HOLGUIN AHORA

  Ecos de las asambleas del Partido:

 Siempre la Unidad

Rodobaldo Martínez Pérez

rodobaldo@ahora.cip.cu

 Después de las asambleas del Partido, en cualquier instancia, todo debe tener una mirada transformadora para enfrentar los problemas mencionados, con el fin de fortalecer a la Revolución Socialista, desde la misma base, con absoluto control popular.

Desde los mejores valores de cada colectivo,  lo primero es no seguir actuando de la misma manera para no repetir las insuficiencias, de ahí la importancia de aplicar métodos innovadores.

 El ambiente debe facilitar el debate, la participación de los trabajadores, dar sus opiniones, proponer, decidir, exigir rendiciones de cuentas, porque estamos convocados a transformar los distintos escenarios, desde la ciencia y la técnica.

Hay que aprender a no coquetear más con los errores y que solo, desde la responsabilidad de los militantes, en las estructuras de base, mediante una mayor exigencia, sensibilidad, control y eficiencia se solidifica  el desarrollo que necesita Cuba al estar el Partido  en mejores condiciones, para cumplir sus principales misiones en los momentos actuales, como reflexionaron los asistentes en las 14 asambleas municipales del territorio.

La Revolución Socialista crece desde los mejores valores, al solidificar, cada día, su ideología, con  superiores políticas que cada quien sienta en su cotidianidad, con trabajo creador y ejemplar como únicos salvadores y, mejores aliados, de una activa combatividad para enfrentar las complicadas problemáticas actuales.

La ejemplaridad debe distinguir cada acto, es donde descansa y se renueva el Partido, desde nuestra conducta en todos los desempeños en la sociedad, muy aliada con la combatividad, por muy enredada que esté la maleza, el militante deben ser el primero en encabezar las tareas y  cada  batalla en defensa de su Patria.

Las filas de la vanguardia  deben crecer  por la calidad de las personas, por su ejemplo cotidiano de quienes se arriesgan a  compartir nuestra Ideología, por su disposición y consagración  en la lucha y resistencia de cada día, sin jamás pensar en  claudicar.

Es una urgencia mejorar el bienestar, que tanto se habla, de ahí la supremacía de la eficiencia, mejor aliada de la justicia social cubana, para elevar la calidad de vida, desde la equidad y manera más inclusiva para todos.

Este proceso de balance de la organización política patentiza que donde  el Partido está activo, las cosas funcionan mejor, con descenso en  insatisfacciones, avance en la formación y estabilidad de directivos,  con agilidad e inteligencia para saber  diagnosticar bien a la hora de escoger los mejores caminos,  para las más rápidas soluciones de los problemas, al aplicar métodos eficaces, usar la ciencia y la técnica para sortear obstáculos.

 De ahí la importancia de saber generar emociones para acometer las diversas tareas y eso es ponerle corazón a cada misión, desde las de mayores sacrificios hasta las más simples,  para solidificar un estado de satisfacción de quienes participan en los diferentes procesos, al lograr creación,  compromisos y  rendimientos,  desde un buen funcionamiento, en un ambiente incitante, seguro y saludable.

Con ese importante manejo de sentimientos y pasiones  hay que saber enamorar, cada día, a los jóvenes, trabajar en  los barrios, con mejores diseños según las características de cada comunidad,  recupera  espacios deportivos,   recreativos, de esparcimientos,  fortalecer  las organizaciones de masas, de acuerdo con sus características y convertir, definitivamente, a  los centros escolares, en el lugar más importante de la localidad.

 Terminantemente el revolucionario cubano debe ser  protagonista en cada acción que se acometa, principalmente en la producción de alimentos, con  las 63 medidas para la Agricultura y las 43 en la empresa estatal para acabar de liberar las fuerzas productivas y lograr mayor autonomía, esa cadena requiere revisar cada eslabón fallido, que impida la eficiencia económica y no motive a sus trabajadores.

Aprovechar al máximo las universidades, como gestor de ciencia e innovación importante, las cuales irradian sapiencias fundamentales para la definitiva formación y aporte a la sociedad de los hombres y mujeres  de ciencia, que defiende,  desde el mismo inicio de la Revolución, Fidel Castro, para utilizar este creciente sector del conocimiento al establecer interconexiones con el sector productivo de bienes y servicios, así como  la activa participación en el desarrollo local, con el Partido, en cada instancia, como rector del sistema socialista.

Ahora que sesionará la Asamblea del Partido en la provincial se  requiere, como nunca, a los revolucionarios holguineros, en la vanguardia para aportar más, sin complacencia,  con un sentido más crítico, de más inconformidad con lo mal hecho, desde una creciente intensidad de trabajo que aporte resultados visibles para su pueblo.

 Todo este proceso de continuidad al 8vo Congreso patentiza lo fundamental de defender en Cuba la dignidad humana, fortalecer la democracia participativa, con el mayor control popular y de defender siempre el principio de la unidad, como conceptos básicos en nuestra sociedad.