Columnas

Monday, March 16, 2015

“Denme Venezuela en qué servirla”



      
Concierto de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, en la escalinata de la Universidad de la Habana, el 15 de marzo de 2015. AIN FOTO/Marcelino VAZQUEZ HERNANDEZ/
rodo@enet.cu
La VII Cumbre de las Américas, prevista para desarrollarse el 10 y 11 de abril próximos en Panamá, podría convertirse en un esperado juicio político, donde el gobierno norteamericano ocupara el banquillo de los acusados y Latinoamérica, vestida de toga,  le pidiera cuentas de su desazonada determinación contra el mandato legítimo de Nicolás Maduro.
Muy mal la pasará Obama  y sus acompañantes en esa cita en medio de  los países de la región furiosos por su reciente decisión de declarar a Venezuela una amenaza,  para la soberanía de Estados Unidos, pretexto parecido a acabar con los “terroristas” de Afganistán, las armas de destrucción masiva que nunca aparecieron en Iraq, alcanzar la paz en Libia desbaratando a esa nación y acabar con la “dictadura sangrienta” de    Bashar al Assad,en Siria, dándoles apoyo a la oposición interna.
Para aplacar un poco la situación, el señor Barack debía hacer lo recomendado por Evo Morales  presidente  de  Bolivia: Pedirle perdón al Estado Sureño; terminar con el bloqueo a Cuba y las bases militares en la zona.
Para muchos analistas no es muy comprensible la postura yanqui de querer acercarse a Cuba y atacar a Venezuela a la vez, algo así como darnos a nosotros zanahorias y garrote a ellos. No es muy difícil entender que ambas cosas no compaginan y que el acercamiento con la Mayor de las Antillas se daña si rozan a la Patria Grande.
Cabe preguntarnos, ¿por casualidad creían que imbuidos en materializar esas relaciones, ventajosas para  ambos pueblos, íbamos a quedarnos callados ante el oprobio a la Patria de Chávez?    No aquilataron el reforzamiento de la unidad continental  que sobrevendría.
Si algo hemos reiterado es que el restablecimiento diplomático Cuba-Estados Unidos no implica ni un ápice a la renuncia de uno solo de nuestros principios y entre ellos está la solidaridad, ni que motivados por algo que implicaría beneficios económicos y políticos para ambas partes, debemos obrar sumisos y obedientes, para no incomodar al “Míster”.
Con nuestra actitud soberana y radical  de condena a la injerencia del Imperio en asuntos internos de los chavistas, manifiesta una vez más en la participación de Cuba en la IX Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, convocada en solidaridad con el hermano pueblo de Venezuela, además en el concierto juvenil en la escalinata de la Universidad de la Habana,  y en los actos de apoyo al pueblo bolivariano efectuado en todo el país.
Hemos dado una clara lección al mundo: Somos parte de la región de la Patagonia al rio Bravo, no vamos a permitir, tranquilamente,  el más mínimo de los acosos a algunos de los pueblos que la integran y  Cuba, siempre, estará al lado de las causas justas.
Venezuela no solo es la tierra del Mejor Amigo de esta Isla y merece el total apoyo, sino se trata, de  preservar un espacio, donde desde el 1998  empezó a construirse un mundo diferente al diseñado por los ricos, significa proteger, ante todo, la sonrisa de aquellos que por primera vez supieron el lenguaje de la esperanza y el futuro,  negado por un tradicionalismo político destructor.
Defender a la Revolución Bolivariana es, además, hacerlo por un país líder de la integración del Continente, con mecanismos claves como CELAC  , ALBA  , y en el orden interno,  amparar un proyecto humanitario de  beneficio popular.
     Es, también, decir No a la política imperial representada por el gobierno estadounidense, al avasallamiento, al injerencismo, a las guerras, a la mentira, la corrupción, el entreguismo, al desmantelamiento de la economía nacional por la privatización salvaje.

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