Columnas

Sunday, October 27, 2013

Desde Holguín, en la edición XIX de la Fiesta Iberoamericana



 

Con una intervención del doctor Eusebio Leal Spengler se inauguró el viernes el Congreso Iberoamericano de Pensamiento en el hotel Pernik. Leal disertó sobre temas esenciales para nuestra historia y cultura ante auditorio colmado por delegados al evento y máximas autoridades del Gobierno y el Partido Comunista de Cuba en la provincia.
Se refirió “al mundo de analogías y significaciones” abierto con la llegada a estas tierras de Colón y sus marinos, así como a lo que ello significó para los habitantes originales. Repasó conceptos varios: “cultura como elemento determinante de una nación”, “Cuba como punto de partida”, “la invención americana” y “la realidad de ser isla en la geografía, pero jamás en el pensamiento o en el sentir”. Habló de la mezcla étnica y su valor nacional y platicó sobre la variedad de dialectos y formas de un mismo idioma en América, elemento que llamó “hermosa pieza musical”.
Al concluir, aunque agobiado por deberes que desconozco, accedió responder mis breves interrogantes que sobrepasan el tema iberoamericano.
¿Qué importancia le confiere a la defensa de la cultura iberoamericana en estos tiempos?
-En el caso nuestro, particularmente con la singularidad que ha tenido este proyecto cultural para Holguín, es muy importante, porque ha demostrado cómo se puede, desde un ángulo de un país, en este caso de Cuba, llamar la atención sobre un tema que explora la unidad continental, que explora las raíces culturales, que son además innegables. Sería como dar coses contra el aguijón tratar de desprendernos gratuita y voluntariamente de aquello que Martí consideraba una parte esencial, y así lo consideraron Heredia, y Saco, y todos los grandes fundadores de la nación cubana. Cuando hablamos de Nuestra América como un concepto superior, que ya Martí elaboró, estamos aportando a lo que somos como nación humana e intelectual. Convocar a un evento, que sirve para reflexionar en torno a estas ideas, a profundizar en todos los aspectos, etnológicos, etnográficos, como hemos visto, con temas jamás tocados a veces o poco frecuentados por los investigadores, es realmente una motivación excelente. El hecho de que personalidades tan lúcidas de la intelectualidad cubana, como el doctor Segreo, como Guarch, hayan escogido este espacio para ese diálogo, aportando además como elemento probatorio sus propias obras, como ellos hicieron, me parece formidable

Usted acaba de regresar de los Estados Unidos, ¿Qué se habla allá de la Cuba actual?
-En realidad el discurso de la hostilidad es un discurso de los políticos. En el mundo intelectual, el mundo de la cultura más bien hay una especie de deslumbramiento y descubrimiento de algo que durante mucho tiempo ha estado como velado. Y cuando llega un cubano, o una cubana, ellos se deshacen en forma de hospitalidad, tratando de, sin darse cuenta o dándose cuenta, de poner de su parte para que esa extraña situación termine.

Usted dijo recientemente aquí lo de la restauración del capitolio y el regreso a él de la asamblea nacional. Algunos lo han interpretado como el cierre de un ciclo ¿Cómo lo ve usted?
-Yo creo que no. Lo que pasa es que los valores llega un momento en que, sobre todo después que ocurren las grandes revoluciones… la revolución cubana no ha terminado, no termina hasta el momento en que se derrumbe el bloqueo, hasta el momento en que la base naval de Guantánamo sea territorio cubano, hasta que se derrumben las leyes anticubanas, es decir, cuando el sacrificio de varias generaciones y fundamentalmente la generación de vanguardia del Moncada haya logrado sus grandes objetivos. Entonces el país podrá decir que ese ciclo habrá terminado, porque cierra un período triste de la historia de Cuba. Durante varios años hemos batallado por consolidar y fundar lo que en determinado momento va a florecer, cuando las condiciones objetivas así lo permitan.
La restauración del capitolio es efectivamente un símbolo, pero los edificios no son culpables, como lo dije una vez, de lo que pasó en ellos. Los edificios son valores de los países, símbolos de un país. Cuando entras al capitolio y ves la tumba del mambí desconocido o encuentras la imagen gloriosa de Cuba, o ves que las salas se llaman Guáimaro, Jimaguayú, Baraguá, te das cuenta de que no hay nada incompatible con esa realidad. Cuando ocurren las grandes revoluciones todo eso pasa y pasa más. No olvides que de las pocas revoluciones que existieron en el mundo, revoluciones verdaderas, esta, la cubana, fue una de ellas.
Se refería usted a la importancia de la lengua, usted ocupa la letra F en la Academia Cubana de la Lengua. ¿Qué palabras le vienen a la cabeza?
-Figúrate… fe, fidelidad…

