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#Holguín muesttras de vinos artesanales |
El Club de
vinicultores artesanales Bayado, de la
provincia de Holguín, participa, desde hoy, en el XXVI Festival Nacional de
Vinos, con sede en Ciego de Ávila.
La
representación holguineras la emcabeza la diva del vino cubano Raquel López
Durañona, la mujer más laureada en estos eventos, quien compite en vino tinto,
la delegación la integran, además, el presidente del Club Rosell Martínez
Pérez, con un rosado y un seco;
Ivett Pupo Pupo, con balnco y espumoso; Luis Bermúdez Rodríguez, el gran
premio del Festival anterior, con un dulce
y semidulce; Fredy Peña, con un semi-seco.
Cayetano
Rodríguez, presidente del Club La Trocha en Ciego de Avila, explicó a PrensaLatina que el encuentro será un espacio para intercambiar ideas sobre la
cultura y la historia de la bebida en diferentes regiones de la isla.
Apuntó que cada provincia presentará sus mejores muestras y un jurado concederá un premio a los tres mejores vinos por las ocho categorías en competencia, según su olor, sabor y color.
Precisó que a la cita que se desarrolla hasta el próximo domingo, asisten productores artesanales por gestión propia, catadores y especialistas de la rama vinícola de la nación.
En el certamen compiten vino blanco, rosado, tinto, espumoso, seco, semi-seco, dulce y semi-dulce fabricados por familias dedicadas a esta actividad en Cuba.
El Club de Vinicultores de Ciego de Ávila se fundó en diciembre de 1985 y lo integran 32 productores de vinos, quienes de forma criolla elaboran el licor utilizando frutas tropicales, principalmente, guayaba, piña, naranja y fruta bomba, entre otras, explicó Cayetano.
Apuntó que cada provincia presentará sus mejores muestras y un jurado concederá un premio a los tres mejores vinos por las ocho categorías en competencia, según su olor, sabor y color.
Precisó que a la cita que se desarrolla hasta el próximo domingo, asisten productores artesanales por gestión propia, catadores y especialistas de la rama vinícola de la nación.
En el certamen compiten vino blanco, rosado, tinto, espumoso, seco, semi-seco, dulce y semi-dulce fabricados por familias dedicadas a esta actividad en Cuba.
El Club de Vinicultores de Ciego de Ávila se fundó en diciembre de 1985 y lo integran 32 productores de vinos, quienes de forma criolla elaboran el licor utilizando frutas tropicales, principalmente, guayaba, piña, naranja y fruta bomba, entre otras, explicó Cayetano.
El primer festival se realizó en La Habana en 1991 y, desde entonces, busca la
excelencia de una de las bebidas más agradables para acompañar regalos, alimentos, fiestas y brindis
familiares.
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#Holguín miembros del Bayado en el Festival de La Habana |
En el
Festival provincial de Holguín,
efectuado recientemente, eligieron a los integrantes del territorio para asistir a
Ciego de Ávila, además de la selección
de las mejores 8 categorías, de unas 80
muestras presentadas por los miembros del Club Bayado.
En el XXIV Festival Nacional efectuado, por primera
vez en Santiago de Cuba, hace dos años primer lugar del evento teórico fue para “Evidencias terapéuticas de
vinos de plantas medicinales”, de los holguineros Freddy Peña Abreu y Olga
Rueda Garcés, el Club Bayado solo ganó
el primer lugar en el 2008, en Pinar de Rio y se alzó con el segundo lugar en
el XVIII evento de Camagüey.
El Club de
vinicultores artesanales Bayado es de
los tres más destacados en el país, por sus constantes actividades, desde la
última década del Siglo XX hasta la actualidad afirmó, Don Noel Morales Rojas,
presidente de la Coordinadora Nacional de Vinicultores.
Noel Rojas
hizo un resumen del avance de la fabricación de esta bebida. Al referirse a las
provincias más premiadas en los festivales anteriores destacó en primer
lugar a Ciego de Ávila y en segundo a Sancti Spíritus.
Significó
como en casi todos los territorios del
país crece la tradición para la mayoría de sus habitantes,
de una bebida que llegó a Cuba hace más de 520 años.
Abogó por incrementar nuevos ánimos y saberes, para desarrollar, cada vez más, la vinicultura cubana, una práctica desde la familia, el barrio y de cada localidad, con un sello propio de nuestras frutas tropicales, para enriquecer la cultura vinícola artesanal, y fortalecer los grupos de catadores con experiencias, dotes naturales, habilidades y técnicas en aras de llegar a la excelencia en cada fábrica artesanal.
