HOLGUIN AHORA

 

Goteo informativo

Rodobaldo Martínez Pérez

rodobaldo@ahora.cip.cu

La importancia de sistematizar, cada día, un “goteo informativo”, en todos nuestros medios de comunicación y, según las posibilidades de cada quien, en  las plataformas y espacios posibles en las redes sociales  son  retos para la Cuba de hoy, con total intencionalidad en cada momento y óptimo uso de la ciencia.

Es el apoyo, con absoluta inteligencia, a la gestión cotidiana del Gobierno cubano para la informatización de la sociedad, la comunicación social, así como  la gestión de la ciencia y la innovación para resistir y, a la vez, avanzar  ante las adversidades de estos crudos momentos, en un andamiaje cada vez más tóxico desplegado en su guerra no convencional promovidas por imperio en sus plataformas digitales.

Esa definición  de “goteo informativo” de Díaz-Canel sintetiza las ideas de Fidel, cuando, en el VII Congreso de la UPEC, en 1999, dijo: “Veo a la prensa jugando un papel importantísimo en la elevación de la moral y en la preservación de todos los valores sagrados de nuestro pueblo, en la denuncia, en el combate, en la lucha contra todas las cosas mal hechas… Quién puede educar más que la prensa”.  Luego, en mayo de 2003, al referirse a la Internet, asevera: “Ningún pueblo tiene más cosas que informar ni preparación para hacerlo mejor que Cuba”.

 Así lo explica ahora Díaz-Canel: “Esa verdad hay que hacerla sentir todos los días mediante un goteo informativo, ilustrativo sobre cada proyecto, sobre cada escenario de resistencia  y de construcción para superar la adversidad, en todas las plataformas y espacios posibles, en los tradicionales y en las redes sociales, para romper la hegemonía mediática y cultural que quiere imponer el imperio, porque ellos tienen más recursos y tecnología, pero nosotros tenemos más valores, convicciones e ideas que defender”.

 Es un “goteo” que requiere saberlo hacer en todas las direcciones, sin perder oportunidades y, muy importante, con total intencionalidad, renovación en la realización del flujo productivo de los medios para aprovechar, óptimamente, todos sus soportes y, definitivamente, integrar las nuevas tecnologías con las rutinas tradicionales y poder aprovechar las fortalezas y oportunidades que tenemos, durante las 24 horas de cada día.

Debe fomentarse una cultura de constante innovación entre los colectivos periodísticos, con una agenda mediática atrevida, desde los mejores aportes como resultado de las investigaciones en equipo sobre los problemas más relevantes en la sociedad, con sorprendentes primicias desde la creatividad, con una constante retroalimentación y mirada colectiva crítica para no repetir los mismos errores y caminar, con más  rapidez, hacia el modelo de prensa que necesitamos actualmente.

Ese “goteo diario de noticias” debe ser cascadas incontenibles que experimenten, con éxito, nuevas narrativas y con las mejores formas de emplear las actuales tecnologías para ir a una contraofensiva en el ámbito editorial y económico de nuestros medios, como indicó, recientemente, Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, hasta consolidar un nuevo tipo de relación entre las instituciones públicas y los medios de comunicación, para su mejor gestión y contribuir a consolidar la cultura del diálogo, la polémica y el consenso en la sociedad cubana.

 Díaz-Canel asegura: “Creo que tenemos que defender dos ideas en lo fundamental: entender la gestión de la comunicación, como algo vital para la Revolución en estos momentos y cómo uno ve que la tenemos que gestionar desde la verdad, desde la investigación, desde la responsabilidad, desde la objetividad, los sentimientos y las convicciones

“Yo diría que la Revolución siempre ha estado en un hervidero de situaciones complejas... y no paso por alto las horas duras del llamado “período especial”, el ensañamiento del enemigo de siempre, ese que en tiempos recientes apretó más las clavijas contra la Isla, hasta llegar al extremo de la tortura contra un pueblo entero”.

Por eso debemos aprovechar las experiencias profesionales acumuladas, con total responsabilidad, hay que saber exponer, en todos sus matices, la actual realidad nacional para poder entenderse con  los diferentes tipos de audiencias y, para siempre, aprender la importancia de “saber dar primero”, sin esperar  “la canalita”. Fidel dijo: “Prefiero la equivocación ante el silencio”.

Este “goteo” que hoy desafía debe resolver, definitivamente, viejas enfermedades del medio y que realmente los directivos definan su agenda mediática, que la crítica cotidiana sea una práctica, desde  el honor del dueño de la pluma, porque como expresa Martí: “Criticar es amar”, desde la voluntad de cambiar, reiterada en los más altos escenarios, desde un contexto de convergencia mediática que debe aprovecharse definitivamente.

Como  define Fidel: “Cada periodista debe ser un gladiador contra las cosas que, a su juicio, marchan incorrectamente. Y es también un luchador por que las cosas marchen bien, un creador de la nueva sociedad”.