Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Para la guerra mediática contra Cuba, con la
finalidad de subvertir a la Revolución y a sus dirigentes, utilizan cualquier acontecimiento, esta vez,
es una atmosfera sobre la recuperación en cinco municipios de la Habana, después
del tornado que torpedeó, severamente, el 27 de enero pasado.
Toda clase de bulos einformaciones trucadas, mentiras desde la más nociva inteciones son herramientas utilizadas por el
enemigo, con el objetivo de demostrarle al mundo el abandono de los
damnificados o el lento apoyo, por parte
de las autoridades gubernamentales.
En aras de desenmarañar esta peligrosa contrariedad,
la Red de Periodismo Ético (EJN) ha elaborado esta definición de la información
falsa o trucada: “Toda aquella información fabricada y publicada
deliberadamente para engañar e inducir a terceros a creer falsedades o poner en
duda hechos verificables”. Esta definición debería permitirnos diferenciar más
fácilmente el periodismo de la propaganda, de los “hechos alternativos” y de
las mentiras malévolas.
En nuestro caso la organización, para repartir los
donativos, constituye una matriz negativa que trata de
sostener la idea pañosa que no permitían la entrada de ayuda humanitaria a
las zonas del desastre y la solidaridad “generosa” era tronchada por los
directivos del país con total insensibilidad.
Dijo Martí en su periódico Patria en
1892 “A un
plan obedece nuestro enemigo: el plan de enconarnos, dispersarnos, dividirnos,
ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra
altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo (…) Plan contra plan. Sin plan de
resistencia no se puede vencer un plan de ataque.”
No sucede nada distinto en esta ocasión, tratan de desmovilizarnos y menguar nuestras fuerzas sobre la base de falacias. La guerra mediática, a la cual dedican millones de dólares, la usan porque saben que plantean un grave reto a la sociedad y las instituciones, al incrementar dudas sobre cualquier noticia que se difundan, fundamentalmente por las redes digitales.
No sucede nada distinto en esta ocasión, tratan de desmovilizarnos y menguar nuestras fuerzas sobre la base de falacias. La guerra mediática, a la cual dedican millones de dólares, la usan porque saben que plantean un grave reto a la sociedad y las instituciones, al incrementar dudas sobre cualquier noticia que se difundan, fundamentalmente por las redes digitales.
En el ámbito
internacional, con la guerra mediática tratan de criminalizar a gobernantes
honestos; provocan los llamados golpes blandos; convierten en víctimas a los
victimarios; logran que muchas personas acepten como buena la idea
"necesaria" de bombardear a pueblos enteros "para salvar la
democracia y los derechos humanos"; desprestigiar instituciones,
incluyendo la propia ONU.
Los
sentimientos los explotan al máximo y uno de los fines es mantener a sus
seguidores en la oscuridad. Propalan
"su verdad" y tratan de silenciar o confundir sobre el auténtico
escenario.
La noticia
"basura o engaño" para mantener a grandes masas entretenidas con
asuntos banales, constituye variantes utilizadas, porque mantienen ocupadas las
mentes en asuntos sencillos y así las audiencias no meditan sobre los
gravísimos problemas de la humanidad.
Con esa técnica, acuden a la evasión y el conformismo, para que no se piense
en el por qué de las guerras de rapiña desatadas por el imperio, tampoco lo
concerniente al peligroso cambio climático y sus causas, más la enorme brecha entre el mundo rico y el
pobre, entre otros.
Dijo Fidel: Cuando el uso prepotente de la fuerza se impone por encima
de todo derecho, toda ética, y toda razón, el único sostén ideológico posible
de esa fuerza es la demagogia y la mentira"
Y eso es lo que hacen, utilizan los Medios de Comunicación como armas
de ataques,, con el principio de acudir a la tergiversación intencional de los
mensajes, tendente a manipular a la
opinión pública.
Cuando nuestro Comandante en Jefe menciona la
Batalla de Ideas como contienda del futuro, tuvo en cuenta que una de las
variantes en los conflictos era el incremento de la lucha de pensamientos y
entre ella la guerra mediática,
considerada una lid desleal porque impone utilizar la verdad y las
razones ante las calumnias y las campañas sucias, fabricadas con un fin
determinado.
El presidente cubano, Díaz-Canel y parte del Consejo de Ministro acudieron a la Mesa Redonda para
explicar, de primera mano, lo hecho en la recuperación luego del tornado, para exponer con limpieza la única
verdad.
“Los enemigos tratan de desacreditar
al país, pero no han podido, porque el pueblo ha respondido con energía”, dijo
la cancillería en Cuba, en su cuenta en Twitter.
Ya Martí lo definió: “los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y
fundan, los que odian y deshacen. Los del primer bando en Cuba somos mayoría.
Ni el tornado ni los que deshacen, van a distraernos del deber de fundar, una
verdad repetida por el pueblo.
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