Columnas

Friday, October 26, 2012

Sandy en Holguín: Ganó la vida



Rodobaldo Martínez Pérez
Fotos Javier
Otra vez fue la noche  que  trajo la furia  de la naturaleza. Pocos pudimos dormir  con esos estremecedores vientos agitando la oscuridad y, sin dudas, volvieron a la memoria aquel azaroso 8 de septiembre de hace 4 años, cuando Ike impactó a Holguín con su  descomunal fuerza,  momentos inéditos vividos para quienes no conocieron Flora en 1963  y su desgracia acompañante.
Las tres o cuatro horas de azote de una nada cándida  Sandy, que ya venía inspirada de violencia de la hermana Santiago de Cuba,  se eternizaron hasta el infinito y muchos añoramos el amanecer  en que ya el meteorólogo Rubiera había anunciado su salida al mar con rumbo Norte.
  Sandy se ensañó con la provincia, especialmente en Cueto, por donde entró su ojo, con la potente fuerza de la derecha hacia Mayarí y su ataque destructor en otros municipios, en especial  en  Antilla y Banes, este último expulsó de Sandy, por Punta Lucrecia, donde,  coincidentemente,  entró  Ike.
 Pero, la mañana destinada a un recorrido de un equipo de reporteros nacionales, de Radio Angulo, Tele Cristal y  de ¡ahora! por zonas afectadas retrotrajo el mismo impacto de medir con vista propia los daños ocasionados. En aquella ocasión,  del 2008,  fueron    Gibara, Antilla, y Banes los más maltratados, aunque estos últimos, informaron  sus autoridades, pocas huellas quedaron  de Ike en medio del reciente ataque desde el Sur. 
Árboles con las raíces al aire, casas  derrumbadas o sin cubierta y otras desbaratadas en sus diversas partes, como si hubieran sido presas de las garras de una enfurecida fiera; nuevamente la angustia por haberlo perdido todo y las anécdotas de los tristes momentos vividos por familias enteras  desconcertadas por la mala suerte, aunque confiadas en que no serán jamás abandonadas.
Sin dormir, como casi todos los holguineros,  Abel Sandín  Nacer y Mariza Salas G, presidentes de los Consejos de Defensa en Cueto y Mayarí, sin salir del asombro del golpe,  repiten: “Nunca habíamos vivido algo igual, era como si un animal salvaje, con  un estremecedor rugir nocturno,  tratara de estrangularnos”.
Volaron los techos, y se mezclaban viejos con nuevos aditamentos, cubiertas que se iban por los aires, como peligrosas armas cortantes,   lo mismo de viviendas, de un fondo habitacional entre regular y mal, escuelas, comercios y  almacenes. Aquello era  como una danza macabra que dejaba descubierta las construcciones.
 Clober Rodríguez, de 72 años,  no aguantó su tristeza, cuando vio dañarse su recién reinaugurado Hogar de Ancianos en Cueto.  En medio de su angustia la luz de la confianza lo ilumina,  porque sabe que con la preocupación de las autoridades de rescatarlo junto al interés de autorecuperarse, pronto podrán erguirlo.
Los vecinos de Cueto comentan la crecida del río Barajagüa como pocas veces vieron;   el impacto del ojo  del huracán en Alto Cedro y  Marcané, en este último  capaz de arrancar techos de placas de dos casa.
Al mismo tiempo lejos de tanto mal, ocurrían lecciones de solidaridad con los evacuados en albergues  o casas de familiares y  de amigos.
Idalmís Escalona, hoy miembro del  Buró del Partido en Cueto, y nacida en Sagua de Tánamo entre lluvias y crecidas del río, reconoció que esa noche desde las 3 de la madrugada hasta el amanecer   Cueto se estremecía con las fuertes ráfagas. No recuerdan algo similar, pero, el pueblo mantuvo la disciplina, nadie entró en pánico y  se cooperó desde el primer momento.
En Mayarí,   una legendaria Ceiba, a la orilla del río, en el puente de la calle Carlos Manuel de Céspedes,  con sus potentes ramas verdes,  había desafiado cualquier inclemencia de la naturaleza. Los vecinos siempre la vieron erguida, como vencedora desde el destructor huracán Flora, pero, esta vez, no salió ilesa y Sandy le quemó todo su follaje.
La tormenta se  ensañó en ese árbol de tantas creencias,  y muchas  viviendas  allí, cuyas construcciones son hasta centenarias, no resistieron y se doblegaron,  para pesar de sus dueños, pero en medio de las vicisitudes una  Defensa Civil tan  fuerte, como lo ha demostrado, siempre, funciona como calma ante el desasosiego y pueden nacer curiosas  anécdotas como cuenta Kike Bermúdez,  quien hace 77 años vive en la casa que Sandy le tumbó y 4 personas pudieron refugiarse en el baño por más de cuatro horas.
Jorge Cabreja Rondón, director de los Taínos, sin perder su sentido del humor,  auxilió  a su cuñada,  la esposa de  Alberto expelotero del equipo Holguín, quien  colabora en el hermano pueblo venezolano.
 La imaginación provoca escalofrío,  solo de pensar como se sintió Nivia, quien vio caer su vivienda de dos plantas, con el número 8,  en la calle Carlos Manuel de Céspedes, y tuvo que esperar el amanecer acurrucada en el portal, la única pieza superviviente de su casa.
Ya Holguín está en la fase de recuperación. Cueto y Mayarí, como los otros municipios afectados de la provincia,  se levantarán de nuevo en una batalla en la que se perdieron valiosas cosas materiales y por eso se aleja la alegría, fue un duro combate del hombre contra una imparable naturaleza llena de ímpetu maligno, pero hay una indudable victoria: ganó la vida.

2 comments:

  1. Lamento mucho lo que les paso. Comparto su pena, estoy con ustedes.
    Desde México D.F. les envío un saludo y un abrazo solidario. Francisco Luna Leal fcolule@hotmail.com

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  2. Muchas gracias por la solidaridad.
    Ya hay 6 mil 307 familias recuperadas en sus hogares, pero solo es un 9,7 por ciento de las 664 mil 776 viviendas averiadas, uno de los procesos más lentos por las carencias de materiales, principalmente de cubiertas.

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