Abogó por incrementar nuevos ánimos y saberes, para desarrollar, cada vez más, la vinicultura cubana, una práctica desde la familia, el barrio y de cada localidad, con un sello propio de nuestras frutas tropicales, para enriquecer la cultura vinícola artesanal, y fortalecer los grupos de catadores con experiencias, dotes naturales, habilidades y técnicas en aras de llegar a la excelencia en cada fábrica artesanal.
Más de
cuatro millones de botellas de vino se comercializan anualmente en el país por
los miembros de la Asociación Nacional de Vinicultores, informó Noel Morales
Rojas.
Entre los vinicultores más premiados del país, en los últimos 24 años, están los holguineros: la multilaureda Raquel López Durañona y Rosell Martínez Pérez.
Entre los vinicultores más premiados del país, en los últimos 24 años, están los holguineros: la multilaureda Raquel López Durañona y Rosell Martínez Pérez.
El licor
criollo en los últimos tiempos escala espacio en certámenes importantes al
estilo de la Feria Internacional del Vino, de La Habana y se afianza entre los
cubanos, especialmente en holguineros, como una bebida asequible
económicamente, con calidad y versatilidad.
En Cuba
unos 417 vinicultores artesanales están
integrados a los clubes, la mayoría en las provincias de Cienfuegos, Villa
Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, territorios donde la
comercialización creció considerablemente en los últimos tiempos, con
iniciativas populares como expendios en
establecimientos estatales y presentación, en el caso de esta provincia,
en las Noches Holguineras y en el principal centro comercial La Marqueta.
Algunos de los clubes en el país que estarán en el Festival de Ciego de Ávila son Giraldilla y San Miguel de la capital del país; Pinar del Río, (Viniprinci); Cienfuegos, ( Jagua y Guanaroca), Puerto Padre, Las Tunas, (Don Lorenzo); Santiago de Cuba, (Baconao y Siboney); Granma, (El Bayamés); Sancti Espíritu, ( el Trópico); La Trocha, en Ciego de Ávila (es que más festivales ha ganado); Villa Clara (el Cubanicay) y Holguín, (Bayado).
Para la tradición de mezclar azúcar, jugos de frutas y levadura para
obtener una bebida alcohólica a partir de la fermentación usan frutabomba,
naranja, guayaba, piña, mango,
carambola o pera china, uvilla,
marañón, tamarindo, cereza, ciruela, caña, fruta de maya, canistel,
níspero, mora, jengibre y flores como las de majagua,
marpacífico, rosa o romerillo.
Manuel
Marrero Cruz, ministro del Turismo en
Cuba, elogió, en noviembre del 2014, la presentación y la calidad de los vinos
artesanales del Club Bayado, al recorrer
una de las versiones de las Noches
Holguineras, catalogadas por muchos como todo un espectáculo cultural
Las Noches
Holguineras constituyen un espació
recreativo-cultural con la combinación de opciones gastronómicas, culinarias,
musicales, exhibición de moda,
actuaciones teatrales, del tradicional órgano, pantalla de cine y ofertas de la
red de tiendas y desde su inicio previó la participación del vino artesanal,
expendidos por sus propios fabricantes,
con el uniforme típico de ese espacio.
Las primeras competencias de vinos artesanales en el país comenzaron en
La Habana en 1991, pero desde la década del ’80 se revitalizó la tradición de
hacer vinos artesanales y, con ella, el gusto por su consumo.
Entre los clubes de vinicultores más antiguos de la Isla figuran, el
Cubanicay, de Villa Clara; el Guanaroca, de Cienfuegos; y el Canario, de Sancti
Spíritus, que data de 1948.
Recuerda, uno de sus fundadores, Noel Morales Rojas, el más premiado y el
único fabricante del país que expende sus vinos caseros en una tienda con la
marca Don Noel, elaborados a partir de la miel de abeja.
Inmortaliza
a sus abuelos, productores de vino,
oriundos de San Bartolomé, Lanzarote, en las Islas Canarias, que en 1933
llegaron a Remedios, al continuar la tradición por sus padres, Agapito y Ramona
y con su familia.
Con su
magisterio en esta magia resalta la
calidad del vino holguinero y aboga por incrementar la cultura de preferir el vino, por encima de cualquier
otras bebidas, como siempre quiso el Comandante en jefe Fidel Castro.
La historia del Club de la provincia
comenzó el 20 de diciembre de 1994,
cuando nace entre los vinicultores de la
Ciudad de los Parque, que luego lo nombran
Bayado, en honor al cerro más
prominente de estos lares, devenido símbolo de la región: La Loma de la Cruz,
desde dónde el Papá Francisco bendijo la ciudad, en su primera visita histórica al territorio en septiembre del 2015.
En el alumbramiento mucho sobresale
Raquel López Durañona, su fundadora, quien desde niña comienza en este arte,
inspirada por su abuelo paterno, el que
llegó a esta zona Oriental desde su natal Villar, provincia española de
León.
