio millón, de la antigua región Holguín-Gibara, supieron de un concurso para el nombre de su nuevo periódico.

Nos identificamos, desde entonces, con  un adverbio de tiempo, retador de agilidad y frescura. Fue escogido el 16 de noviembre de 1962,  de unas 100 propuestas, perteneciente del doctor en pedagogía José Isidoro Zúñiga Pérez.

Una palabra muy periodística que, además, recuerda el nombre del periódico en que escribió Pablo de la Torriente Brau sus crónicas de combate, evocando por ello viejas batallas por la felicidad de nuestro pueblo, por la Revolución y el Socialismo.

Desde entonces es una fiesta hacer cada edición, al desnudar la cotidianidad de la vida tan agitada de una redacción, de las constantes bromas, una especial familiaridad,  de las locuras constantes para honrar la palabra y cumplir con ese legado martiano de que: “El periódico es una espada y su empuñadura la razón”.

 

Así crece ¡ahora!, con el orgullo de ser sucesor el periódico guerrillero Surco, fundado por Raúl Castro, en el Segundo Frente Oriental, a la sombra de excelentes colegas, de la mano de magníficos consejos,  regaños oportunos, entre permanentes desafíos y entrega total. 

Conocí a ¡ahora! por dentro cuando  cumple 11 años. Penetro su colectivo, como corrector de pruebas. Aprendí, desde el primer momento, que hacer periódico es un oficio difícil, cuando la prisa casi apunta a errar, sin esperar por nadie y asustan tantas letras sin marcha atrás, cuando comienzan a rodar al despertar la bulliciosa rotativa e inmediatamente traerán alegrías o llantos, según si aciertas o cometes el más mínimo gazapo, propio del mejor escribano. 

 Como herencia de mi holguinera costumbre pienso que somos eso de. “No hay cetro mejor que un buen periódico”, dijo Martí y, por mi experiencia en ¡ahora!, puedo decir que no hay cetro más amado, con sus goces y sus amarguras. 

Durante tantos años puedo interrogarme: ¿Qué es  ¡ahora!? La locura de la mayor locura; la pesadilla de todos los días que convoca todo el tiempo; una exigencia de superación cotidiana; la escuela práctica,  el amor por el ejercicio del “mejor de los oficios”. 

Sitio donde se recoge lo más inmediato por conocer. El corcel de batalla que  conduce a cada combate. Motivaciones y siempre perspectivas. 

Pero, ¡ahora! ya no se parece a otras épocas, cuando la redacción en las céntricas calles  Rastro y Frexes, era bulliciosa las 24 horas del día,  llena constante diálogos, el humo de los cigarrillos y el constante café, además de tantas invitaciones para una eminente fiesta, a cualquier hora del día. 

Entonces los redactores, que primero solo con oficio y luego con los primeros profesionales, andá­ba­mos siem­pre jun­tos, en una vida común, absolutamente faná­ti­cos al ofi­cio, en cada instante, como una familia de grupo, sin casi vida privada.  

Los tiem­pos son otros,  como dice el perio­dista y escri­tor uru­guayo Eduardo Galeano, ese “mundo mágico de las impren­tas, el olor del plomo, el uni­verso del tipó­grafo, los cuer­pos de letras de hie­rro y de madera, casi han lle­gado a su fin”. Claro, ya fenecieron.

A los 24 años, ¡ahora! estrena la  impresión offset, el 4 de febrero de 1986, en ocasión de la sesión diferida del III Congreso del Partido Comunista de Cuba, con 55 mil ejemplares diariamente, en su vistoso formato de tabloide, que usó en 1964.

Dejamos el local, cerca del centro citadino de la ciudad y ocupamos un espacio alejado para un diario,  en la nueva  fábrica de periódicos en  el poligráfico José Miró Argenter.

 Recuerdo la expresión del profesor, poeta, historiador y periodista, fundador de ¡ahora!, Francisco García Benítez, (Paquito), quien solo fue una vez al nuevo local y exclamó: “Como un periódico en el campo”.

Realmente fuimos felices en el nuevo Poligráfico, con lugares  cómodos, oficina para cada periodista, varios laboratorios de fotográficos, archivo enorme, locales para el diseño, teatro, patios, sala de historia, referente para nuestros colegas en el país,  salones para  reuniones y por primera vez un comedor.

