Columnas

Tuesday, October 21, 2014

Lucha contra el Ébola: tienden las manos países del ALBA-TCP



                                                              

La decisión de los países del ALBA  sobre el  combate contra el Ébola muestra   unidad, solidaridad, humanismo, cuando otros países, muy poderosos solo le interesan  unirse para hacer guerras, conquistar riquezas y propagar el dolor y el terror por la humanidad.
 Es la hora del deber, de unirnos todos para evitar la pandemia, que arrancará  vidas de ricos y pobres, de viejos o niños, sin mirar a quienes.
Aquí pueden leer como piensan mandatarios y directivos de los

países del ALBA-TCP sobre el Ébola, en su sita, de este lunes, en La Habana, Cuba,  nación que Estados Unidos insiste en que es patrocinadora del terrorismo.
  Si terrorismo es enviar a sus mejores hijos a permanecer con los hermanos africanos en momentos complejos y riesgosos, que será solidaridad y amor por la humanidad, aún al costo de sus vidas. 
Es la ironía de los poderosos.

Intervención de Carina Vance, Ministra de Salud Pública de Ecuador, en la Cumbre Extraordinaria ALBA-TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Muchísimas gracias, señor Presidente.
Quisiera, en primer lugar, saludar a los presidentes que nos acompañan, jefes de delegaciones, representantes de las Naciones Unidas, de la OPS.  Y, en primer lugar, compartir con ustedes un saludo del presidente Rafael Correa, quien tenía obligaciones previas, lamenta el no poder asistir y envía un saludo a todos los que están presentes el día de hoy.
Quisiéramos agradecer la convocatoria que se ha realizado en esta ocasión.  Esta Cumbre Extraordinaria del ALBA para poder afrontar conjuntamente el riesgo de la presencia del ébola en nuestra región es algo fundamental.
Quisiera asimismo felicitar, como ya lo han hecho todos y todas, el trabajo, la voluntad, el compromiso, la solidaridad del gobierno de Cuba, frente a esta situación, y al gobierno de Venezuela.
De la misma manera compartir con ustedes que el señor Presidente ha solicitado que Ecuador, de la misma forma, inmediatamente pueda contribuir a la respuesta mundial frente a esta enfermedad, algo que para nosotros será significativo sin duda, por las grandes necesidades que todavía tiene nuestro sistema nacional de salud, pero importante para, siguiendo los pasos de nuestras hermanas repúblicas de Cuba y Venezuela, contribuir a dar una respuesta desde nuestra región.
Quisiera mencionar la importancia de tener un norte claro en nuestra región.
Hace pocas semanas estábamos reunidos los ministros de Salud de las Américas y firmábamos una resolución en la que expresábamos el objetivo que tenemos todos nuestros países de tener acceso universal a la salud; de poder asegurar que la salud se pueda dar en nuestros países de forma equitativa, de forma justa; recuperar una historia que en el caso ecuatoriano el sistema de salud pues se convirtió en un privilegio, en una mercancía, y el hecho de haber firmado eso conjuntamente con todos los países de la región —no fue fácil firmarlo, pero lo logramos—, para nosotros significa que estamos claros acerca de cuál es nuestro norte.
El que tengamos que responder frente a una situación emergente como la que se presenta, sin duda nos va a poner un reto importantísimo.  Pero el hecho de que estemos trabajando, caminando juntos hacia lograr sistemas de salud inclusivos, sistemas de salud con acceso universal, son pasos que se han venido dando en nuestra región desde ya en mucho tiempo, y con ejemplos importantísimos como es el sistema de salud de Cuba.
El ébola, que apareció en la década de los setenta, es un ejemplo más de una enfermedad desatendida, una enfermedad que existía solamente en el continente africano y que al ser similar a otras enfermedades desatendidas que tenemos en nuestra región, como son la malaria, la tuberculosis, al no tener el interés de las grandes farmacéuticas en cuanto a tener una ganancia económica o que representen una ganancia económica, estamos con esta Cumbre del ALBA nuevamente diciendo que esos intereses no pueden ser los que nos muevan, que el interés primordial es el de la salud y el bienestar de nuestros pueblos.
Considero que tenemos grandes retos en cuanto a la respuesta al ébola, entre ellos, algo que se ha mencionado ya por varias personas, el temor, la importancia de que podamos responder con el corazón y con la cabeza, tomando decisiones técnicas, decisiones que no sean aisladas; el hecho de que podamos en esta Cumbre y como uno de los objetivos de la Cumbre tener una hoja de ruta planteada, un trabajo conjunto, va mucho más allá de la posibilidad que tengamos en cada uno de nuestros países de realizar una capacitación o de establecer un protocolo.  Es la tranquilidad y la seguridad de saber que lo estamos haciendo de forma conjunta; es la seguridad de saber que entendemos este común riesgo compartido y es la seguridad de saber que nos acompañamos y estamos acompañados todos con una capacidad técnica muy alta y con un compromiso incomparable a nivel mundial.
Otro de los grandes retos, los medios de comunicación, la tergiversación de la información.  En el Ecuador hemos tenido un avance importantísimo en aplicar un modelo de atención en salud que recupera esa noción y ese principio de la salud como un derecho, pero ya los medios de comunicación tergiversan los avances que podamos tener.
Hace pocos días —y perdón el compartir una anécdota— uno de los grandes medios de oposición decía cómo el Ecuador está preparándose para el ébola si no ha logrado erradicar la influenza —la influenza no se ha erradicado en ningún país del mundo y es algo en lo que tenemos que continuar trabajando sin duda alguna para poder contener y poder responder adecuadamente—; pero jamás mencionar en esos medios el hecho de que hemos realizado millonarias inversiones para poder recuperar un sistema de salud que se estaba cayendo a pedazos cuando recibió el gobierno el presidente Rafael Correa.
Considero que este trabajo conjunto es algo primordial, nos da tranquilidad, le da tranquilidad al pueblo, le da tranquilidad al personal de salud que está en la primera línea de respuesta y que sin esto el temor nos puede ganar y no podemos permitir que el temor nos gane.
Realmente agradecer nuevamente esta oportunidad de compartir con ustedes en esta Cumbre.  El compromiso del Ecuador, el compromiso del Ministerio de Salud Pública, sobre todo el compromiso de quien es el mayor salubrista en nuestro que es el economista Rafael Correa Delgado, de que en todas las formas en que podamos contener la propagación de la enfermedad en nuestra región, así como contribuir a detener la propagación de la enfermedad en el continente africano, estamos aquí dispuestos y comprometidos a apoyar en absolutamente todo.
Muchísimas gracias nuevamente por esta invitación (Aplausos).


