¿De qué Derechos Humanos hablan?

                                                         

Por Rodobaldo Martínez Pérez

rodo@enet.cu

Fue el 10 de diciembre de 1948, cuando  la tercera  asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos en París. Se entiende por ellos “el reconocimiento de la dignidad inalienable de los seres humanos”.

Es decir, constituyen derechos a la vida,  educación,  salud., alimentación, agua potable, identidad, libertad y protección entre otros, es el “estándar común a ser alcanzado por todos los pueblos y naciones”.

Con tal antecedente, es difícil explicar el doble rasero y la hipocresía de Estados Unidos, quien acusa a Cuba  de violaciones y no se mira a  él. La defensa a los principios al respeto mutuo, la verdad, la justicia, la universalidad, la imparcialidad y la no selectividad, como única vía para la promoción y protección de los derechos humanos, siempre, florecen como postura en cubita la bella.

No solo los Estados Unidos, sino las potencias occidentales ignoran a la hora de abordar el tema los crímenes y abusos, aún impunes, cometidos contra países en desarrollo. Olvidan las guerras de agresión y conquistas, las cárceles y vuelos secretos, el secuestro de seres humanos, la existencia de campos de concentración donde se practica la tortura, las ejecuciones extrajudiciales con el empleo de drones, y otras violaciones que crecen cada vez más y estremecen al mundo.
Sería muy bueno otorgarle mayor prioridad y visibilidad a la solución de problemas como la extrema pobreza, el analfabetismo, la falta de acceso a derechos básicos como la salud,  educación y  alimentación, entre otros, propios del injusto orden económico internacional imperante.
Un  ejemplo de violación de los derechos humanos es  el bloqueo económico, comercial y financiero im­puesto por Estados Unidos a la Mayor delas Antillas durante más de medio siglo y aunque la asamblea de la ONU, en mayoría lo condena año tras año, Washington, con total terquedad, persiste en mantenerlo, recrudecerlo y justificarlo, aunque esté  calificado de criminal, genocida e inhumano.

Entonces, ¿de qué Derechos Humanos hablan?