Columnas

Wednesday, November 11, 2020

 Teletrabajo: en cambio de tiempo

Rodobaldo Martínez Pérez

rodobaldo@ahora.cip.cu

El teletrabajo no nace con el coronavirus, en  la necesidad de adecuar la vida laboral a las difíciles situaciones impuestas por la pandemia:  Surge en la década del 70 por el físico estadounidense, Jack Nilles, en plena crisis del petróleo.

 Jack busca una solución para reducir el consumo de combustible  en  los traslados desde el hogar al centro de trabajo y viceversa.


A pesar de que el teletrabajo surge en la pasada década de los 70, no fue hasta el siglo XXI cuando los países empezaron a contemplarlo en sus respectivas legislaciones laborales. En Cuba, por ejemplo, no existía mucha tradición, porque el proceso de informatización de la sociedad es relativamente joven.

Podemos decir que las mismas causas de Jack para inventarlo fue la de Cuba, para justificarlo en el 2019 por la crisis energética, fruto del criminal boqueo yanqui contra  nuestra nación nos obliga a dicha alternativa. 

Al respecto, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel llama a aprovechar al máximo las potencialidades de dicha variante, pero, en qué consiste: El término teletrabajo está formado por el prefijo griego “tele”, que significa distanciaolejanía y  hace referencia a las telecomunicaciones. No es lo mismo trabajar desde casa al teletrabajo.

El trabajo en casa existe, casi, desde siempre. Para el teletrabajo, en cambio, son imprescindibles las tecnologías de la información y las comunicaciones.

De trabajo a domicilio sí hay antecedente, incluso antes de que el lugar de trabajo se estableciera como una de las cláusulas a pactar, entre los tipos de contratos existe uno denominado: Contrato a Domicilio.

El teletrabajo llega para quedarse, más allá de su necesidad ante las difíciles condiciones que enfrenta el país en todos los sentidos, incluida la epidemia Covid-19. No es una relación laboral excepcional, sino una de las formas reguladas para aquellas actividades que se ajusten a sus características.

A dicha modalidad le son aplicables las demás reglas generales de la legislación laboral, ajustándose o flexibilizándose aquellas tradicionales como el cambio conceptual de “horas de oficina” por el de “horas dedicadas al trabajo”.

Las administraciones comenzaron a tomar conciencia sobre lo útil y necesario de esa forma; sin embargo, existen problemas subjetivos que impiden mantener los resultados iníciales del trabajo a distancia.

 

Ambas formas de empleo -teletrabajo y trabajo a domicilio-  no son privativas de este período, cuando concluya esta contingencia, la administración de la entidad puede mantener a su fuerza laboral en ellas. Como norma, el teletrabajo, debe perdurar.

El teletrabajo es un término laboral del que muchos cubanos escucharon, por vez primera, hace poco, el cual  disminuye los tiempos de desplazamiento hacia el centro laboral, elimina el ausentismo, las llegadas tardes...

Hay precedentes, desde bastantes años atrás, en la historia demostrativo que trabajar desde casa no, necesariamente, debe estar reñido con la productividad. Isaac Newton desarrolla la teoría de la gravedad desde su casa.

Fue en 1665, cuando la Universidad inglesa de Cambridge cierra, temporalmente, debido a la propagación de la peste bubónica,  época en que Newton trabaja desde casa y fue precisamente durante este tiempo cuando consigue desarrollar el cálculo y la teoría de la gravedad.

Los tiempos cambian, también las formas del ejercicio laboral, incluido el teletrabajo, que si bien es un término conocido, la pandemia de la Covid-19 precisa su implementación acelerada en la mayor cantidad de actividades posibles.

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