Intervención del señor Molwyn Joseph, Ministro        de Salud de Antigua y Barbuda, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución.”


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)


Presidente: 
Traigo saludos del pueblo de Antigua y Barbuda y de nuestro Primer Ministro, que lamenta no haber podido estar en esta reunión por razones inevitables.
Saludo a todos los participantes en esta histórica reunión aquí en La Habana.
Señor Presidente, Antigua y Barbuda desea expresar su agradecimiento al gobierno de Cuba por las brigadas médicas que han sido enviadas a Antigua y Barbuda y de las cuales nos hemos beneficiado mucho.
Quisiera expresar mi agradecimiento al presidente Maduro por el apoyo que le ha prestado, a través de su gobierno, a Antigua y Barbuda.
Señor Presidente, pocas veces se le ofrece a la humanidad la oportunidad de librar una batalla en la que no haya perdedores.  Esta es una guerra contra la muerte, contra la destrucción; esta es una guerra cuyo propósito es salvar vidas, y es por esta profunda y noble razón que elogio al presidente Maduro y a usted por convocar esta Cumbre y hacerla una realidad.  Elogio esta iniciativa en el contexto de las pequeñas islas del Caribe, cuyos recursos son insuficientes para aliviar la amenaza del ébola.  No hay dudas de que si no tenemos el apoyo de esta gran nación, Cuba, y el apoyo del ALBA, Antigua y Barbuda, como muchas de las demás islas pequeñas del Caribe no podrían defenderse contra esta enfermedad.
Esta reunión también reafirma los sueños de los fundadores del ALBA.  En La Habana está sucediendo algo hoy que no ha sucedido en el resto del mundo.  Debemos pensar que hemos decidido suspender todas nuestras actividades y reunirnos aquí por una causa, una causa que no podría ser más noble, es decir, la causa de salvar vidas.
Señor Presidente, esto no solamente beneficia al ALBA, esto beneficiará al mundo.  Ya se ha demostrado que el ébola en una nación amenaza a todo el mundo, por tanto, nos incumbe a todos como individuos y colectivamente garantizar, demostrar al mundo que nosotros somos organizaciones y naciones responsables.
Señor Presidente, recordaré muchas cosas de esta Cumbre, pero me llevo dos cosas:  en el discurso que pronunciara esta mañana usted mostró un gran liderazgo al ofrecer, a través de la OMS y las Naciones Unidas, su apoyo y disposición a trabajar con todas las naciones para combatir el ébola.  Este es un gesto extraordinario en el contexto de las relaciones mundiales y lo elogio por ello. 
También elogio al presidente Maduro por señalar los problemas reales de la región.  Mencionó el hecho de que había falta de sistemas de salud pública en nuestra región.  Lo elogio por ello.
Antigua y Barbuda por sí solo tomó la iniciativa de establecer un sistema de un fondo de salud pública y este fondo fue un esfuerzo para poder lidiar con la amenaza del ébola.  Pensamos que era necesario analizar el aspecto de forma abarcadora y nos dimos cuenta de que en muchos casos necesitamos la asistencia de otros.
Creemos que esta Cumbre nos ofrece la oportunidad para una mayor colaboración, para un mayor apoyo por parte de las diferentes naciones.
Quiero comprometer la participación plena de Antigua y Barbuda, nuestra disposición, aceptar nuestra responsabilidad como miembro del ALBA y poner a disposición cualquier recurso que tengamos.
Señor Presidente, abandonaré esta Cumbre con más esperanza, con la esperanza de que a través del foro del ALBA y de la fraternidad bolivariana, la camaradería entre todas nuestras naciones nos ayudará a combatir esta enfermedad.
Muchas gracias (Aplausos).

Intervención del Señor Didacus Jules, director general de la Organización de Estados del Caribe Oriental, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución.”


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)


Estimado presidente de la República de Cuba, Raúl Castro;
Estimado presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Su Excelencia Nicolás Maduro;
Excelencias, Presidentes, Primeros Ministros y ministros de Salud, delegados;
Compañeros todos:

Nuestra organización expresa su agradecimiento al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Su Excelencia Nicolás Maduro y al presidente de la República de Cuba, Su Excelencia el presidente Raúl Castro Ruz, así como al ALBA por esta iniciativa para responder al problema humanitario en África. 
Los problemas del ébola en África nos recuerda lo expresado por un poeta guyanés, que todos participan, que todos son consumidos.  La contención de la enfermedad en cualquier parte del mundo es una responsabilidad humanitaria y moral de todos, y Cuba, consecuentemente, ha demostrado que está dispuesta a sacrificarse y tiene un compromiso con esta responsabilidad.
En nuestra organización hemos concluido las disposiciones para permitir el libre movimiento de las personas entre los Estados miembros; pero la amenaza del ébola nos recuerda que las enfermedades no respetan la geografía y viajan sin fronteras.
El 16 de este mes convocamos el Primer Consejo de los Ministros de Salud para hablar sobre un plan, a fin de abordar el problema del ébola y controlar la chikungunya.  Nuestro plan avanza rápido y estará sometido por nuestros jefes de gobierno y estará a tono con la declaración propuesta para este encuentro.
Tomamos nota especial de la iniciativa de creación de capacidades en la declaración y en nuestros esfuerzos se incluyen protocolos de acción claros por todos en la línea del frente, no solamente con respecto a la salud, sino también, para los interesados importantes como las industrias de hotelería y de aviación.  También las instalaciones para el aislamiento, tratamiento y la necesidad de un equipo de respuesta rápida, como ha dicho el señor Anthony, para lograr una respuesta unida ante esta amenaza.
Comprendemos nuestras vulnerabilidades, nuestra fragilidad y nuestras limitaciones, y acogemos con beneplácito esta oportunidad de tener una comunidad hemisférica amplia para discutir esto y lograr la presencia de otros organismos como la OPS y la OMS.  Somos más fuertes juntos, y esta crisis es una oportunidad para fundamentalmente cambiar nuestro enfoque hasta en la salud pública, renovar nuestra humanidad y tener más lazos de amistad.
La convocatoria de este encuentro ha restaurado la confianza y el valor en nuestra capacidad de luchar contra el ébola, y  les damos las gracias una vez más por esta oportunidad.

