Columnas

Wednesday, March 30, 2016

Garrote y zanahoria



#ObamaEnCuba Foto Reuter



No hay hoy sin ayer es el slogan del evento cultural holguinero Romerías de Mayo y si lo traigo a colación, ahora, es para comentar el peso del pasado en la conformación del presente o dicho en otras palabras, lo que “alimenta” o guía el rumbo actual.
Su historia es la memoria de una nación, se reitera constantemente, entonces, prescindir de ella sería como borrarle de un plumazo todo su pretérito y que, a ciegas, construyera sus nuevos días. Quien acepte ese reto estaría renunciando, de hecho, a su futuro.
Nadie, con sano juicio, sería capaz de desmemoriarse (video). Si esto sucediera no habría el antecedente necesario para conducir los pasos y cabría “volver a tropezar con la misma piedra”.
Para ser justos, un país requiere de su historiapara poder erguirse, porque al reconstruir los acontecimientos y recopilarlos en una disciplina objetiva y lógica para tratar de entender la acción humana, a través de los tiempos, estaría organizando su cotidianeidad y previniendo su porvenir.
¿Qué sería de Cuba sin su historia? Sería funesto si nuestra Tierra perdiera su memoria histórica y no hubiera precedente de lo fundamental, por ejemplo, que es la unidad en cualquier suceso, porque el hechode no poder estar juntos, siempre, nos trae el fracaso. Audio
Por la falta de unión no triunfamos en las guerras Grande, Chiquita, de Independencia, (fotos) o la del 30 del siglo pasado. De Martí aprendimos lo crucial de la integración de los pueblos del Continente, (vídeo) como salvaguarda ante el desborde imperialista y que el apetito por poseernos le nació a Estados Unidos desde que eran las Trece Colonias.
La misma Obra de 1959 fue la respuesta a toda una época oprobiosa, protagonizada por personajes entreguistas y en la cual perdieron la vida muchos hijos de la Patria. Desde aquel lejano Enero de hace 58 años comenzamos a escribir verdaderas leyendas a favor de los más desposeídos y por primera vez se instauró, aquí, un gobierno popular que echó su suerte con los humildes y para los humildes. (texto y audio)
Paso a paso recogemos los daños ocasionados por el bloqueo económico y financiero y extraterritorial, entre ellos, su estela de muertes. Como engendro anacrónico todavía encabeza la política yanqui contra la nación cubana.  
 Gracias a esa realidad acopiada conocimos todos los ardides yanquis por destruir a la Revolución Cubana y el alto precio pagado por defender la soberanía. ¿Cómo olvidar el 6 de octubre de 1976, cuando en pleno vuelo explotó un avión cubanocon 73 personas inocentes a bordo y el asesino culpable está paseándose en Miami? (vídeo) ¿Podrá borrarse del recuerdo la cantidad de niños muertos por la guerra bacteriológica o a Fabio Di Celmo con el cuello cortado, víctima de una bomba colocada en el hotel Copacabana? (imagenes)
Todavía duelen los ataques mercenarios por PlayaGirón y el de Boca de Samá, donde respectivamente, Nemesia vio morir a su madre y Nancy perdió un pie, los cañaverales achicharrados, la tienda El Encanto entre llamas (imagenes) y el acto heroico de Fe del Valle.
Entonces, (vídeo) ¿cómo Obama puede sugerirnos que olvidemos el pasado y con lenguaje almibarado decir:“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”, como si fuera fácil eliminar esos recuerdos tan dolorosos.
Ya lo dijo Fidel en sus reflexiones del 28 de marzo: “Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura”.
Podrán restablecerse las relaciones entre el Norte y la Isla Rebelde, pero eso no implica tener la mente en blanco y comenzar de cero, ni ser ingenuos, convencidos de que en “ lo adelante todo será más difícil, lo dijo hace más de medio siglo Fidel.
En esta nueva historia de una de cal y otra de arena, hay que siempre saber la diferencia entre el garrote y la zanahoria.
 Imagenes
Informe Central al VI Congreso. ( texto y audio)

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