El cine Yara en la céntrica esquina de 23 y L, en La Habana |
Lacontrarrevolución cubana no se anda por las ramas para declarar que el próximo
10 de diciembre saboteará el derecho del pueblo cubano a disfrutar de esa
fiesta internacional de la cultura que es el Festival Internacional de Cine de
La Habana.
Según
twitters publicados hace unos días, miembros del grupúsculo de las llamadas
Damas de Blanco, usando como pretexto la celebración del Día Internacional de
los Derechos Humanos, atentarán nuevamente contra la paz ciudadana en la
céntrica esquina habanera de 23 y L.
Lo que no ha dicho aún ni dirá ningún mercenario, ni en Twitter ni en ninguna otra parte, es que las también conocidas como Damas del Verde recibieron este mes de la Fundación Nacional Cubano Americana, una organización terrorista radicada en Miami, 1 500 dólares para pagar los “ideales” de sus seguidoras. Ni que con tales acciones intentan lavar la deteriorada imagen de Berta Soler y de su sargento mayor, Laura Labrada Pollán, dignos ejemplares de la fauna de ladrones y estafadores que no vacilan en apuñalarse entre ellos por una visa.
Lo que no ha dicho aún ni dirá ningún mercenario, ni en Twitter ni en ninguna otra parte, es que las también conocidas como Damas del Verde recibieron este mes de la Fundación Nacional Cubano Americana, una organización terrorista radicada en Miami, 1 500 dólares para pagar los “ideales” de sus seguidoras. Ni que con tales acciones intentan lavar la deteriorada imagen de Berta Soler y de su sargento mayor, Laura Labrada Pollán, dignos ejemplares de la fauna de ladrones y estafadores que no vacilan en apuñalarse entre ellos por una visa.
El anuncio
de las provocaciones tiene lugar poco después de una reunión de
contrarrevolucionarios cubanos efectuada en México bajo el amparo de la
Fundación Konrad Adenauer y donde los defensores a sueldo de los intereses del
gobierno de Estados Unidos en la Isla, ratificaron su intención de, a través de
la “lucha no violenta”, intentar implementar las estrategias del “golpe suave”,
eufemismo con que se denomina a la situación de crisis que suele preceder a
genocidas invasiones de la OTAN.
En momentos
como los que vive hoy Estados Unidos en los que el racismo y la más criminal
represión policial provocan multitudinarias protestas en varias ciudades
norteamericanas, llama la atención el cinismo de un gobierno que paga
marionetas para sabotear las manifestaciones de un pueblo culto que ocurren
ahora mismo en los cines de la capital cubana.
Si los
anexionistas cubanos tuvieran tan sólo un ápice de vergüenza deberían
manifestarse, en defensa de los derechos humanos, ante la sede de la Oficina de
sus pagadores en La Habana. (MHL)
No comments:
Post a Comment