Intervención de Ralph E. Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución.”


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)



Gracias, compañero Presidente.
Excelencias:
Ante todo, expreso mi agradecimiento y gratitud a Fidel, a Raúl, a Nicolás por esta Cumbre.
Expreso mi agradecimiento a las Naciones Unidas, a la OMS y a la OPS por la importancia que conceden a este asunto.
Ante todo, deseo expresar que no conozco que en esta región, realmente, en este mundo habremos hecho sin Cuba en este momento, el trabajo es extraordinario.
Recuerdo un encuentro que tuve en diciembre pasado y allí hice una pregunta:  ¿Qué piensa usted de Fidel?  Y pensó por un tiempo y me dijo:  “Estoy satisfecho con que Fidel sea un creyente —queriendo decir un creyente cristiano.”  Yo veo en este trabajo por Cuba que han desplegado toda la solidaridad internacional por la que es bien conocida y que los que tenemos la fe cristiana actuamos como creyentes, y quiero expresarles las gracias por eso.
He leído el proyecto de declaración y debo decir que es un documento excelente, donde se plantean las medidas prácticas y los principios que deben guiarnos.
San Vicente y las Granadinas espera que esta declaración sea aprobada unánimemente y podamos continuar con el trabajo que nos convoca.
En el caso de San Vicente y las Granadinas hemos tomado algunas medidas dentro de la Organización de los Estados del Caribe Oriental y también a través de CARICOM, pero realmente estamos poco preparados para este asunto, para este desastre, esta crisis y para esta diseminación del ébola, este azote.  No pienso que ningún país en el Caribe, excepto Cuba, esté preparado.
Quiero expresarles el nivel de las dificultades que enfrentamos en nuestro país.  Somos un Estado que es un archipiélago, tenemos aeropuertos pequeños en cinco islas, tenemos siete puertos marítimos, tenemos 12 puntos de entrada en marinas para yates, en total 24 puntos de entrada que tenemos que controlar; un país de 110 000 habitantes, tenemos un número razonable de efectivos de la salud, tenemos 82 médicos, incluidos seis médicos cubanos; tenemos 800 enfermeras, 35 trabajadores públicos de la salud, 250 asistentes de enfermería que están entrenándose; contamos con un hospital principal con 205 camas, cinco pequeños hospitales rurales, un policlínico y 39 clínicas en todas estas islas.
Eso significa, por lo tanto, que al hablar de otro país habrá dificultades similares en otros, como en Bahamas, que también son archipiélagos, en menor medida también Granada, pero que tiene otras islas.
Por lo tanto, en nuestro debate, y tal vez no en nuestro debate sino en la implementación y cuando ese encuentro ocurra el 29 y el 30, el encuentro de los profesionales como preparativo al encuentro de los jefes de Estado que hayan tomado las decisiones y las políticas, muchos detalles se definirán.
Hemos hecho algún entrenamiento nosotros mismos en algunos puntos de entrada; no podemos hacerlo en todos los puntos de entrada ahora, pero tenemos algunas personas y estamos haciendo nuestras verificaciones.
Tenemos cuatro escuelas de medicina y pequeñas facultades de medicina, en dos hay un número considerable de nigerianos.  Gracias a Dios, Nigeria ahora ha sida declarada como país libre del ébola; pero desde este problema específico hemos puesto bajo vigilancia epidemiológica a tres estudiantes nigerianos.
Les doy alguna información, este no es un foro para dar toda la información; pero les estoy dando un vistazo de las dificultades que nosotros enfrentamos.  Como somos un Estado que es un archipiélago e históricamente hemos tenido un buen sector marítimo, o sea que hay muchas embarcaciones que van entre las islas, que navegan entre San Vicente y las Granadinas y otros países del Caribe Oriental, es un reto tremendo el que tenemos.
Estoy muy contento y satisfecho de este encuentro, muy agradecido por la ayuda brindada por el gobierno cubano para que se aceptase nuestra solicitud de que nos ayudasen con algún entrenamiento, y estoy agradecido por los lineamientos de la OMS y la OPS.
Solamente quisiera decir con respecto a todo esto, en Washington y en Ginebra debemos recordar que no todo puede lograrse a la vez y que tenemos que diseñar algunos acuerdos específicos para los Estados pequeños concretos y para aquellos que son archipiélagos.
Considero que lo que hacemos aquí en este encuentro del ALBA es una gran señal enviada al mundo de que el ALBA brinda un liderazgo y que Cuba y Venezuela están en la vanguardia de la proporción de este liderazgo, y todos queremos trabajar juntos para abordar este asunto de manera eficaz y tratar de mantener a nuestros países sin el ébola, a la vez que ayudamos a otros países como los del África Occidental.
Quiero que conste mi propio apoyo como Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas al llamamiento hecho por el compañero Fidel en su artículo reciente, para que Estados Unidos y Cuba trabajen juntos sobre este asunto, entre otros países en el mundo.
Muchísimas gracias (Aplausos).

Intervención de Matthew Walter, ministro y jefe de la delegación de la Mancomunidad de Dominica, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución.”


