Columnas

Thursday, November 03, 2016

Derechos humanos: Para la vida o la muerte


#Cuba y sus derechos muy humanos

Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
En 1959 triunfó en Cuba la Revolución de los derechos: Salud Pública,  Educación,  Deporte,  Cultura,  Justicia… A partir de entonces la igualdad entre los hombres sería el rasgo distintivo de la Obra.
Nos condenan de violación de los Derechos Humanos al tener muy limitado y, tergiversado, el concepto, porque lo hacen desde países donde sino hay dinero tampoco puedes acceder a los servicios de un hospital,  un aula o aspirar, mínimamente, a sentir el lugar como ser humano.
  “Quienes violan los derechos humanos no deberían ser llamados a juzgar la situación de esos derechos en otros países”, fueron palabras de un alto funcionario estadounidense un tiempo atrás y eso nos llama a reflexionar sobre esa arma de ataque a la Revolución.
Mientras que los términos Derechos Humanos tengan para unos una interpretación acomodada a sus intereses y una aplicación discriminatoria sucederá esa cínica postura de reclamar decencia siendo tan inmorales.
Aun cuando en este país para exhibir y demostrar cuanto hace por el bien de su pueblo, a lo largo en estos más  de 50 años, existe una desenfrenada campaña mediática dirigida a negarlo o tergiversarlo, con  un grupito de asalariados del Imperio aquí adentro prestados a orquestar shows sobre supuestas  violaciones.
Cuba trasciende en el área internacional por su obra, que enaltece los principales derechos: el de los niños, educación, salud, alimentación  y, en estas últimas cinco décadas trasciende en un excelente referente de cómo  defiende la dignidad de su gente.
Y no sólo en el ámbito nacional, con la voluntad gubernamental de atención integral a toda su población, sino en la nobleza de pensar en los más desposeídos de otras latitudes y llevarles salud o educación. Nuestro país tiene misiones internacionalistas en todos los continentes.
Los programas genéticos realizados en naciones latinoamericanas, con vistas a registrar el número de discapacitados y diseñar una atención especializada, los médicos internacionalistas, incluidos quienes fueron a África a combatir el Ebola, muestran su obra de entrega a la humanidad, como tuvo que reconocer la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, al explicar el pasado 26 de octubre  su voto de abstención contra el bloqueo a Cuba en Naciones Unidas.
Ahí está la principal diferencia, Cuba ofrece médicos y profesores y los “campeones” de derechos humanos, bombas y destrucción. ¿Qué derechos se defienden: los de la vida o los de la muerte?, porque el mayor capital que se puede tener es el humano y es  donde radica la fuerza de Cuba.
 Una nación  solo puede asegurar  su futuro si atesora hombres y mujeres de bien.

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