Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Una
apuesta por la ecología son los vinos artesanales elaborados por Bodegas Marpe,
con frutas
tropicales, tradición desde el esfuerzo
de la familia holguinera Martínez- Pérez, iniciada en la década de los 60, en
el siglo pasado, por Don Pepe y seguida por su quinto hijo, Rosell, apoderados de los
dones de Baco en esta región oriental de Cuba.
Rosell
Martínez Pérez junto a Don Noel Morales Rojas, presidente de la Coordinadora Nacional de Vinicultores y los productores
individuales Norelis Palmeros de Cienfuegos, José Sánchez y
Hugo Domínguez de La Habana, así como Yardanis
Rey, de Camagüey participan, como espectadores, en el Salón 1930, del Hotel Nacional en la XIV
edición de la Fiesta Internacional del vino.
El Vermut es la especialidad de Bodegas Marpe, su
bebida líder, elaborada a partir de vinos blancos o rojos, azúcar, flores,
raíces aromáticas o especias como la canela, macis nuez moscada, manzanilla,
coronilla, con otros agregados que suman unos 20, con un sabor ligeramente
amargo.
Según Rosell,
presidente del Club de vinicultores Bayado,
en la provincia de Holguín el Vermut abre el apetito antes de la comida y saboriza los platos en la cocina.
Rosell vindica la fermentación de frutas como uvas tintilla
americana o anamón pequeña – de los parrales de la familia-, marañón, ciruela,
cerezas, tamarindo, caña y la distinguida manzana, adereza sus vinos con pasión, imaginación y energías
auténticas.
Archiva dos primeros lugares en Festivales
Nacionales de Vinos Artesanales: Semiseco de uva y Vermut, cuatro segundos lugares y dos terceros. Un
Gran Premio de uva tinto en el Festival regional Don Lorenzo, en Puerto Padre, donde es el segundo más
ganador y más de 36 premios en Festivales
holguineros.
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