En http://www.radioholguin.icrt.cu/
El VIII Congreso Iberoamericano de pensamiento abrió sus puertas este 25 de octubre en su ya habitual sede del Hotel Pernik con una intervención magistral del Dr.C. Eusebio Leal Spengler quien con esa prosa encendida, hermosa y sobre todo respaldada con un inmenso caudal de cultura que con inigualable disfrute en menos de una hora nos hizo recorrer esta isla nuestra. 
Después de saludar con singular afecto al numeroso auditorio, recordar con especial admiración a su compañero el Dr.C. Rigoberto Segreo, fundador del Congreso, comunicó que en el necesario descanso de la noche anterior después de haber recorrido más de 700 km por carretera, decidió engavetar la anunciada conferencia “en el baulito donde se guarda lo que no se ha de hacer, por eso decidí abordar un tema más adecuado y más próximo a la realidad y los propósitos del encuentro”, enfatizó.
De forma ingeniosa engarzó la descripción de su travesía desde La Habana hasta Holguín enfatizando su entrada al oriente de la isla luego de pasar por encima del Río Jobabo, deslumbrado con el inmediato cambio del paisaje dejando atrás otro no menos hermoso, el del gran Camagüey al cruzar el río Jatibonico. Hizo referencia a cada sitio que lleva impresa las huellas de la historia patria, lugares que se encuentran en esa interminable carretera central.
El historiador de La Habana, una de las figuras más brillantes del pensamiento cubano y latinoamericano fue conduciendo su exposición desde el arribo del almirante Cristóbal Colón en 1492, hasta caer en el tema central de lo que sería una “escueta” y a la vez extraordinaria disertación a cerca de cuánto le deben la identidad y las raíces culturales nuestras a la hispanoamericana, la árabe y  la africana.
“Hay un elemento sin el cual Cuba no puede ser explicada y que también vino en circunstancias distintas, el universo africano, si para algo sirvió el encuentro del viejo con el nuevo mundo a partir de los dolorosos capítulos que pertenecen ya a la historia de la humanidad, lo cierto es que África se insertó a nosotros en sus múltiples variaciones”.
“Herederos de esa magna cultura llevamos también la del mundo árabe que España trajo metida bajo la coraza de sus conquistadores, y por eso hoy en nuestro español menciona aún palabras como aljibe, pantalón, alforja, alcalde, alcohol, azúcar, azulejo; y también vino la África profunda la que llegó en cadenas, la que sigue entre nosotros porque aportó no solamente el elemento de rebeldía del hombre que se ve privado de su libertad sino trajo además todo el poder de su mística, quedando hasta toda la fuerza de su contenido, una fe que logró mantener viva el alma de un pueblo cautivo y que se convirtió en rito de esperanza, en profecía de un mundo mejor”.
Ya casi al final que ninguno de los presentes esperaba ni deseaba, Leal aseguró. “Esta es la realidad, todo podemos apartarlo menos la sangre, una sangre mestiza, por suerte para nosotros. Lo único salvador para Cuba es admitir su mestizaje, el de la sangre y de la cultura, y en ella como piedra preciosa nuestra herencia cultural indisoluble, pero lo más importante de todo es la familia iberoamericana como se le llama aquí, hispanoamericana al decir de Martí, nuestra América engendrada en años dolorosos y fuertes, esa América nuestra de la cual nos enorgullecemos es la que nos convoca”.
Tras un prolongado aplauso la Ms.C. Bárbara Martínez, coordinadora del Congreso dio la palabra al Dr.C. Alejandro Torres, presidente del jurado del Premio José Manuel Guarch Delmonte, alta responsabilidad que compartió con los doctores Carlos Córdova Martínez y Samuel Olivero Calderón, todos altos catedráticos de la Universidad Oscar Lucero Moya.
Del acta del jurado… “Luego de un complejo proceso de análisis crítico y selección de un total de diez investigaciones sustentadas todas en la calidad; por su rigor científico, fundamentado en un profundo estudio de campo, por el basto uso de fuentes primarias, además de importantes fuentes textuales, por su valor metodológico y la interacción con prestigiosas instituciones del país, por su genuino aporte al estudio de la cultura popular en el componente caribeño del territorio que ocupa la actual provincia de Holguín, por resultar un material de obligada consulta para los investigadores del tema, este jurado decide entregar el Premio José Manuel Guarch Delmonte al trabajo La presencia del Caribe en la cultura popular tradicional de la provincia de Holguín, de la autora Haydée Toirac Maique”.
Además fueron reconocidos con respectivas menciones La hora del tres, de Carlos Mejías, y a La filosofía del derecho y la encrucijada del estado de nación en Cuba, bajo la autoría principal de Leodanis Torres. Tanto la placa que acredita al premio como los diplomas a las menciones fueron entregados por el excelentísimo señor Francisco Montalbán Carrasco, embajador de España en Cuba, y Pablo Plata, consejero cultural de dicha sede diplomática que entrega un monto metálico en CUC para este importante, reconocido y codiciado premio.
Después de darle un abrazo a la profesora Haydée Toirac por su premio, y de complacer a un alto número de admiradores, Eusebio Leal se despidió con un hasta pronto apretando sus dos manos. Mientras con paso rápido y seguro se disponía a bajar por las escaleras le dije, Doctor respóndame dos preguntas: ¿Qué importancia usted le concede a la Casa de Iberoamérica a 20 años de su fundación?
Que conserve el espíritu culto y alto que le dieron sus fundadores, los doctores Guarch y Segreo y de todos aquellos intelectuales de Holguín que lucharon por tener un espacio para la cultura con una visión amplia de crear y de apoyar el surgimiento de vanguardias intelectuales, que sirvan para movilizar la sociedad y transformar la historia es para lo que tiene que ser la Casa de la Cultura Iberoamericana… ¿Qué valor le otorga a la Fiesta Iberoamericana? Me parece excepcional que desde Holguín se pueda hacer una convocatoria y que vengan personas de todas partes del mundo con ese interés de aspirar no solo a conocer lo que Holguín hizo sino para ver lo que Holguín hace.
Dio la espalda y salió con el mismo andar que semana tras semana lo vemos en la pantalla chica al andar la Habana. Así iniciaba nuevamente pero a la inversa el largo recorrido que lo llevaría hasta su querida capital, dejando en todos nosotros el eco de su inigualable verbo al abrir las puertas del congreso.
La muestra de artes plásticas Revolución de las almas, dedicada a la lucha por la emancipación de la mujer latinoamericana, fue inaugurada en la ciudad de Holguín, como parte del programa de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, que se desarrollará hasta el próximo día 30.

