Columnas

Tuesday, December 29, 2015

#RelacionesCubaEstadosUnidos: 2016 qué triunfe la sensatez




Rodobaldo Martínez Pérez
Un año ya del histórico d-17 cuando Raúl Castro y Barack Obama anunciaron al mundo el restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington, paso inicial para el desmonte del complejo entramado  de una política hostil, cuyo fracaso lo reconoce el mundo y hasta en la misma Casa Blanca..
Ese día llegaron a la Patria, Antonio, Ramón y Gerardo, los tres antiterroristas que quedaban prisioneros en cárceles norteamericanas, un sueño predicho por Fidel en el 2001, cuando dijo: “Los Cinco Volverán”.
Al iniciar este 2016 varios son los pasos dados dentro de los vínculos  bilaterales: Establecimiento de las relaciones diplomáticas, reapertura de embajadas en ambas naciones de 20 de julio, rectificación de la injusta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, la cooperación en la seguridad aérea y de la aviación; la búsqueda, el salvamento marítimo y aeronáutico; el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio.
Ocurren  visitas de alto nivel y encuentros entre presidentes y entre el Canciller cubano y el Secretario de Estado norteamericano. Como expresó Raúl se abren  nuevas áreas de cooperación bilateral sobre temas de beneficio común, entre ellas la protección del medio ambiente, la aplicación y el cumplimiento de la ley, la seguridad marítimo-portuaria y la salud. 
Suscribieron acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo. El diálogo profesional y respetuoso  prima, sin embargo,  en la esfera económica-comercial apenas hay avance.
Es real el restablecimiento de relaciones, pero no un mejoramiento. Para que eso suceda quedan asuntos cruciales por resolverse,  como la eliminación del bloqueo, impuesto  por Estados Unidos  hace más de 50 años y   la devolución de la Base Naval  de Guantánamo
Existe un diálogo profesional y respetuoso, sobre la base de la igualdad y la reciprocidad, independientemente el Gobierno de los Estados Unidos mantiene programas  perjudiciales a la soberanía cubana, como los proyectos dirigidos a promover cambios en nuestro orden político, económico y social, con  transmisiones radiales y televisivas ilegales, para lo cual  destinan fondos millonarios cada año.
 Con la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, la política de pies secos-pies mojados, el programa de parole  para médicos  estimulan una emigración ilegal, insegura, desordenada e irregular, promueve el tráfico de personas, otros delitos conexos y genera problemas con terceros países, como lo que sucede con los cubanos en naciones de Centroamérica que quieren llegar a Estados Unidos todo lo cual requiere resolverse para alcanzar una relación sosegada entre Cuba y Estados Unidos.
Porque mientras eso suceda,  no habrá mejoramiento en los vínculos. Obama apuesta por el cambio y hay que reconocerlo sus esfuerzos, pero aún con sus prerrogativas ejecutivas, sus medidas son limitadas y entorpece su aplicación.  Mientras exista ese pasado, no habrá normalización.
Lo que sí es evidente es que Cuba, por complacer al Norte,  no hará concesiones en materia de soberanía.  Como lo dijo  Raúl: “El derecho de todo Estado a elegir el sistema económico, político y social que desee, sin injerencia de ninguna forma, debe ser respetado”.
El 2016 puede ser el año del triunfo de la sensatez, porque la fruta jamás estará madura, a pesar del genocidio más prolongado de la Historia y  es una  obligación de los Estados Unidos eliminar totalmente el bloqueo,  sin condiciones  si realmente quieren  relaciones normales entre vecinos.



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