Independencia de pensar y obrar 
Rodobaldo Martínez Pérez
De Martí aprendimos que ser culto es el único modo de ser libre, o sea en la actualidad mientras más conocimientos tengamos, existe menos posibilidades de ser manipulados. Conservamos la independencia de pensar y obrar solo con amplia erudición.
Según el diccionario manipular es: “Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares”.
Un ejemplo concreto es la afirmación de que si un individuo está, cada vez, más preparado y conoce los problemas del país y cuantas estrategias realiza, ninguna falsa noticia puede confundirlo, porque es capaz de entender y hasta explicar cualquier cambio.
Debemos ser capaces de anticiparnos a las manipulaciones mediáticas, para neutralizar las teorías de la distracción y siempre poder defender la verdad, pero no basta con tener los conocimientos necesarios, porque es preciso contar con las capacidades y condiciones, como compatriotas competentes y conocedoras de sus realidades.
Cada problema requiere de su más profundo análisis, desde su mismo inicio, sin perder tiempo, para evitar nocivos comentarios y dudas compartidas con personas desinformadas u hostiles a nuestro sistema.
El propósito puede ser no comprender las tecnologías o los métodos utilizados para su control y su esclavitud según sus políticas, sino desarrollar las habilidades para promover en las audiencias seleccionadas que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar inculto, desentendidos de los medios y cultivar cada vez más una oleada de vanidad...
En medio de la emergencia sanitaria, que sacude al mundo, con el COVID-19, la comunicación vuelve a erigirse como un factor imprescindible a tener en cuenta para desarticular la ingeniería de las campañas mediáticas que fabrica el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, con el propósito de crear disensos en nuestra sociedad, a pesar de que el Archipiélago demuestra la efectividad de su estrategia en la contención de la pandemia.
Ejemplos concretos del embate de mentiras contra el país son las estrategias enemigas de tratar de desprestigiar a los integrantes del prestigioso Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, con el nombre del bravo combatiente mambí, nacido en los Estados Unidos "Henry Reeve", incluso hasta de amenazar a las naciones que les pidan a Cuba el apoyo de sus profesionales.
Dijo el presidente Díaz-Canel: “Hay mucho dinero corriendo y también laboratorios ideológicos. Los nuevos modelos mediáticos han demostrado efectividad en cuanto a sus capacidades para manipular y desarmar ideológicamente los pueblos en nuestra región y el mundo.
“Por tanto -agrega-, urge diseñar una estrategia de comunicación que utilice, incluso, muchas de las herramientas usadas contra nosotros, pero que también cree algunas más ajustadas a nuestra realidad.
“Han comenzado a sembrar dudas y alimentar la desconfianza. El enemigo, con sus sistemas de medios y mercenarios de turno, trabaja para sembrar desesperanza y desaliento”, sentencia.
A causa del incremento de ese hostigamiento político- mediático- del actual gobierno de los Estados Unidos constituye una muestra de cómo le molesta el prestigio y los resultados de de Cuba libre y un ejemplo reciente fue YouTube bloquea a Cuba Visión Internacional y la Mesa Redonda cuando los medios cubanos hablan sobre la vacuna nacional contra el Covid-19.
Ante esta realidad en ascenso por la agresividad del Imperio es imprescindible estimular los debates entre nuestro pueblo, en todos los niveles, para ganar en total claridad de las medidas aplicadas y tener los conocimientos relacionados con el tema sobre posibles la acciones manipuladora.
Es decir, disponer de los criterios precisos que nos permitan distinguir entre lo verdadero o falso, lo objetivo o subjetivo, lo que nos ayuda o no a mejorar como personas, como profesionales para mantener a Cuba libre.
Es frecuente que haya personas ignorantes de la realidad del país y emiten criterios absurdos, ante una determinación, por eso insistimos en incrementar los diálogos, las explicaciones, los porqués de una medida. Hay que saber leer, saber pensar y saber escuchar, para entender mejor una estrategia o una política.
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