La Dama de
los Vinos, como la conocen, es la mujer
con más premios ganados en festivales nacionales de vinos artesanales, tiene el
reconocimiento de Gran Maestra del Vino otorgada por el Ministerio de la
Agricultura Urbana, en el 2006, e Hija
Ilustre de la Ciudad de Holguín, e invitada de honor a todos sus festejos vinícolas en la provincia de Cienfuegos.
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#Holguín Rosell Martínez Pérez presidente del Club Bayado |
Bayado
extiende su activismo al sumarse a
eventos importantes, como las Fiestas de la Cultura Iberoamericana, en
octubre, donde levantan las copas en Bariay para brindar por nuestra
América, en las Romerías de Mayo, en la Semana de la Cultura y otros eventos de
interés.
El
presidente actual del Club Bayado y
representante de la Coordinadora Nacional de Vinicultores en el Oriente
Cubano, Rosell Martínez Pérez, defiende la importancia de elevar
cada vez más la calidad de los vinos artesanales, que con características aromáticas y
marcado sabor a frutas nacionales, son idóneos para ofertarse en cualquier establecimiento del turismo en
el Archipiélago.
Apuntó que
entre los turistas, sobre todo canadiense y europeo, hay tradición en el
consumo de vinos.
Cayetano
Rodríguez Burgo, presidente del Club La Trocha de Morón, en Ciego de Ávila, el más ganador de los Festivales dijo que el trabajo
fundamental, en los últimos años, es
enseñar la cata a sus 32 vinicultores, para que evalúen mejor sus muestras, en
aras de elevar la calidad y reconoció el ascenso en Holguín.
Roberto
Alemán, vinicultor habanero, merecedor del primer premio con un vino semidulce,
en el Festival de Camagüey, opinó que esa bebida posee la ventaja de producirse
a partir de frutas tropicales, por lo que logra efectos positivos
cardiovasculares, anticancerígenos, nutricionales, digestivos, antioxidantes y
antiestrés.
Según Prensa Latina la presencia vinícola en la
Isla sobrepasa las 100 marcas, y entran anualmente al país unas 400
contenedores de vinos, un estimado de cinco millones 760 mil botellas.
Cuentan
muchos de los vinicultores que llegan clientes procurando vinos de uva para una
dieta, otros para rebajar al
ingerir unos dientes de ajo en un
vaso con agua y una copita de la bebida.
Personas
operadas del corazón gestionaron el vino tinto para estimular la circulación,
otros el de marañón o jengibre, como afrodisíacos y la flor de majagua, contra la bronquitis, el
asma o catarro o de tamarindo, para
estabilizar la presión arterial, el marañón
a para diabéticos.
Más allá del paladar
La ciencia
demuestra los beneficios para la salud humana de
consumir vino moderadamente. Según un nuevo estudio aconseja tomar un vaso al día a los pacientes con cáncer de seno, para
superar los efectos de la radioterapia.
Una investigación del CSIC (Consejo
Superior de Investigaciones Científicas),
el vino podría ser eficaz para la prevención de úlceras y gastritis producidas por la
bacteria Helicobacter pylori y ahora descubrieron que el consumo
moderado de vino ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.
Investigadores de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Washington revelaron un
ingrediente del vino tinto, hallado en
la uva, los arándanos y otras plantas, el cual podría prevenir algunas
enfermedades de vista derivadas de vasos
sanguíneos dañados en la retina.
Raíces
Raíces
Fue antes de Cristo, unos tres
milenios atrás, cuando la vid llega a
Egipto y corre por los países mediterráneos, ante el asombro de muchos. Según la historia, desde el siglo V, corrían
vinos blancos, tintos o dulces, de varios tipos de uva.
La iglesia lo utiliza para el
sacramento de la Comunión y en los siglos VI-VII, puso, casi siempre, en manos de los
monasterios la viticultura europea.
Aunque en el 2.300 a.C. los griegos y fenicios
glorificaron la sapiencia del vino por el resto de las culturas y fueron, sobre
todo, los fenicios quienes lo vendieron como una mercancía de gran valor.
Para
los romanos el vino devino
obligación social saborearlo y,
por su potencial embriagador, había se
bebía en el Simposio y la copa
enaltecía a los dioses.
Holguín y su
club Bayado aumentan esta historia de
siglos, ahora con nuevos proyectos para
el 2017 en los que sobresalga economía y salud, cuando saboreamos un néctar
que, aunque les demos toques de modernidad, hace más de 3 mil años cautivó a nuestros
ancestros.
Por esos los vinicultores cubanos apostaran, en el Festival de Ciego de
Ávila, por una mejor bebida
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