Columnas

Thursday, July 17, 2014

Enemigos vestidos de amigos





Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu

De todos los peligros, el mayor es subestimar al enemigoPearl S. Buck
En comentario de testigos directos del ataque yanqui por Playa Girón se decía de personas que murieron,  porque como los aviones norteamericanos traían las insignias cubanas, muchos creyeron eran nuestros y no se protegieron. Es decir, fueron víctimas del engaño y perdieron la vida por su confianza, me comentó mi  colega Hilda Pupo Salazar.
Ese mismo ardid es  empleado, actualmente,  por los imperialistas norteamericanos, para penetrarnos y tratar de destruir a la Revolución Cubana desde adentro.
El trabajo con las mentes o la llamada guerra sicológica es una de sus estrategias de lucha, de esta manera tratan de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, manipulan la historia nacional y hacen creer en la inutilidad de tener una ideología  y apuestan por la desideologización.
De esta forma sus objetivos son acrecentar las dudas en la dirección de la Revolución, menoscabar los genuinos valores por los cuales adquirimos fortaleza,  favorecer el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral individual. 
Como parte de su artificio presentan las ventajas de vivir en su sistema y la inutilidad de defender el nuestro, para ello argumentan un pasado edulcorado, solo existente en mentes impregnadas en la ideología de la clase burguesa derrotada por la Revolución de 1959. Incluso circula una lista de datos con su intención de demostrar la superioridad de Cuba antes del triunfo.
Y ojo con su nuevo discurso completamente manipulado, con frases dichas por el sector izquierdista, le introducen entre líneas su veneno, para dar la impresión de querer ayudar sin ningún interés con alto grado de conciliación y esconden su verdadero rostro imperial. Enemigos vestidos de “amigos”  o lobos con traje de oveja.
Han desaparecido las expresiones amenazantes de los mandatarios estadounidenses respecto a Cuba, y se  modela  un seudo discurso de cooperación y diálogo. El acercamiento con recalcitrantes que solo desean nuestro mal,  no es bueno para Cuba, pues se pierde la percepción del riesgo y aunque esa frase ha sido utilizada en otro contexto, específicamente en Salud Pública, siempre quiere decir que subestimamos el peligro.
Debemos aclarar que solo nos referimos a personajes de la ultraderecha radical al estilo de Iliana Ros o Marcos Rubio, no a quienes sinceramente desean se termine el conflicto entre Estados Unidos y Cuba.
Existe mayor inteligencia en las formas de ataque. La estrategia de la propaganda burda, el mensaje grotesco y la farsa vulgar, ha sido sustituida por una avalancha de información,  que pareciera concebida en laboratorios, dirigida a impactar directa y positivamente en las mentes de nuestros ciudadanos, para crear el espejismo de no ser tan fieros como lo pintan.

Antes del debacle del socialismo europeo y el desmembramiento soviético se dijo:  “Sembraremos el caos en la Unión Soviética, sin que sea percibido, sustituiremos sus valores por otros falsos y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreducible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia.

 La honradez y la honestidad serán ridiculizadas como innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño, la mentira, el alcoholismo, la drogadicción y el miedo irracional entre semejantes, deben ser nuestros  objetivos. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos”.
  El objetivo final sigue siendo derrotar en el terreno de la ideas cualquier vestigio de la opinión de que el capitalismo es malo, lograr  el deslumbramiento, la persuasión, la manipulación del inconsciente, hasta  comprender y compartir la lógica de los “verdugo” sobre  sus víctimas.
EE.UU. despliega contra Cuba una bien hecha campaña de desmontaje cultural, con la historia como primer objetivo. Todo está calculado, para  contar los hechos al revés y argumentar sucesos para que parezcan reales.
Esta guerra es tan peligrosa como con bombas, silenciosa y de poco a poquito.  Obama, por ejemplo, no ha amenazado nunca con el empleo del poder militar contra nuestro país. Aparenta deseos de diálogo y cooperación, y llegó a insinuar públicamente, que es Cuba quien ha quedado atrapada en la historia y no quiere, o no tiene interés, en mejorar sus relaciones con el vecino del norte.
Estas fueron sus palabras en la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, el 17 de abril de 2009, cuando los líderes del continente le exigieron la presencia de Cuba en estos cónclaves.
"Para avanzar, no podemos permitirnos ser prisioneros de pasados desacuerdos. No he venido aquí para debatir el pasado. He venido aquí para enfrentar el futuro. Creo, como algunos de los anteriores oradores han declarado, que debemos aprender de la historia, pero no podemos quedar atrapados por ella". 
Pura demagogia en su expresión, no mencionó el bloqueo económico con su alcance extraterritorial al cual somos sometidos, sus acosos mediáticos, el terrorismo fabricado en su nación contra nuestro país, los cinco cubanos presos allá por su lucha antiterrorista, la ilegal base naval de Guantánamo… estaría bueno decirle al “Novel”, eso no es pasado, mister,  es mucho presente, aprenda tanto de paz como de tiempos verbales.
 

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