Es mejor vivir

Aunque no esté envuelta en un lazo, la vida es un regalo, porque dentro se ese espacio entre el nacimiento y la muerte suceden muchas cosas: unas malas y otras buenas, pero solo sucede porque estamos vivos..., dice la colega  Hilda Pupo Salazar 
Es muy importante  tomar conciencia de la oportunidad de estar en esta vida, en este momento y en este lugar.  Puede que no sea justo y no tengamos lo querido, pero hemos venido al mundo y eso es ya de por sí un honor y un maravilloso obsequio.

En el día de hoy la más importante tarea es la de agradecer por estar vivo, por respirar, por amanecer cada día, por esa  oportunidad única que hace valorar ese don.
Por ello,  podemos amar, disfrutar, actuar y hacer cada momento mejor. Estar sobre la tierra da la posibilidad de trazar nuestro proyecto futuro y tratar de ser feliz, porque debe recordarse nuestra responsabilidad en crear el destino.
La  mejor recompensa por habernos otorgado esa maravillosa dádiva es ser buenas personas, que se nos recuerden por haber dejado una huella positiva.
El máximo reto de ser es llenar cada espacio de ese tiempo terrenal de aspectos positivos y  ejemplarizantes. Llegar a ser un modelo de ser humano y que asocien los pasos dados con  los momentos agradables.
Si así es la vida, entre más años de existencia, mayor es el privilegio, porque “llegar a ser viejo es mejor que la alternativa de morir joven”.
Independientemente de la tendencia de algunos de   negar la edad y ver como una falta de cortesía preguntar cuánto se cumple o decir que es el onomástico de fulanita, “pero sin comunicar los años”, sigo creyendo en la felicidad de durar más.
Debe ser un orgullo para cualquiera comunicar sus cuatro, cinco, seis, siete, ocho… décadas, porque eso es signo de una vida más larga. Quisiera entender a quienes se restan años.

Una señora de más de 65, dijo tenía 56 y cuando se fue los interlocutores comentaron: “pobrecita, está acabada, parece ”la rodaron ponchada”. Tal vez si no se hubiera quitado tanto  hubieran dicho: “que bien conservada está”.
A veces cuando se trata de ganar a la fuerza, se pierde.