Columnas

Thursday, June 30, 2016

“¿Qué viene ahora?” La vigencia de la pregunta de un norteamericano desde hace 124 años


José Martí





En 1881 Martì cita a un norteamericano, que refiriéndose a Estados Unidos,  cuestiona: “… es un hecho que dentro de los últimos 16 años dos Presidentes han muerto asesinados, otro Presidente fue procesado y a poco se le echa indignamente de su puesto, y otro Presidente ocupó su puesto por abominable fraude. ¿No es este un interesante estado de cosas? ¿Qué viene ahora?”.

Como el Héroe Nacional Cubano muere 14 años después no se enteró que McKinley, el  presidente 25 de la Unión, murió asesinado y le siguió con igual suerte el 35 (Kennedy),  baleado durante un viaje oficial a Dallas.

La historia de los presidentes de los Estados Unidos es copiosa. Ahora que ya comenzó y alcanza más temperatura el show de las elecciones presidenciales en el Norte  y el 8 de noviembre serán las 58 de este tipo, puede seguir añadiéndose aderezo, como para seguir preguntando ¿Qué viene ahora?

W. Bush tuvo el “mérito” de haber logrado el déficit fiscal más grande de la historia de Estados Unidos y el único que ha llevado a su país a una posición de repudio mundial. El 2000 fue el año del Gran Fraude.

Once años después de la muerte de Kennedy, Nixon, el presidente 37, se vio envuelto en uno de los más grandes escándalo político,  por su probada implicación en el espionaje en el edificio Watergate, sede donde funcionaba el Partido Demócrata.

Dos periodistas del diario The Washington Post descubrieron los pormenores del hecho, guiados por un personaje incógnito al cual llamaron Garganta Profunda. Recientemente se supo que el misterioso personaje suministrador de  la información al reconocido periódico fue el ex directivo del FBI Mark Felt.

Siendo presidente Harrison, el Maestro publica en La Nación, de Buenos Aires, refiriéndose al Norte: “…estos republicanos de cartón, que niegan el derecho divino al rey inglés y alegan ahora la fuerza y el tamaño como derecho divino nuevo, y destino manifiesto e imperio natural e irresistible que les autorice a salir de bandidos por el mundo, embolsándose pueblos como se embolsan castillos los condes feudales”.

Los acontecimientos de Afganistán,  Irak y Libia y  la declaración de realizar ataques preventivos en más de 60 naciones son ejemplos de ese empeño por convertirse en gendarme universal.

 La actualidad vivida por América Latina dice de la mano yanqui,  para reeconomizarla y volver a convertirla  en su patio trasero. Brasil está en la lista y, también, Venezuela.

Obama, el 57 de la Unión, se caracterizó por algo inédito para sus antecesores, después de triunfada la Revolución: el acercamiento a Cuba. El nombró  fracaso a la política exterior de su país de aislar a Cuba. Su acción respondió más que a un acto de buena fe a un replanteo de postura y un cambio que signifique destruir a la Revolución, por otras formas.

 Quien ocupe la Casa Blanca en el 2016, ya sea la Clinton o Trump, puede continuar su cuento, mientras nosotros hacemos  el propio.

 La pregunta hecha por el norteamericano hace 124 años, sigue vigente: “¿Qué viene ahora?”


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