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Señor Presidente, permítaseme oficialmente expresar mi agradecimiento a Su Excelencia Raúl Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba.
También reconocer a Su Excelencia, el presidente Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Jefes de gobierno;
Jefes de delegaciones y representantes de las Naciones Unidas;
Directora de la OPS, doctora Carisse;
Delegados;
Distinguidas señoras y señores:
Permítaseme, de inicio, recalcar:  Cuba ha sido el mejor país en cuanto al sistema de salud en el mundo, Cuba ha sido inigualable en ese sentido.  ¿Qué otro país en el hemisferio está más capacitado para liderar esta iniciativa en la lucha contra este flagelo del ébola?
Señor Presidente, le traigo los saludos del pueblo y el gobierno de la Mancomunidad de Dominica.
Dominica celebra su independencia y, además, estamos en un período en que la población se prepara para elecciones generales en cualquier momento a partir de ahora.
Por esto y otras razones el Primer Ministro no pudo asistir a este augusto cónclave de jefes de Estado y Gobierno del grupo del ALBA.  El Presidente Roosevelt Skerrit desea lo mejor para este encuentro, y yo como jefe de la delegación humildemente me disculpo en su nombre por esta ausencia inevitable.
Queridos compañeros, nos reunimos aquí hoy para deliberar sobre un tema muy importante, que tiene la posibilidad de desestabilizar la situación socioeconómica de todos los países.
En este sentido, por lo tanto, expreso nuestra gratitud a los gobiernos de la República de Cuba y de la República Bolivariana de Venezuela por su decisión productiva, tomada para facilitar que los jefes de Estado del ALBA se reúnan aquí en Cuba, a fin de discutir y planificar una forma pragmática y rápida destinada a salvar a nuestros pueblos de esta enfermedad viral.
Deseo expresar mi elogio al gobierno de Cuba y al gobierno de Venezuela por unirse a los otros países del mundo en el apoyo para contener el ébola en los países azotados del África Occidental.
Compañeros, la amenaza del ébola en África Occidental significa también una amenaza para África y, por lo tanto, una amenaza para todo el mundo.
Los casos de ébola ya han sido detectados en Europa, específicamente en España, así como en los Estados Unidos de América.  El Caribe está a las puertas de Estados Unidos geográficamente.  Muchos de nuestras poblaciones viven en Estados Unidos y también comercian con Estados Unidos.  Además, la mayor parte de nuestros turistas provienen de ese país; esencialmente, señor Presidente, los países caribeños son tan vulnerables como los Estados Unidos de América.   Por consiguiente, todos nosotros tenemos el deber de proteger a nuestros pueblos de la amenaza de esta enfermedad contagiosa.
Mi Primer Ministro me ha pedido que haga la siguiente solicitud a la familia de las naciones del ALBA y más específicamente al gobierno de la República de Cuba:
Uno:  Realizar la atención conjunta de equipos por el ALBA para poder luchar contra el ébola.
Dos:  Brindar el apoyo técnico a través de un equipo de científicos y médicos cubanos que trabajen en Dominica, según las condiciones siguientes:
a)                   El equipo cubano supervisaría los preparativos de Dominica contra el ébola, incluido el entrenamiento del personal.
b)                  Dominica asumiría los gastos relativos al apoyo técnico, específicamente el transporte, los salarios y alojamiento.
Señor Presidente, para concluir, el azote del ébola solo será superado exitosamente si se combinan los recursos globales y existe una colaboración estrecha entre todos los países y los organismos internacionales pertinentes.
Permítaseme también expresar que esta iniciativa es muy importante.
Mi delegación ha analizado el proyecto de declaración y consideramos que es instructivo y coherente, con la excepción, señor Presidente, de algunos perfeccionamientos y conciliaciones entre los dos idiomas, el español y el inglés, que deben realizarse.
Aparte de eso, la declaración es una forma de avanzar pragmáticamente para mantener el ébola fuera de este hemisferio.
Finalmente, elogio a los gobiernos de Venezuela y de Cuba por su asunción conjunta de este paso oportuno y claro para enfrentar oportunamente el ébola y su eliminación del mundo.
Gracias (Aplausos).

Intervención de Michel J. Martelly, presidente de la República de Haití, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)



Muchas gracias, señor Presidente.
Señor Presidente Raúl Castro; colegas; jefes de delegaciones; representantes de la Organización Mundial de la Salud:
Quisiera comenzar saludando esta iniciativa del presidente Maduro sobre un tema tan urgente como lo es el del ébola, lo que testimonia la voluntad comprometida por el presidente Hugo Chávez para fortalecer las relaciones fraternas entre los países de la región, dinámicas que han sido continuadas por el presidente Maduro.
Saludo, además, la realización de esta cumbre presidida por el presidente Raúl Castro, y aprovecho esta ocasión para felicitar la voluntad del gobierno y el pueblo cubanos, para seguir poniendo en manos de todos su experiencia en aras de garantizar el bienestar de la humanidad.  En Haití tenemos más de 250 médicos.
Sabemos todos los esfuerzos que ha hecho Cuba, los médicos que han sido enviados para combatir esta tremenda epidemia, lo que muestra la gran solidaridad del pueblo cubano, y es urgente ahora prepararse, dar una respuesta a esta urgencia, y lo digo muy bien:  Es necesario en esta región prepararse, porque ninguno podemos considerarnos que estamos a salvo de esta epidemia.
He tomado nota del proyecto de declaración de esta Cumbre Extraordinaria del ALBA sobre el tema y me parece que es muy bueno.
He anotado también que el presidente Castro, que siempre ha intervenido para ayudar a Haití, también menciona el caso de Haití.  Le agradezco muchísimo, señor Presidente.
Mi Ministro de Salud ya preparó un plan para contrarrestar esta epidemia, y quisiera también compartirlo con ustedes y con sus experiencias.
Quiero, además, mencionar que Haití tiene también otras cosas que compartir.  Hemos hecho una reflexión y quiero decirles que en Haití hemos librado batallas importantes, por supuesto, con el apoyo de nuestros hermanos cubanos:  el cólera, que hoy tiene una tasa de letalidad de 1,2; el chikungunya; hemos reducido la incidencia del virus del SIDA, así como la trasmisión de madre a hijo, y Haití ya fue certificado por la Organización Mundial de la Salud; hemos combatido la rubéola, el sarampión y hemos avanzado muchísimo en el combate de estas enfermedades en los últimos años; pero el ébola debemos enfrentarlo juntos compartiendo la información, que es algo indispensable, si queremos ganar este combate.
Hemos tenido ya experiencias recientes con el cólera.  En un primer momento la tasa de mortalidad era muy elevada, luego de que se identificaran diferentes tratamientos y se aplicaran en Haití, nos ayudó a librar este combate que es imperativo ganar.
Quiero agradecer una vez más la cooperación con Cuba en este sector, los médicos que se encuentran trabajando en el terreno, los hospitales que se han construido; en particular, se inauguraron tres hospitales este año.
Igualmente quiero agradecer el apoyo de Venezuela, el trabajo también de todos los médicos cubanos en África Occidental, y digo que ustedes son países modelos.
Muchas gracias (Aplausos).

