Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Aunqueya el bloqueo económico, comercial y
financiero, impuesto por los Estados
Unidos, a Cuba sobrepasa el medio siglo, con daños superiores a los 125 mil 873
millones de dólares, a precios corrientes y afectaciones
psicológicas, de un estado de guerra constante, irreversible en varias
generaciones de cubanos, aún algunos
afirman que es un pretexto para enmascarar las insuficiencias del Estado Cubano.
Es que los mecanismos de restricción se enmascaran
en la enmarañada política yanqui y las pocas aperturas que, en nada modifican,
la cruel esencia de ese engendro, pueden confundir y, hasta hacer pensar en la buena voluntad
del gobierno norteamericano de habernos quitado ese cerco diabólico.
Pero no es
así. En el reciente informe: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico,
comercial y financiero a Cuba”, el cual hará pronunciarse a los diferentes países
por 25 veces consecutivas en la ONU, el próximo 26 de octubre, revela que el 20 de enero de 2016, el Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos impuso una multa de 140 mil 400 dólares a la
compañía estadounidense de diseño WATG Holdings Inc. (WATG), con sede en
California, por violaciones de las sanciones contra nuestro territorio.
A inicios de febrero de 2016, autoridades del banco alemán Commerzbank
comunicaron a bancos cubanos el cese de las operaciones en los próximos meses,
como resultado de la multa impuesta por los Estados Unidos, en marzo de 2015,
por un monto de mil 710 millones de dólares y, en ese mes, los bancos italianos
Banco Popolare, Unicredit e Intensa San Paolo rechazaron hacer operaciones con
la empresa italiana SRL Sol, distribuidor en Italia del ron cubano Varadero.El 12 de febrero de 2016 trascendió que la sucursal del banco británico Standard Chartered Bank en Uganda, informó a los médicos cubanos que trabajan en la universidad de Mbarara, que tenían hasta el lunes 15 de febrero para retirar su dinero, debido a que por ser cubanos no podían continuar con sus cuentas en dicho banco.
Solo 4 ejemplos, de los más recientes, demuestran con certeza que el bloqueo está vivo y continua sus afectaciones a la economía nacional y a la población cubana, además, en sectores de mayor impacto social como: salud, alimentación, deporte y cultura, desde abril del 2015 a abril del 2016, las afectaciones, estimadas, fueron de 753 mil 688 millones de dólares estadounidenses.
Mencionemos
un renglón eminentemente holguinero: El mercado natural del níquel cubano es Estados
Unidos, que hoy importa ese mineral desde Canadá, Rusia, Noruega y Australia,
por solo citar algunos suministradores. Teniendo en cuenta su cercanía
geográfica, Cuba hubiera podido exportar más de 30 000 toneladas anuales de níquel
al mercado norteamericano que, al precio promedio de ese mineral, representaría
más de quinientos millones de dólares para nuestra economía, pero solo el
bloqueo lo impide.
Resulta contradictorio e indescifrable para quienes
los escuchamos hablar en La Habana, que
esa propia persona, Barack Obama, quien declaró al (embargo), para nosotros Bloqueo,
obsoleto e inútil, volviera a usar su zurda para firmar la Ley de
Comercio con el Enemigo, promulgada, como medida de guerra, en 1917 para restringir el
comercio con naciones consideradas hostiles.
Es
como ahondar la distancia entre decir y hacer. Lo hecho hasta ahora da muestra
de un limitado alcance, porque Obama posee amplias facultades ejecutivas para continuar
modificando la aplicación de las regulaciones del bloqueo, incluso vaciarlo de
gran parte de su contenido, pero aún no se decide.
Bajo su
administración es significativa la persecución financiera a las transacciones
cubanas en el exterior y el alcance extraterritorial del bloqueo al sancionar
las subsidiarias estadounidenses en terceros países.
Es cierto
que muchas atribuciones ya son del Congreso, después de las leyes Torricely y Helms-Burton,
pero las posibilidades del Presidente no han sido explotadas y continúa la
esencia por la cual nació: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (...) no
existe una oposición política efectiva (...) el único medio previsible para
enajenar el apoyo interno es a través del descontento y el desaliento basados
en la insatisfacción y las dificultades económicas".
Otra vez, el
26 de octubre, cuando suceda en la ONU: El mundo contra el bloqueo, reafirmará
la condena a una política injustificada, genocida y violatoria del derecho internacional.
No comments:
Post a Comment