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Thursday, November 10, 2016

#Martí: "hay aún poesía para mucho".




Tampa un modesto mural con el mapa de la Isla y sus provincias coloreadas en tonos apagados y una placa con las palabras de Martí: "En el mundo, si se le lleva con dignidad,





Por Hilda Pupo Salazar
Dicen que Tampa “huele” a nuestro país y es porque allí radicaba uno de los focos de emigrados cubanos más activos en la lucha por la independencia de la Isla en el siglo XIX
Esa ciudad de los Estados Unidos está ubicada cerca de la bahía del Espíritu Santo  y, según apuntes, de allí salieron unas 27 expediciones militares financiadas y principalmente tripuladas por cubanos.
La relación de José Martí con Tampa es sumamente estrecha. La visitó por primera vez el 25 de noviembre de 1891, invitado por Nestor Carbonell, presidente del Club Ignacio Agramonte, para tomar parte en una fiesta artística literaria.
Cuentan que en la medianoche de esa fecha, llegó Martí a esa ciudad, situada en el condado de Hillsborough, en la costa oeste de Florida. Acudieron a recibirlo los emigrados revolucionarios cubanos, en su mayoría  tabaqueros.
 El acto de la presentación de Martí fue sencillo: breves palabras, ahogadas por la emoción, de Néstor Carbonell, con la oratoria  del Apóstol.  Al día siguiente recorre los talleres  y fábricas de tabacos, con un recibimiento extraordinario de los trabajadores.
El 26  pronuncia su histórico primer discurso conocido como “Con todos y para el bien de todos”, ante los miembros del Club Ignacio Agramonte, en el Liceo Cubano de Tampa,
“Alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos, alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: ‘Con todos, y para el bien de todos’".
 Ya 27, en la Liga Patriótica Cubana, habló en conmemoración del 27 de noviembre de 1871 en homenaje a los estudiantes de Medicina fusilados. Es donde pronuncia el discurso conocido por: “Los pinos nuevos”.

“Rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque y allí, al centelleo de la luz súbita, vi por sobre la yerba amarillenta erguirse, en torno al tronco negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somos nosotros: pinos nuevos!”.

Ese mismo día fundó la Liga de Instrucción para contribuir a la educación y a la enseñanza entre cubanos, semejante a la que existía, en esos momentos, en Nueva York. El 28 de noviembre concluye su visita.
En Tampa encuentra el Maestro un buen escenario para su gestión revolucionaria. Entra en contacto con las organizaciones patrióticas: el Club que lo invitada, la Liga patriótica cubana e  hizo ver la necesidad de unirse para una acción común. 
En futuros viajes, a esta ciudad, realizados tanto en 1892, como en 1893 y 1894, se reunió con cuanto grupo, club o liga fue posible, pues consideraba muy importante explicar cada paso de preparación de la guerra necesaria.
Tampa tuvo influencia decisiva sobre los destinos históricos de Cuba. Sus tabaqueros contribuyeron con más recursos, proporcionalmente, que otros para la independencia de Cuba. La orden para la Revolución del 95 salió oculta en uno de los tabacos torcidos en las fábricas de ese lugar.
Tan sólo unas cuadras del bullicioso centro de la ciudad de Ybor City, en Tampa, se encuentra el "Parque Amigos de José Martí", dedicado al político e intelectual cubano.  Son apenas 500 metros cuadrados rodeados por un muro bajo y una cerca metálica, en su interior: una estrecha parcela en la que se erige una estatua del prócer que recibe a los visitantes con el brazo en alto, flanqueado por la bandera de Cuba.
Al fondo un modesto mural con el mapa de la Isla y sus provincias coloreadas en tonos apagados y una placa con las palabras de Martí: "En el mundo, si se le lleva con dignidad,
hay aún poesía para mucho".




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