Intervención de Roberto Morales, Ministro de Salud de Cuba, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)


General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros;

Excelentísimos Jefes de Estado, Cancilleres y Ministros de Salud de los países que nos acompañan;

Excelentísimo Sr. David Nabarro, enviado especial del Secretario General de Naciones Unidas para el Ébola;

Estimada Dra. Carissa Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud;

Distinguidas invitadas e invitados:

Esta es una reunión trascendental para nuestros países.  La dramática situación en África Occidental por la epidemia de fiebre hemorrágica causada por el virus del Ébola, el mayor brote de esta enfermedad hasta el momento, calificado por la Organización Mundial de la Salud como de importancia internacional, nos obliga a adoptar medidas emergentes con el objetivo de evitar su propagación a la Región de América Latina y el Caribe.
Este virus se incluye en la lista de enfermedades muy peligrosas, ubicado en el grupo de mayor riesgo, el grupo IV, alcanzando una letalidad de hasta un 90%.
Se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo).  La aldea en que se dio el segundo de ellos, está situada cerca del río Ébola, que da el nombre a la enfermedad.  El actual brote comenzó en Guinea Conakry, en diciembre del 2013.
En las fiebres hemorrágicas virales (particularmente Lassa, Ébola, Marburgo y Congo Crimea), está demostrada la transmisión al ser humano por animales salvajes y de persona a persona a través de fluidos como:  la orina, heces fecales, la sangre, saliva, sudor, leche materna y semen; no ha podido descartarse la transmisión aérea.
La enfermedad tiene un período de incubación de 2 a 21 días y el cuadro clínico se caracteriza por fiebre elevada de aparición brusca, debilidad intensa, dolor muscular, cefalea y dolor de garganta, seguido por vómitos, diarreas, erupción cutánea, deterioro de la función renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.
Se reportan hasta el momento, un total de 9 391 casos de ébola, de ellos, 5 301 confirmados.  Han ocurrido 4 638 defunciones, con una tasa de letalidad general de 49,4%, siendo los países de más alta transmisión:

·         Sierra Leona con 3 508 casos y una tasa de letalidad de 34,8%.
·         Liberia, 4 262 casos y una tasa de letalidad del 58,3%.
·         Guinea Conakry, 1 528 casos y una tasa de letalidad del 57,3%.

El personal de salud, primera línea de choque contra las enfermedades transmisibles, es muy vulnerable y con frecuencia aporta los primeros enfermos y muertos que ocurren al inicio de los brotes. Hasta el momento, en los países con transmisión, han enfermado 436, por lo que es imprescindible su preparación en temas de bioseguridad, el estricto cumplimiento de protocolos y manuales de procedimientos, lo que, junto a los medios de protección, puede evitar la transmisión en este grupo de riesgo.
Existen otros países con baja transmisión como la República Democrática del Congo (68 enfermos), bajo control.  Estados Unidos ha reportado tres casos, uno de ellos fallecido que proviene de Liberia y dos trabajadores de la salud.  España reporta una auxiliar de enfermería que atendió dos pacientes trasladados desde Liberia.  En este momento las últimas pruebas ya dan negativo al virus del Ébola.  Senegal, con un solo reporte, cerró la transmisión el 17 de octubre, y Nigeria con 20 casos, debe cerrar en el día de hoy.
Nuestro país se ha preparado para evitar la entrada y transmisión de esta enfermedad, para lo cual ha implementado un Plan Nacional de Prevención y Enfrentamiento al virus del Ébola, que tiene como objetivo general, evitar su introducción y diseminación en el territorio nacional, así como consolidar un conjunto de medidas sanitarias de vigilancia, prevención, atención y bioseguridad, que posibiliten, con la participación de todos los sectores, la detección temprana de los casos y la implementación inmediata de acciones de control.

Los principios generales son:

·      Garantizar la protección de la frontera del país en los puntos de entrada, para contener la introducción del virus, a través de un reforzado control en aeropuertos, puertos y marinas, en correspondencia con el Reglamento Sanitario Internacional.

·      Asegurar las medidas de protección a los trabajadores y la comunidad, involucrados en la prevención y enfrentamiento al virus del Ébola.

·      Fortalecer las acciones de trabajo intersectorial, para lograr efectividad en las medidas de control y su cumplimiento por cada Organismo de la Administración Central del Estado.

·      Garantizar el estricto cumplimiento de las medidas de vigilancia y control sobre los viajeros y tripulantes procedentes de áreas con transmisión.

·      Realizar la vigilancia epidemiológica y hospitalaria en las unidades designadas, de viajeros procedentes de países con transmisión, así como el aislamiento de casos sospechosos.

·      Desencadenar medidas de control de foco intensivas, ante la ocurrencia de casos sospechosos.

·      Desarrollar acciones de educación para la salud, estimulando el cumplimento de las medidas de protección y bioseguridad del personal de salud y la población en general.

La implementación y cumplimiento de este plan ha permitido:

·         Constituir un Grupo de Trabajo para el Enfrentamiento al Ébola, que se auxilia de un Centro de Dirección, el cual monitorea la evaluación de la situación nacional e internacional las 24 horas del día.

Este grupo coordina técnicamente el Plan Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Ébola, de conjunto con el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.

·         Organizar la atención médica para los diferentes niveles del sistema, desde el estado de sospechoso hasta la conclusión de la vigilancia epidemiológica.

·         Acondicionar las instituciones médicas para la vigilancia de los casos expuestos a riesgo, así como para la atención de algunos  pacientes sospechosos de la enfermedad.

·         Adecuar a las condiciones de nuestro país, los protocolos de la Organización Mundial de la Salud para la vigilancia y atención del Ébola.

·         Identificar las necesidades que contribuyan a incrementar las capacidades diagnósticas en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, para el procesamiento de las muestras de casos sospechosos de fiebres hemorrágicas.

·         Capacitar los recursos humanos del sector salud en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad viral de Ébola, para su desempeño en el Sistema Nacional de Salud o en el cumplimiento de misiones en el exterior, así como a directivos, funcionarios y personal de otros sectores de la economía que participan en la respuesta.

·         Garantizar la preparación en las medidas de vigilancia y protección a diplomáticos, colaboradores y otros residentes cubanos, que se encuentran en los países donde exista riesgo o transmisión de la enfermedad.

·         Crear el Centro de Entrenamiento en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, para el cumplimiento de estos procesos de formación, que incluye las actividades de tratamiento y control de la enfermedad.

·         Garantizar el aseguramiento logístico multilateral para el enfrentamiento a la epidemia.

·         Incrementar las medidas de control sanitario internacional y vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al territorio nacional, para reducir el riesgo de introducción y diseminación del virus del Ébola.

