Columnas

Sunday, September 13, 2015

Recibirán con el corazón al Papa en #Holguín



#Holguín  Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de la diócesis holguinera
                                                       

Con el Monseñor Emilio conversé una sola vez en mi vida, cuando, a finales del año pasado vino a mi casa para visitar a Hilda. Bebimos café y hablamos de muchos temas, incluso menos de religión, evidencia de su educación extrema.
Por eso disfrute de esta entrevista que le hizo mi colega y amigo Nelson Rodríguez Roque, publicada en el semanario ¡ahora! este sábado.
 Su título;
El don de la palabra acompaña a Monseñor Emilio Aranguren Echeverría (Santa Clara, 1950), quien, desde finales de 2005, fue nombrado obispo de la diócesis holguinera, primera en extensión geográfica y segunda en cantidad de población del país. Conocedor de la Historia patria, a la cual nunca separa de la temática religiosa, fungió anteriormente como obispo auxiliar de la diócesis de Cienfuegos-Santa Clara y después, al ser dividida en dos jurisdicciones eclesiásticas, tomó posesión al frente de la sede episcopal cienfueguera.
Sacerdote desde el 1 de febrero de 1976, el obispo de la diócesis de Holguín – hijo de padres de origen vasco – ha vivido meses de profundo agradecimiento al Papa, por haber aprobado a la Ciudad de los Parques en su itinerario por Cuba.
¿Qué fundamentos pudieran haber sostenido la elección del territorio para ser una de las sedes de la visita del Papa?

Tienen que ver motivos históricos y eclesiásticos. Por ejemplo, Bariay en 1492 y la llegada de Colón (encuentro de las culturas e introducción del Evangelio), Nipe (la Bahía) en 1612 y la aparición de la Virgen, y Cueybá (Las Tunas), donde está registrado en la Historia Cubana que por primera vez se le rindió culto público a la Virgen de la Caridad del Cobre.
¿Cómo está organizado el programa de la llegada del Papa?
-El Papa llegará a Holguín el lunes 21, después de estar en La Habana, y será recibido por las autoridades de la provincia y también por representantes de la iglesia diocesana. Habrá una representación de la comunidad parroquial de Cacocum y cantará un coro de niños. El Papa, después del saludo, cumplirá el trayecto hasta la ciudad y desde la Escuela de Trabajadores Sociales (a partir de ahí recibirá el saludo de nuestro pueblo), lo hará en un coche descubierto. Acompañaré al Santo Padre, pues, por lo general, el obispo que lo recibe va sentado a su lado y él viaja de pie en el llamado papamóvil. Ya en la Plaza de la Revolución, el Papa la recorrerá en su totalidad, y luego se detendrá debajo de la plataforma en la que se ha ubicado el altar. En los salones de protocolo, que se han preparado de manera lindísima, estará la sacristía del Papa y la de los miembros del séquito, en ese lugar nos colocaremos los ornamentos, con los cuales celebraremos la Santa Misa.
Celebraremos la Santa Misa, en un día que en la Iglesia se celebra como Fiesta de San Mateo, por lo cual, tanto el obispo como los concelebrantes, nos vestiremos con ornamentos rojos, porque San Mateo fue un evangelista mártir. Terminada la misa, el Papa vendrá al Obispado. Luego haremos el recorrido hasta la Loma de la Cruz, donde en visita breve y sencilla, el Papa rezará y desde la base de la cruz dará la bendición. El grupo de personas allí será reducido, por las características del sitio, pero, para nosotros, en Holguín, será muy significativo. Una vez concluido esto viajará a Santiago de Cuba.
Faltan pocos días para que el Papa llegue a Holguín, ¿cuán avanzados marchan los preparativos, en función de recibirlo?
-Los preparativos los valoro muy bien, es una manera muy cubana, es decir, cuando nosotros en Cuba esperamos una visita, siempre la casa se arregla y recibimos la ayuda de todos los vecinos. Todo este recorrido del Papa, el hecho del remozamiento de las fachadas de las casas, ha generado un movimiento no solo de los constructores o empresas, sino también entre vecinos se percibe una ayuda mutua, algo muy nuestro. Ha sido un despliegue de esfuerzo, que agradezco mucho y agradezco también a los holguineros que recibirán al Papa sabiendo de su dignidad como Jefe de Estado, pero también con ese respeto hacia lo que él significa en el mundo de hoy. Es, verdaderamente, algo que espero, y es mi oración, sea un momento beneficioso para la diócesis de Holguín, la ciudad y toda Cuba.
El 27 de mayo pasado en el Vaticano, logró agradecerle al Papa su gesto hacia la diócesis. ¿Pudiera relatarnos ese encuentro?
-El jueves 28 de mayo, se celebraba una fiesta de la Iglesia en Roma que se llama Corpus Christi, al día siguiente el Papa se iba para Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) y el martes 26 era Día Nacional en Italia. Quedaba
el miércoles 27, y los tres obispos que fuimos a preparar la visita, el cardenal Jaime Ortega, el arzobispo Dionisio García y yo, fuimos a la Plaza a la audiencia general, pero ya sabíamos que nos íbamos a quedar para lo último. Por un asunto de protocolo, llegamos al final Monseñor Dionisio y yo. Conozco al Papa desde Aparecida, porque estuve entre los obispos cubanos que fuimos a allá en 2007 (V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Brasil), cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio (nombre secular del Papa) formaba parte del comité de redacción del documento final y yo era secretario de mi equipo, por lo tanto, cada vez que nos reuníamos, teníamos que llevarle el resumen. No puedo decir que soy su amigo, mas no soy un desconocido para él.
Le di las gracias y le dije que lo invitaba a mi casa, a comer a nuestra mesa, y quería que cuando él viniera no me dejara de saludar a la gente, porque en Cuba es muy importante el vecino, eso es lo típico. Y entonces me dijo: “Recuérdamelo allá”. Hay muchas personas pendientes, en el mundo, de esa visita a Cuba, pero perdónenme si soy muy chovinista, también de la llegada de él a Holguín.
¿Qué mensaje les transmitiría a creyentes y no creyentes?
-El Papa viene a visitar al pueblo cubano, y el pueblo tiene celebraciones específicas con aquellos que compartimos la fe y la misma pertenencia a la Iglesia Católica. El mensaje del Papa es el mensaje de la misericordia, es importante para todos los seres humanos, creyentes y no creyentes, para quienes compartamos la fe participando en diferentes denominaciones, iglesias o grupos religiosos.
La misericordia es la inclinación del corazón y, muchas veces, vivir de prisa, ese cierto egoísmo que va introduciéndose en nuestras venas, hay veces que hace que nos descuidemos un poco del otro. Creo que la invitación del Papa va a ser esa, fijarse en el otro cómo está, sin hacerle muchas preguntas, y salir en favor de él como está escrito en el Evangelio. Mi invitación al pueblo holguinero, a toda la diócesis, a los miembros de las comunidades cristianas y a los que no lo son, es a participar físicamente, y los que no puedan por la lejanía u otras causas, a seguir el suceso a través de los medios de comunicación. El Papa tiene algo propio, y es que habla con sus labios y los gestos, domina los dos lenguajes. Su visita es un regalo de Dios para todos nosotros.

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