#Holguín zafra 2015-16 |
Rodobaldo Martínez Pérez
Desde la semilla hasta la obtención del azúcar
ocurre un proceso en cadena inviolable y la transgresión de algún eslabón define
en los resultados finales de una zafra.
Todo coexiste en una vasta experiencia de siglos,
sin lugar a inventos. Cuba entera domina por dónde escapa el grano dulce y, si queremos recuperar
planos estelares, sabemos cómo hacerlo.
Partimos de una premisa invariable: Sin un buen estado técnico de la industria y una
correcta atención al hombre, desde lo material y subjetivo, no cristalizan los
éxitos.
Cuando fallan las reparaciones planificadas en esasfábricas, como la historia demuestra, y existen insatisfacciones entre
los hombres responsabilizados con la contienda, comienzan a sumarse escollos hasta
inclinar la balanza para los fracasos.
Puede contarse con mucha voluntad y deseos para preparar
una contienda, pero si incumplimos una sola de las fases desde el corte, alza,
tiro de la caña a los ingenios hasta la obtención del azúcar, adiós para los
resultados esperados.
Hay escaseces
de recursos, eso lo sabemos, pero la actitud de los hombres pesa mucho y, en la
mayoría de las ocasiones, de ellos dependen triunfos o reveces.
De ahí lo imprescindible de atender las necesidades del
valioso capital humano de este sector, protagonista para suplir, en gran parte,
los déficits materiales, porque de personas motivadas y satisfechas, quienes participan en las tomas
de decisiones y saben su importancia, surgen los extras en los esfuerzos y puede
alzarse la victoria en cualquier circunstancias.
En la pasada contienda, a pesar de entregar más azúcar en
relación con la anterior, fallaron
la organización del trabajo, aprovechamiento optimo de la jornada laboral,
atenciones culturales a la caña, la
vinculación del hombre a los resultados finales, con ocurrencias de delitos e indisciplinas laborales.
A esto súmenles la mala
calidad en reparaciones de centrales,
maquinaria, transporte, caminos cañeros, centros de acopio, de
limpieza, que dieron al traste con un mejor final, al quedarse en 4 mil toneladas
por debajo de lo planificado.
El sector recibe un alto monto de inversión
estatal y concentra enormes esfuerzos para ascender en producir más azúcar y
derivados, con el propósito de que crezca la economía, de ahí la necesidad de
lograr la exactitud, como un reloj, en sus complejos y diferentes procesos.
Atender con sabiduría las subjetividades,
para contrarrestar sus nocivos efectos en lo objetivo reside
uno de los retos más importantes, que en ocasiones subestiman.
Son 16 mil 552 trabajadores
azucareros holguineros – 14 mil 222 estatales- para asumir, desde ahora,
los preparativos de la zafra 2015-16, a favor de la eficiencia, como lo necesita la economía cubana.
Aspectos a tener en cuenta, para armonizar empeños
con resultados, requieren de ponderar las experiencias, para evitar repetir los
mismos errores.
El proceso
industrial debe responder con mayores consecuencias a las inversiones realizadas
en los últimos periodos y, es importante, tener en cuenta las peculiaridades de
cada central para utilizar con mayor racionalidad lo poseído y adquirir lo que
realmente conduzca a mejoras tecnológicas, sobre todo en las áreas de molinos,
generación de vapor y fabricación de azúcar.
Las complicaciones florecieron en la
zafra anterior cuando las tomas de
decisiones no fueron oportunas, sin
objetividad en análisis de
organizaciones de base del Partido, pobre exigencia a directivos
administrativos en el cumplimiento de su misión, sin la vinculación apropiada
del sindicato azucarero con estructuras que acumulan mayores dificultades en su
funcionamiento.
Para una eficaz
contienda, resulta ineludible conocer, entre los productores, la proyección
hasta el 2016; acercar la caña al central, la siembra y resiembra de áreas
vacías y eliminar atrasos en la preparación de tierra,
Las unidades empresariales de base requieren
de un sistema que eleve la cultura laboral, para el adecuado seguimiento a la
recuperación cañera, reparaciones,
mantenimientos y la preparación
integral de los trabajadores para la próxima zafra.
Ahora crece la preferencia en el mundo por
el azúcar de caña
, con un estimado del consumo per cápita de 24 kilogramos al año, es
imprescindible el crecimiento progresivo de la producción cañera del país,
partiendo de un mayor aprovechamiento de las tierras.
Según los lineamientos de la política económica y social aplicados al
sector, en Cuba se trabaja para incrementar la producción azucarera y sus
derivados. Según el plan de desarrollo quinquenal pretende crecer entre 15 y 20 por ciento de azúcar
.
La
eficiencia en los centrales constituye el factor decisivo en los resultados, si
bien existen otros elementos que intervienen en los cronogramas. Por ejemplo,
la adecuada programación de corte y selección en el período óptimo de la
gramínea garantiza extraer el mayor potencial de azúcar, por tanto es necesario
estructurar los sistemas de cosecha para que la caña llegue a su destino en
tiempo y forma y sobre todo, más fresca.
La zafra es como un complejo juego de ajedrez, no
vale solo aprender a mover las fichas, sino hacerlo con inteligencia: Al final
la caída del rey tiene el costo de saber manejar el tablero con sabiduría.
Los duros años del período especial para la producción de azúcar en #Cuba |
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