Hilda Pupo Salazar
Al consolidar la solidez familiar, con su más legítimo patrimonio, es proteger la vida, el progreso futuro y justicia a favor de la sociedad que queremos para el bien de todos.
Es la familia fragua para que las personas aprendan a manifestar su humanidad en la convivencia, con valores que nacen y se consolidan en ese ambiente, donde prime: amor, respeto, empatía, honestidad, autonomía y el necesario perdón en el instante necesario, sin guardar rencores y erradicar todo lo nocivo, que lacere las relaciones armoniosas, para la mejor coexistencia.
Así, desde los afectos y la más pura afección la familia fortalece los lazos de unión, y confianza, para saber cuidar, con absoluto esmero, de cada uno, reverenciar a las personas mayores, colaborar con las labores del hogar, ser bondadosos y honestos, todo lo cual hace que las personas actúen como buenos ciudadanos, en cada uno de los grupos sociales que integren.
En ese núcleo todo debe resolverse con comprensión, claro, nadie es perfecto, hay peleas entre hermanos, pero debe quedar ahí, evitar gritos y ofensas, si hay que corregir alguna actitud hacerlo sin humillar, al emplear palabras mágicas y aprender a pedir perdón, que eliminan, de inmediato, cualquier rencor, esencias que deben cultivarse constantemente, sin ningún descuido.
Debemos entender que: amor, respeto, empatía, honestidad, autonomía y perdón son valores fundamentales para consolidar la armonía en el hogar, al reinar un ambiente agradable, de confianza, con mentalidad positiva, donde todos se sientan libres para cualquier acción, en un entorno seguro y de total confianza.
De ahí la importancia de favorecer actividades en familia, que ayuden a la cohesión y la unidad, desde el más excelente ambiente por el respeto por sí mismo y por los demás, para las mejores normas de convivencias.
Toda familia debe cuidar, con el mayor espero, el respeto, un valor con el que nos enfrentamos día a día en los diferentes espacios que compartimos en todos los lugares, de ahí la importancia de ponerse en el lugar del otro y no siempre es fácil cuando el problema explota, por eso habrá que tratar de olvidar ofensas pretéritas o prejuicios establecidos previamente, para sanar heridas que no deben permanecer para la mejor concordia diaria.
La empatía y el amor fortalecen la unión ante situaciones difíciles, alimentan la confianza propia de cada uno de sus miembros, ayudan a solventar las crisis y seguir juntos en ascenso al solidificar las normas propias y la mesura de cada uno de los integrantes de la familia.
Mientras se reverencien las necesidades, particularidades y preferencias de cada miembro del hogar, progresará el sentimiento de unión y el estímulo para departir en todos los momentos posibles al prever actividades constructivas, juegos, comidas, recreaciones y disfrutar las fiestas.
La razón por la que las personas deciden unirse y tener hijos es el amor, por eso debe cuidarse en todos los instantes.
Para Giuseppe Mazzini, periodista y activista italiano: “La familia es la patria del corazón”, mientras para. Richard Bach, escritor estadounidense: “El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y alegría mutua” y Demóstenes, político ateniense, recomienda: “Haz que tus familiares te reverencien más que te teman, pues el amor sigue a la reverencia, más el temor al odio”.
No comments:
Post a Comment