·         Monitorear la situación epidemiológica de los países con riesgo o transmisión, donde contamos con brigadas médicas cubanas, adoptando las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las indicaciones para la protección de nuestro personal.

·         Asegurar el cumplimiento de la legislación sanitaria, con énfasis en la seguridad biológica, durante las acciones de prevención y enfrentamiento al virus del Ébola.

·         Orientar a cada Organismo de la Administración Central del Estado y los Consejos de la Administración Provincial, la elaboración de un plan con acciones específicas que aseguren la prevención y control de la enfermedad.

·         Elaborar un programa integral de comunicación social que oriente oportunamente a la población.

La preparación e implementación de este plan ha posibilitado continuar identificando vulnerabilidades en áreas que debemos fortalecer para su perfeccionamiento.
Ante la solicitud de ayuda del Sr. Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas y de la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud, al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el gobierno de Cuba decidió participar en este esfuerzo global, bajo la coordinación de la Organización Mundial de la Salud, para combatir la epidemia de Ébola en África occidental y convocó a sumarse a la lucha contra este flagelo, a los gobiernos y ministros de salud de todos los países.

La respuesta de Cuba estuvo encaminada a:

·         Mantener las 32 brigadas médicas cubanas en África, con 4 048 colaboradores, de ellos, 2 269 médicos, incluido Sierra Leona con 23 y Guinea Conakry con 16 cooperantes, países donde existe transmisión.

·         Envío de 256 profesionales de la salud del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias “Henry Reeve” a los países afectados por el Ébola, de los cuales 165 se encuentran ya en Sierra Leona y están listos para partir, 53 para Liberia y 38 para Guinea Conakry que, como se informó, saldrán mañana.

·         Desarrollar un programa de capacitación en países de África no afectados por la epidemia, donde existe presencia de brigadas médicas cubanas, que incluye temas de prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, para lo cual se identificaron facilitadores dentro de nuestros colaboradores, los que a partir de los materiales educativos enviados desde Cuba, se encargarán de capacitar al resto de los colaboradores de la salud, a los de otros sectores y a los cubanos residentes en esos países, lo cual puede extenderse a profesionales nacionales, de ser solicitado por los gobiernos.

En los países con brigadas médicas pequeñas, donde no se identificaron facilitadores, se enviaron especialistas para la preparación del personal.
Para Angola, por el número de colaboradores de la salud y de otros sectores, se previó una preparación diferenciada con la participación de especialistas, que desarrollan el proceso de capacitación por regiones. 
Todo este programa, facilitará que nuestros profesionales, junto a las autoridades sanitarias de cada país, puedan contribuir con la prevención de esta enfermedad.
A partir de las solicitudes de los gobiernos, estamos enviando especialistas a Guinea Ecuatorial, Nicaragua, Jamaica y San Vicente y Las Granadinas, para que laboren como asesores.

Compañeras y Compañeros:

A partir de la oportunidad que significa la celebración de esta Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, con el objetivo de analizar cómo prevenir y enfrentar este grave problema sanitario, donde ninguna región escapa al peligro, queremos compartir con ustedes algunas propuestas que de seguro en el debate se enriquecerán y surgirán otras que nos permitan trabajar unidos para preservar la salud de nuestros pueblos; ellas son:

·       Realizar una reunión técnica de especialistas y directivos, para intercambiar conocimientos y concertar estrategias de prevención y enfrentamiento a esta enfermedad, que puede incluir temas como:  los  protocolos de actuación, bioseguridad, organización de servicios y otros que sean necesarios.

·       Diseñar y ejecutar campañas de educación para la salud sobre la prevención y el enfrentamiento al ébola, dirigidas a incrementar la percepción del riesgo y la preparación de la población.

·       Con un esfuerzo conjunto, crear capacidades para el diagnóstico de enfermedades que requieran de laboratorios de alta seguridad.

·       Seleccionar profesionales de diferentes especialidades, para realizar un entrenamiento con la finalidad de convertirse en facilitadores y asesores en sus respectivos países y que contribuyan a elaborar e implementar un plan nacional.

·       Extender a los países del ALBA y del Caribe el programa de capacitación que se realiza hoy en los países de África donde existen brigadas médicas, para que contribuyan a la prevención de la enfermedad, al que pueden incorporarse  profesionales nacionales, de considerarse.

·       Fortalecer las investigaciones científicas sobre el ébola, en el marco del ALBA, como contribución a los esfuerzos internacionales dirigidos a enfrentar la epidemia.

·       Perfeccionar el sistema de información entre nuestros países, para mantener una actualización de la situación epidemiológica y otras que se requieran para la toma de decisiones, así como las experiencias que se puedan ir generalizando.

En un momento como este, debemos recordar las ideas de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cuando expresó en su reflexión “Los héroes de nuestra época”, el pasado 4 de octubre, y cito:  “…. porque lo peor que puede ocurrir es que tal epidemia u otras peores se extiendan por nuestro continente, o en el seno del pueblo de cualquier país del mundo, donde un niño, una madre o un ser humano pueda morir.  Hay suficientes médicos en el planeta para que nadie tenga que morir por falta de asistencia…” Fin de la cita.

Muchas gracias (Aplausos).

Intervención de Kenneth D. Anthony, Primer Ministro de Santa Lucía, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA –TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de Octubre de 2014.  “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)



