Columnas

Saturday, May 09, 2020

Vacunarnos contra la desinformación


Rodobaldo Martínez Pérez
rodobaldo@ahora.cip.cu
A las ya nefastas consecuencias de la covid-19, se une otra peligrosa pandemia: la de difundir noticias falsas -“fake news” -.
 La Infoxicación, infopandemia peligrosos  padecimientos que riegan sus contagios y amenazan la verdad científica, con una sobre abundancia del tema, pero contrario de reflejar lo correcto y útil de la pura verdad acreditada.
El director general de la OMS, doctor Tedros AdhanomGhebreyesus, advirtió, desde febrero pasado, la necesidad de que la ciudadanía esté adecuadamente informada para evitar  pánico,  confusión y mantener unida a la ciudadanía para que cumpla con las medidas de contención de la pandemia.

Actualmente las redes sociales están desbordadas de información sobre la crisis del coronavirus, con un alto porcentaje que no veraz, al no proceder de fuentes oficiales.
Entre los rumores más preocupantes son los relativos a los remedios para prevenir el contagio o curar los síntomas, porque estos bulos pueden derivar en el aumento de contagios o el empeoramiento de la enfermedad.
Circula una lista de mentiras como que el virus fue creado en un laboratorio, no salir a los balcones entre las medidas de prevención de la OMS, evitar el maquillaje, consumir bebidas calientes, caldos o infusiones o que el ibuprofeno está prohibido por agravar síntomas de este mal.
Además, si se suma la preocupación constante por el virus, provoca que las personas comuniquen “cualquier información que recibe y considere de interés antes de verificar si es verdad”. Es de muy responsable compartir información solo de fuentes confiables.
Crear la alarma social es otro de los peligros que acompaña a la crisis del coronavirus, con la tendencia de una comunicación inexistente, porque las falsedades crean pánico y prejuicios entre la población, lo que necesitamos son hechos y datos científicos, así como  esperanza y solidaridad en vez de desesperación y segmentación.
Internet hace soportable la medida “quédate en casa”, para el mejor aislamiento, pero es, también, una fuente de disfraces peligrosa, si no somos capaces de contrastar la noticia, verificar las fuentes y estar muy seguro de su total objetividad.
Cuba no es una excepción, de buena o mala fe se difunden falsedades, como el empleo de  fosas comunes o un ciudadano, con Covid-19, muerto en plena calle, sin atención médica, como burdas manipulaciones,  que solo busca denigrar la imagen de la Revolución cubana.
Retrata la desesperación porque la crisis sanitaria mantiene, en total evidencia, la incapacidad del neoliberalismo, que no cuenta con voluntad política para proteger y atender, adecuadamente, al pueblo, con su único interés en el dinero.
Díaz-Canel dijo: “a los cubanos que en tiempos de esta batalla contra el nuevo coronavirus, debemos vacunarnos también contra la desinformación y la neurosis que pueden generar las falsas noticias que están circulando en las redes, en los avisos apocalípticos y la sobre información de la situación de la pandemia”,
Afirmó: “nuestro país dispone de una poderosa red de medios públicos y de comunicación social que en estos días han demostrado su profesionalidad, su pasión y consagración absoluta al oficio de informar y al deber de aliviar las lógicas ansiedades que tiene nuestro pueblo en este momento”.
Informémonos con ellos, siempre perfectibles, pero que llevan en sí el espíritu de la veracidad, que nos inculcó Fidel Castro desde la misma fundación Radio Rebelde, en el corazón de la Sierra Maestra, una emisora que, como recordó siempre el Comandante en Jefe: “no puso nunca ni una bala de más, ni dijo una mentira”.



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