Columnas

Tuesday, December 10, 2013

Estados Unidos no soporta ver humanos derechos en Cuba





Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
      Hay una anécdota propicia para ilustrar el fanatismo enfermizo con que Estados Unidos ha actuado, para condenar a Cuba  en materia de Derechos Humanos.
   La serpiente y la luciérnaga son las protagonistas. Narra que la primera persiguió a la segunda para  comérsela, un día, dos y nada. La luciérnaga   paró y le dijo: ¿puedo hacerte tres preguntas?,  la devoradora accedió.  -¿Pertenezco a tu cadena  alimenticia?  - No,  ¿Te hice algún mal?   – No.  ¿Entonces, por qué quieres matarme?   – Porque no soporto verte brillar.
  Y,  precisamente, ha sido la innegable posición descollante de la Isla en el  mundo, en materia de justicia social, de ejemplo de sociedad equitativa y  humana,  atención priorizada a la dignidad  plena del hombre,  como ley primera de su Constitución, la que alimenta hasta el paroxismo la postura desequilibrada del Norte para  desaparecernos de la faz de la tierra, por la sencilla razón que la luz de Cuba niega por sí sola su carcomido modelo de sociedad.
    Por estos días, se ha hablado mucho de derechos. Las imágenes de las televisoras y  los periódicos son elocuentes testimonios,  que en  un mundo plagado de violaciones mantener la condena  al país  que más ha hecho por el bienestar de su pueblo, es una aberrante  actitud de fuerza imperial, cuyo único fin es justificar   un objetivo político.
      Estados Unidos está consciente que debe mantener esa política hostil hacia Cuba, sino se le acaban los argumentos para mantener el bloqueo.
Y no solo derechos humanos, se nos acusa de falta de libertades, de antidemocracia, de torturar a quienes piensan diferentes, de traer miserias al pueblo, de hambre, prostitución y todos los males existentes.
Una de sus últimas tácticas es crearnos una oposición interna, con el pago de mercenarios. Millones de dólares gastan  anualmente en esos propósitos.
  Vergüenza debía darle por la farsa.  Cuba continúa su lucha por la verdad y por los derechos humanos para todos.
 Terrorismo y subversión son los métodos de Estados Unidos contra Cuba para la destrucción del orden constitucional refrendado por el pueblo cubano,  el único dueño de su destino.
Cuba desde el primero de enero decidió ser libre y en pago por la osadía ha tenido que estar durante estos 55 años en total estado de alerta con una invasión mercenaria por Bahía de Cochino, en 1961, casi  700 acciones terroristas, con la pérdida irremediable de  tres mil 478 mujeres, hombres y niños, mientras que otros dos mil 99 quedaron físicamente incapacitados.
Los cubanos  hemos lidiado contra agresiones biológicas, radiales,  televisivas, sabotajes planes de asesinato a Fidel y otros principales dirigentes.  Muchas familias cubanas llevan ese gran dolor por acciones asesinas promovidas por los Estados Unidos, con un pasión enfermiza desde que triunfó la Revolución en 1959.

La CIA, desde 1960, fundó un enorme “estación” en Miami, con un gasto millonario de dólares  para atizar el terrorismo contra la Isla de la libertad, que según trascurrían los años le introducían nuevos métodos y formas.
 Ahí está la historia pública de René González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Fernando González,  quienes recibieron todo el odio visceral contra la Revolución cubana, solo por ser verdaderos antiterroristas. Mientras Luis Posada Carriles jamás ha sido juzgado como terrorista confeso.
Entre 1997 y 2012 Estados Unidos destinó más de 200 millones de dólares para programas subversivos contra Cuba.
¿Quiénes son esos grupúsculos que se benefician con ese dinero? Son personas violentas en busca de determinada prebendas, con intenciones de no trabajar o de emigrar, ningunos son “luchadores por los derechos humanos en Cuba”, sino vividores de esa política enfermiza de los Estados Unidos.
Cuba inició su tradición de lucha desde 1878, contra el colonialismo español, y tiene razones suficientes para defenderse de las hostilidades de  estos grupos, porque en nuestra idiosincrasia  no existe quedarnos de brazos cruzados y desde el Primero de enero sabemos defender esta Revolución, ante las permanentes agresiones contra su pueblo.
Washington parece destinado a una brutal agresividad  contra Cuba con un caduco bloqueo, que arrecia en cada oportunidad, al acusarnos de país violador de los derechos humanos, de patrocinador  del terrorismo, para tratar de engañar su opinión pública y la internacional, con el fin de justificar  poder disponer de tanto dinero para querer ahogar a este heroico pueblo, de más de 11 millones, de ellos 75 por ciento ha vivido con el bloqueo.
 Simplemente no soporta ver verdaderos  humanos derechos a  90 millas.











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