Presidente Raúl Castro; Presidentes; Primeros Ministros; Ministros; distinguidos Representantes:
            Raúl creo que le debemos a Nicolás, tenemos que agradecerle por sugerir esta Cumbre que celebramos hoy.  Creo que tenemos que agradecerle en especial por este esfuerzo.  También tenemos que agradecerte, Raúl, por aceptar la celebración de esta reunión con tan poco tiempo de antelación.  Siempre es una gran experiencia estar aquí en Cuba con usted, y con el pueblo cubano, por tanto, felicitaciones y muchas gracias por esta iniciativa.
Debo decir que me conmovió su discurso, en especial cuando nos recordaba a todos que como parte del crisol de América Latina, la sangre africana corre por nuestras venas, eso fue una declaración muy conmovedora, algo que, por supuesto, usted siempre refiere y recuerda.  Por tanto, tal vez no haya necesidad de ese recordatorio y de esa declaración hoy.
Una vez más Cuba ha demostrado su humanidad, su compasión y su internacionalismo.  Cuba ha actuado unilateralmente, por iniciativa propia y debo decir que por débiles que seamos la historia de su compromiso en África será una lección muy poderosa para todos nosotros.
Estoy de acuerdo con el enfoque político que ha recomendado Fidel y usted también, Raúl, de que en esta lucha, en esta batalla contra esta enfermedad todas las naciones deben trabajar de consuno, es el momento y la ocasión para dejar a un lado los desacuerdos ideológicos por el bien de la humanidad, aun cuando todos reconozcamos que la iniciativa de Cuba no puede explicarse por comportamientos que no son derivados de su impulso humanitario.  Por tanto, creo que en esta lucha es sabio trabajar unidos y trabajar en todos los países y en todas las fronteras.  Solo el ALBA podría habernos reunido aquí hoy.
Entiendo que a los países les preocupan sus propias fronteras, sus propios problemas; pero lo que me ha llamado la atención en las últimas semanas es la despreocupación acerca de otros países vulnerables, y es por eso que esta iniciativa del ALBA es tan importante, porque aquí estamos, porque hemos comprendido que la humanidad enfrenta uno de sus peores desafíos y entendemos que nuestras fronteras son porosas.
Cuba ha entendido que ningún país en el Caribe puede estar seguro, si uno solo, uno solo se ve afectado, y eso necesitamos entenderlo, reconocerlo y considerarlo.
Nos concentramos en el tráfico en nuestros aeropuertos, pero prestamos poca atención al tráfico marítimo entre nuestras aguas territoriales y pueden existir accidentes y han ocurrido y, por tanto, necesitamos fortalecer la vigilancia en todos los puertos.  Creo que eso ya se ha subrayado y me alegro que así haya sido.
Debo decir que mi principal preocupación es la necesidad de proporcionar asistencia técnica de forma inmediata a las islas del Caribe.  Me alegra saber que Cuba ha puesto asesoría a nuestra disposición.  Y una de las preocupaciones que yo tenía era el establecimiento de una fuerza de respuesta rápida para que los países miembros puedan solicitar ayuda a esa fuerza.
He analizado el programa de compromiso entre los países del ALBA y, por supuesto, Cuba y el Caribe Oriental y me alegra saber que se han establecido fuerzas de acción rápida para que los países puedan solicitar ayuda en tiempos de necesidad.
Contrario a lo que muchos piensan el miedo no solo lo sienten las poblaciones, los pueblos, sino también entre el personal médico en nuestras islas.  Nunca han tenido una experiencia como esta, en su vida, nunca habían tenido esta experiencia.  La diferencia es que Cuba sí.  Cuba entiende el ambiente tropical, también tiene investigaciones tropicales.  Y quiero enfatizar la necesidad, lo más pronto posible, de que nuestro personal médico capacitado pueda compartir las experiencias, lo más pronto posible, para poder calmar esos miedos; porque no se puede administrar la epidemia si no vencemos este aspecto.  Por tanto, quiero ratificar la necesidad del compromiso de los países miembros de mantener un diálogo de forma que el personal médico pueda estar preparado ante eventualidades de este tipo.
Además de la urgencia de capacitar personal médico para poder lidiar con los temores, también necesitamos un rápido diagnóstico de los casos, y creo que hay una lección que aprender:  los protocolos de tratamiento..., bueno, no puedo hablar al respecto; pero lo que me llama la atención es la importancia del diagnóstico rápido.  Necesitamos preparar estos protocolos y valorar las capacidades de forma individual y colectiva, para el diagnóstico rápido y temprano.  Me parece que necesitamos establecer centros para el tratamiento de casos de ébola.
Sé que estamos pasando por un período económico muy difícil, extremadamente difícil; pero tenemos que reflexionar sobre la..., si no tiene sentido establecer en nuestro hemisferio un centro para el tratamiento de casos sospechosos.  No sé si eso es posible o no; pero deberíamos tener un centro con toda la experiencia necesaria para poder tratar estos casos, esto nos pondría en una posición donde tendrían que crear infraestructuras nuevas y no sé si tenemos la experiencia y el conocimiento requerido para garantizar que se pueda tratar a las personas afectadas con esa enfermedad.
Presidente, quiero asegurarle que Santa Lucía agradece esta iniciativa.  Le agradecemos enormemente a Nicolás, también te agradecemos, Raúl, te agradecemos y creo que todos los países miembros del ALBA agradecemos el que hayan entendido que en estos momentos de necesidad, los países vulnerables necesitan de ayuda.
Gracias, Raúl (Aplausos).


Intervención de Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA–TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de Octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)



