HOLGUIN AHORA

 Amor por patria y vida

Rodobaldo Martínez Pérez

rodobaldo@ahora.cip.cu

Cuba es paz, solidaridad y amor. Quien  me puede explicar si cabe entre patria y vida la muerte, el odio, dividir  familias, pedir invasión, lapidar a sus semejantes, querer quemar hospitales, desorden sociales, sin mencionar tantos atentados terroristas, a lo largo de la historia, de todos tipos, con la muerte de más de 3 mil 478 inocentes.

En Cuba, desde que llega Colón en 1492, solo la Revolución, en enero de 1959, distingue la vida y la patria para todo nuestro pueblo.

Por Cuba libre  derramaron mucha sangre los mejores hijos de la nación, desde el 10 de octubre de 1878, para no tener amos, oprobios, ni calles repletas de matones, estafadores, analfabetos, pandillas, gánsteres, niños mendigos, ni absoluta inseguridad social.

Como actualmente defender la prosperidad es la batalla más urgente en nuestro país, a pesar del más horrendo y asesino bloqueo de la mayor potencia del mundo, a un pequeño archipiélago que quiere la vida y la patria sin las botas yanquis encima. Pecado capital para la maquinaria del terror.

 Soberanía en todos los preceptos para que siempre Viva Cuba Libre con amor, unidad, orden, trabajo y disciplina son nuestros anhelos, conscientes de todos los problemas actuales, incluso, lo que nos duelen por culpa de nosotros mismos.

Ahora, cuando desean que las esperanzas de los humildes de esta tierra no vuelen más, quienes, desde hace más de 60 años, tratan de estrangularnos, pretenden presentarse como salvadores de la vida y la patria.

 Pero hay memoria de todo lo acontecido desde 1898, cuando impidieron la victoria mambisa sobre España,  hasta finalizar el 1958, que ¨llega el Comandante y manda a parar¨.  Suman más de 120 años de odio, terror, destrucción familiar, sin importarles jamás ni  la patria ni la vida de los cubanos.

Uno de sus mejores lame botas,  el tirano Batista, quien hundió la patria y la vida en Cuba,  luego de huir de aquí, jamás lo dejaron entrar a la casa de sus amos, a quienes bien sirvió, al llenar de luto a la tierra que lo vio nacer.

Cuba es profundamente alérgica al odio y el mundo lo sabe con múltiples  ejemplos, incluso  los propios  Estados Unidos, cuando en septiembre de 1984, alertan, desde aquí, sobre un posible atentado contra el presidente Ronald Reagan, quien debe encabezar la lista de activar el mayor odio contra este noble y solidario pueblo.

La Brigada Henry Reeve, nombre de un valiente estadounidense que dio la vida por la libertad de Cuba, surge en 2005, a iniciativa de Fidel,  para enviar  mil 500 médicos  a  los Estados Unidos, con el único fin de ayudar a salvar vidas  después del huracán Katrina, así nace ese ejercito de batas blancas  que hoy acusan a sus miembros de esclavos.

La vida  como la patria en la política de Washington contra Cuba ahora está, más que nunca,  repletas de mentiras,  infamias y  odio, con una arremetida sin precedente al abrir, con la mayor  animadversión, sus poderosas plataformas mediáticas.

Desde el comienzo de la guerra del 10 de Octubre de 1868, los españoles conocen el valor, principios, dignidad y decisión de los cubanos por vencer o morir y optaron, como única vía posible para derrotarlos: dividirlos.

Martí hizo todo lo posible para impedir el odio entre cubanos y defiende: ¨Con todos y por el bien de todos¨, así nace también la Patria, bajo la acción rebelde de Carlos Manuel de Céspedes, en la Demajagua, marcada por la voluntad de la independencia y el supremo anhelo de justicia social por la patria y la vida.

La Revolución Cubana borra, para siempre, las semillas de la maldad, la desigualdad, el odio, el deshonor y el crimen para su pueblo.

Fue el 23 de diciembre de 1999, cuando Fidel reflexiona con pioneros: “Voy a usar hoy una frase, no definitiva, porque nosotros no debemos renunciar a la idea de Patria o Muerte, ni a la idea de Socialismo o Muerte, y voy a decir como dijo una joven diputada en la Asamblea Nacional: ¡Patria y Vida! ¡Vida para ustedes es la que queremos!”.

 Quienes, por un poco de dinero, hoy repiten la frase del Comandante en Jefe  y, como seguro desconocen su origen, le hacen una propaganda gratis, a la Revolución Cubana.