Columnas

Thursday, May 19, 2022

  Martí: El más grande antiimperialista 

latinoamericano de su tiempo

Hilda Pupo Salazar

hilda@ahora.cip.cu

Día absolutamente fatídico para Cuba aquel domingo 19 de mayo de 1895, a menos de tres meses de iniciar su Revolución Necesaria, cae en combate, en Dos Ríos, el más grande antiimperialista latinoamericano de su tiempo, quien sabe denunciar por conocer al: “monstruo desde sus entrañas”.

José Martí Pérez con su genial talento siempre, en cada uno de sus actos, quiso que la valoración teórica, se tradujera en acciones, al  concebir, casi todas las vías posibles, para conducir a Cuba a la independencia absoluta.

Desaparece, precozmente, el  conductor supremo, sagaz e inteligente y el más preclaro de sus líderes que, conjuntamente con  otros acontecimientos adversos, facilitaron la intervención norteamericana, porque como sostienen algunos historiadores no es que el Apóstol hubiera podido impedir  la presencia yanqui, sino que no hubiera sido tan fácil como aconteció.

La intervención escamotea el triunfo de las fuerzas libertadoras y corta el proceso independentista cubano en su total desarrollo, luego de más de 30 años de luchas, desde el 10 de octubre de 1868.

Con la acción norteamericana provoca, definitivamente, la ruptura de la unidad, por la que tanto aboga el Maestro dentro de sus objetivos priorizados de lucha y, que tuvo al Partido Revolucionario Cubano, creado el 10 de abril 1892, no como un eslabón más en un largo proceso de crítica y contracrítica de la realidad latinoamericana, sino como mayor exponente y alma en su concepción de la Revolución, con una organización antiimperialista, entre la  más grande de sus herencias prácticas.

Este cubano que muere de cara al sol en los campos mambises,  dedica gran parte de su corta vida  a educar, orientar y revelar cuáles eran los designios ciertos del imperialismo norteamericano para la América Latina.

Domina, como ningún otro, la larga historia de invasiones, anexiones, provocaciones y guerras contra países como México,  muestra de la política exterior de los Estados Unidos a partir del momento en que la Doctrina Monroe, (1823) convirtiera a “América para los americanos”.

José Martí, como periodista, ensayista, o pensador sistemático de las realidades concretas de América Latina y del mundo, jamás fue embelesado por la ingenuidad de quien percibe el antiimperialismo como una mera actitud intelectual o académica.

Si hay una forma efectiva de conocer la naturaleza del antiimperialismo de Martí es a través de su obra pedagógica. El constante llamado de atención, la insistencia de su parte en que los hombres y mujeres de América Latina entendieran  las profundas diferencias existentes entre la civilización llamada “anglosajona” y la “latina”.

 Esa capacidad premonitoria para denunciar las aspiraciones del expansionismo del poderoso vecino del norte  sobresale en la formulación martiana de las dos Américas: “la nuestra” y “la de ellos”, reveladora de conocer la cultura de los norteamericanos y la confianza   de poder construir una “cultura latinoamericana”.

Martí siempre rechaza todo vestigio de propuesta indigna para Cuba, toda traza de anexionismo,  al sentenciar: “Y una vez en Cuba los Estados Unidos ¿quién los saca de ella?”.

A los 127 años de la caída en combate del Maestro tiene, cada vez más vigencia, para los revolucionarios cubanos  conocer su antiimperialismo.

Armando Hart Dávalos, uno de los cubanos más estudioso de Martí define: “hay que seguir luchando contra el imperialismo. Si queremos ser prósperos, vivir en una sociedad que garantice la conquista de sus derechos, que se fortalezca económicamente y mantenga siempre sus páginas de gloria histórica, no podemos olvidar nuestra historia, la lucha heroica del pueblo por la independencia, por su soberanía”.

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