El proyecto fue presentado por la delegación ecuatoriana al evento y lo integran 28 pintores, cuyas obras se centran en resaltar la participación de las féminas en la vida social y laboral latinoamericana.

Susana Torres, artista de esa nación y coordinadora de la iniciativa, explicó que en esta exhibición participan, entre otras, las creadoras Neva Camarlo, de Bolivia; Larissa Oksman, de Rusia, Cristina Fonollosa, de España, y las ecuatorianas Sylvia García y Lidia Salguero.

En la exposición, precisó Torres, se realiza un recorrido por los roles de la mujer en la vida social y cultural de Latinoamérica, utilizando diferentes técnicas como el acrílico, el óleo sobre lienzo y la fotografía digital.
Entre las obras expuestas figuran La esencia latina, Mujer atrapada, Blanco y negro no dan gris, La pasión de Margarita y Paradigma del Silencio.

La Fiesta de la Cultura Iberoamericana, celebrada por primera vez en octubre de 1992, tiene entre sus propósitos promover las tradiciones y costumbres típicas de los pueblos.

El evento, que concluirá el próximo 30 de octubre, reúne cada año en Holguín a especialistas, intelectuales y artistas nacionales y extranjeros, con el propósito de fomentar el intercambio cultural entre las regiones representadas.    

Entregan  distinción Casa de Iberoamérica en la XIX Fiesta de la Cultura de Holguín

Lidia Ester Ochoa


En el Salón de las Banderas del Museo La Periquera, Monumento Nacional, fue entregada la Distinción Casa de Iberoamérica a personalidades y colectivos vinculados al quehacer de la institución que celebra sus 20 años de fundada en el marco de la XIX Fiesta de la Cultura que tiene lugar en la Ciudad cubana de los Parques.

El doctor Eduardo Ávila, director de la Casa de Iberoamérica, resaltó la trayectoria de los galardonados, sus estrechos vínculos con la institución rectora de la Fiesta de la Cultura, y de esa manera recibieron el lauro el poeta José Luis Moreno del Toro que está celebrando sus primeros 70 años de vida en su ciudad natal, y el artista de la plástica Eduardo Sablón, creador de la Distinción, que es en sí una obra de arte.

El Fondo Cubano de Bienes Culturales por sus aportes a la creación artística a 35 años de haberse constituido y el suplemento humorístico DTT por mostrar la diversidad de la Fiesta de la Cultura desde pinceladas del humor inteligente, merecieron igualmente la máxima distinción que confiere la Casa de Iberoamérica.
También entregaron certificados de reconocimiento al Orfeón Holguín y la Banda Provincial de Concierto junto a sus directores Marilín Aldana y Humberto Pino, respectivamente, al igual que a escritores, promotores culturales, artistas de la plástica, fotógrafos y periodistas que han sobresalido en la promoción de la Fiesta de la Cultura y otros proyectos de la Casa de Iberoamérica.
En este grupo resaltan el escritor Manuel García Verdecia, los poetas Belquis Méndez y Ronel González, el guitarrista concertista Eliécer Travieso, el promotor cultural Joaquín Osorio, los fotógrafos Amauris Betancourt y Juan Pablo Carreras, el periodista Moisés Anazco y el humorista Adán Iglesias, entre otros.

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