Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
Por su poca velocidad de traslación, causa principal
por la cual Matthew tardó, según pronósticos, tocar tierra cubana, algunos en
este país le llamaron el huracán del estrés, además de otros epítetos.

Después del 4 de octubre, entrada del fenómeno natural
por el Archipiélago y definitivamente, el resultado de Guantánamo más herida, lo
que pasa en esta geografía es un ciclón de ayuda a escala 5.
Hacia Baracoa, uno de los lugares más afectado, partieron brigadas de médicos, linieros,
telecomunicadores y constructores de todo el territorio nacional. Se informó
que Santiago de Cuba envió un contingente, integrado por 150 trabajadores de la
construcción, 80 de la Unión Eléctrica, 39 de las Empresas Radio Cuba y la Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) para los sitios más dañados.
A eso se sumaron las brigadas de Granma, Ciego de Ávila y Holguín. Igualmente,
obreros del sector eléctrico de Las Tunas, Camagüey, Villa Clara, Mayabeque,
Matanzas y Sancti Spíritus, colaboran de manera intensa para la pronta
recuperación del territorio guantanamero.
La mayor fuerza se concentra en los sectores
eléctricos y la construcción que apoyarán sobre todo labores en los viales, la
recogida de árboles y la reactivación de líneas eléctricas.
Frontera afuera ya se recibió un cargamento de la
Revolución Bolivariana para los damnificados guantanameros y de aquí salió la brigada de médicos Henry Revee para socorrer
a Haití.
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