 Todo un tercer piso para el ¡ahora! y excelente trasporte. Pero el gran inconveniente era el alejado vínculo con las audiencias, que en el anterior local hasta muchas asistían a la tirada del diario en las madrugadas.

Dejamos de ser diarios el 6 de marzo  de 1991 con salidas  4 veces a la semana, 21 mil 700 ejemplares: martes,  miércoles, viernes y sábado. Comenzamos como  semanario el 4 de enero de 1992, con 90 mil ejemplares y 12 páginas hasta el  4 de junio de 1993 que se reduce el paginado a 4, la propuesta era salir cada 15 días, pero expusimos está solución y se aceptó para el país, incluso aquí mantuvimos  el color  en 1 y 4 al “embuchar” dos periódicos con la siempre colaboración de los amigos del Poligráfico. 

Luego, de muchos avatares,  recuperamos las 8 páginas, con 60 mil ejemplares, el 9 de marzo de 1996, año en que la provincia gana de sede nacional por el 26 de julio.

En ese sitio ocurrieron hechos memorables: Fundamos el 19 de mayo de 1987 el suplemento cultural Ámbito, el cual en el período especial, fue un desafío al sí se puede con el mérito de ser el único que perdura en el país en formato de Plaquette. Nació la revista Serranía, el 2 de diciembre de 1995, para las montañas holguineras, el periódico digital,  el 28 de junio del 2002, en tres idiomas y los perfiles en Facebook y Twitter y digitalizamos el proceso de producción de ahora!.

Alzamos la Vanguardia nacional por más de 25 años, de ellos 21 consecutivos, recibimos la Réplica  del Machete Máximo Gómez, de manos de Raúl Castro, el Hacha de Holguín, el Aldabón de la Ciudad, múltiples reconocimientos, distinguido, varias veces, en los Festivales nacionales de la Prensa. En 2004 y 2007 la Mejor Publicación Integral del país.

Recibimos  visitas de altas personalidades políticas, gubernamentales, sindicales, deportistas, artistas, colegas de todo el país y amigos extranjeros.

Con la digitalización inicia un proceso organizativo diferente, con cambios de estructuras, roles novedosos, rutinas productivas, distintos organigramas  multioficios, nuevas responsabilidades, pero siempre,  existirá esa pasión por la verdad, esa satisfacción única de ver nuestro nombre en letra impresa, personas sacrificadas,  periodistas revolucionarios y la perenne convocatoria de ser fieles a ese adverbio de tiempo bautizado por nuestros lectores: ¡ahora!.

Después de 23 años en la sede del poligráfico José Miró Argenter, regresa ¡ahora! a la ciudad, una noticia que alegra a su audiencia y, en especial,  a los trabajadores del rotativo. Fue a raíz del 26 de julio, cuando la provincia ganó la sede nacional por el 57 aniversario, en el 2009.

Hay que agradecer a muchos los buenos deseos y aportes para esta victoria: En primer lugar los secretarios del Partido en la provincia: Francisco Ferrer, Sierra, Díaz-Canel y  principalmente Jorge Cuevas, además de  Alexis Triana, entonces director de Cultura y Julio Méndez, presidente de la UNEAC.

Nunca imaginé que desde 1990- 2011 sería su director, en esa lista con: Eddy Machín Rodríguez, Hernán Pérez Concepción,_Ribogerto Torres Torres, Ezequiel Hernández Gómez, _el único que fue dos veces _, José Marcos Ortíz Parra, Luis Batle Niubó,  Roberto Ortiz del Toro y Alfredo Carralero Hernández. A quien remplacé. Los compañeros Roberto  Pavón Tamayo y Horaldo Soto Vargas, ejercieron esa responsabilidad, pero nunca fueron nombrados oficialmente. Luego de mi vinieron Jorge Luis Cruz y Luis Mario.

Es un privilegio para este Aniversario 60, tener en el timonel, por primera vez, a una excelente e inteligente mujer: Yany, con  nuevas responsabilidades, pero henchida de pasión siempre por la verdad, desde una nueva generación sacrificada,  entusiasta, apasionada, revolucionaria, fidelista con la  perenne convocatoria de informar ¡ahora!.