Compañero General de Ejército Raúl Castro, Presidente de la hermana República de Cuba:
            Aquí nos ha convocado Chávez, a través de Nicolás, e inmediatamente Raúl elevó la propuesta a nivel de jefes de Estado, jefes de Gobierno, o sea, a lo que iba a ser una reunión ministerial.
            Nosotros valoramos que esta es una iniciativa que estaba haciendo falta en nuestra región.  Desde la región centroamericana hacíamos esfuerzos nosotros allá con los países centroamericanos, intercambiando, igual con México; pero todavía, digamos, que no se  habían creado las condiciones para una convocatoria de esta naturaleza. Había que empezar y creo que se ha empezado, y estamos totalmente de acuerdo que esta iniciativa pueda culminar con este encuentro ministerial y luego, un encuentro, incluso, de la Cumbre de Presidentes, que el tema central se instale ahí en la Cumbre de Presidentes en enero, allá en Costa Rica, en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Estamos aquí convocados —les decía— al llamado de Chávez, al llamado de Fidel, quienes son los que centraron las bases de esta Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América.
En nombre del pueblo de Nicaragua, quiero agradecer la solidaridad que Cuba ha brindado, a partir del triunfo de la Revolución, ha brindado una solidaridad en todos los campos, y en este caso particular en lo que es la salud, en todo nuestro planeta, y ahí tenemos este contingente de médicos cubanos —que como bien lo reconocen estos organismos internacionales—, está a la vanguardia en esta noble batalla a favor de la humanidad, porque combatiendo al ébola en África, estamos siendo consecuentes en nuestra solidaridad con los hermanos de África; pero también estamos dando la batalla para que esta epidemia no avance a los países en vías de desarrollo y que no avance tampoco a los países desarrollados, y ahí Cuba está siempre a la cabeza.
Igualmente incorporando —como lo explicaba muy bien el Ministro de Salud— también a los médicos que ya se encuentran allá, en África, lo que hace ya un contingente de varios miles, entre médicos y trabajadores de la salud, y dispuestos —como decía Raúl— a incorporar también a los médicos que tiene en estos momentos en nuestra región.
En Nicaragua tenemos médicos cubanos, y actualmente tenemos ya una delegación de especialistas cubanos, que ustedes nos respondieron inmediatamente, Raúl respondió inmediatamente a nuestra solicitud, nos envió los cuatro especialistas cubanos, que están formando, que están capacitando a los especialistas nicaragüenses y van a capacitar hasta..., en 15 días estarán capacitando a 120 compañeros especialistas nicaragüenses, y estos van a convertirse, a la vez, en multiplicadores, capacitando a más médicos, y luego, sobre todo, hay que llegar a la población, como bien se ha dicho, hay que lograr que se posesione la población, que se empodere la población de lo que es esta batalla contra el ébola, que es una batalla por la salud de las familias en nuestro planeta.
Quiero expresar —y estoy seguro de que esto lo compartimos todos— nuestro reconocimiento y nuestra solidaridad a la batalla heroica que están librando ya, desde que se inició esta epidemia, los médicos de África, y cooperantes que han llegado allá, de los cuales muchos han sido infectados, y de los cuales, algunos han fallecido, que están entre estos 200 fallecidos, de más de 400 infectados, médicos, personal de apoyo de la salud, que han estado laborando de una manera heroica, de una manera que deja ver que en la humanidad existe el principio de la solidaridad y que se practica el principio de la solidaridad.
Igualmente, nuestra solidaridad y el acompañamiento en el dolor para los hermanos pueblos africanos, donde han fallecido ya miles de hombres, miles de mujeres, niños víctimas de esta terrible enfermedad, y de los que han fallecido también en países desarrollados.
Y, como bien decía Fidel en su último mensaje, expresa con toda claridad que esta es una batalla por la humanidad, por la paz en el mundo, y va más allá de cualquier diferencia política, de cualquier diferencia ideológica.  Va más allá de cualquier confrontación, y esto es claro, el mensaje para aquellos países que —estoy seguro— sabrán trascender y deberán trascender en estas circunstancias, a no querer condicionar lo que es un llamado a la unidad, a unir esfuerzos, a unir recursos y a multiplicar recursos en esta gran batalla.
Sí, creo que hay que señalar que todavía pesa la insensibilidad, la dureza de corazón en los países desarrollados, en las cúpulas de los países desarrollados, que destinan rápidamente sumas multimillonarias para la guerra, que forman alianzas militares para la guerra, y que no los escuchamos formando alianzas globales para lanzar esta batalla en contra del ébola, ¿dónde están?
Es cierto, hablan en contra del ébola; pero no se siente todavía una decisión donde se conforme un gran frente mundial de lucha contra ébola, en el que participen los países desarrollados, y donde pongan recursos los países desarrollados, que pongan algo, que le resten algo de lo que gastan en la guerra, y lo coloquen en beneficio de la salud de los pueblos del mundo.  Esa es nuestra esperanza, y sabemos que en esta lucha contamos también con la solidaridad de los pueblos de los países desarrollados, que ellos sí están convencidos de que el camino es la unidad, y de que el camino es la defensa de la humanidad frente a esta tragedia.
Gracias (Aplausos).


Intervención de Clarise Modeste, Ministra de Salud de Granada, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA – TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de Octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)


General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros;
Excelentísimo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro;
Distinguidos jefes de delegaciones y representantes de países;
Señor Nabarro, enviado especial del Secretario de las Naciones Unidas;
Doctora Carissa Etienne, Directora de la OPS;
Director General de la Comisión OCS;
Otros representantes de organizaciones regionales e internacionales, y otros representantes presentes;
Señoras y señores:
Traigo los saludos fraternales de nuestro Primer Ministro y del gobierno y pueblo de Granada.  Nuestro Primer Ministro lamenta no poder asistir a esta reunión debido a circunstancias impredecibles y, por tanto, se me ha dado la tarea de representar a Granada y espero hacerlo de forma correcta.
Estamos extremadamente agradecidos por esta importante oportunidad de discutir significativamente sobre la enfermedad del Ébola que amenaza la sobrevivencia física y económica de nuestros países.
Elogio al ALBA, al gobierno de Cuba y al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, por hacer posible esta reunión.  Deseo elogiar particularmente a Cuba por los grandes logros en la prevención y tratamiento no solo del ébola, sino también de otras enfermedades infecciosas en general y, más importante aún, quiero elogiar a Cuba por su disposición permanente de extender su solidaridad a países menos afortunados, no solamente en África Occidental, sino en todo el mundo.
General de Ejército, en este mismo salón muchos de nosotros de los países miembros nos hemos beneficiado personalmente de la generosidad del gobierno y del pueblo cubanos.  Tengo que asistir a un foro internacional o regional donde no existan profesional que no hayan sido capacitados en Cuba y que ahora pueden representar con distinción sus países, debido a la inversión que hizo Cuba en los pueblos de nuestros países, y por eso le agradezco inmensamente (Aplausos).
También me complace ver la participación de las Naciones Unidas, de la OMS, de la OPS, y deseo elogiar a la doctora Carissa Etienne por su liderazgo en el trabajo realizado hasta ahora en el sector de la salud y, específicamente, para combatir el ébola.
También apoyo la preocupación de la doctora Etienne en relación con la necesidad en la región —y espero que esta reunión establezca un mecanismo— para poder solucionar algunas de estas preocupaciones.  Esta es una enfermedad de proporciones sin precedentes en la actualidad.
Como ha plantado la OMS, el ébola es un riesgo de salud internacional, y en este contexto se necesita una respuesta internacional.  Por tanto, esta reunión sobre el ébola es muy oportuna, es un paso en la dirección correcta y debo elogiar a los organizadores una vez más por haber convocado esta reunión con tan poco tiempo de antelación.
Dado los eventos de la semana pasada, hace unos meses el ébola era distante en África Occidental, pero hoy ya está a nuestras puertas.  La semana pasada en la reunión de Ministros de Salud, en San Vicente, estuvimos de acuerdo en que tenemos que hacer mucho en nuestros Estados miembros; pero no estábamos preparados para lidiar con esta emergencia.  Espero que la Comisión pueda armonizar su trabajo con las directivas que salgan de esta reunión, ya que parte de nuestro debate se refleja en el proyecto de declaración que se nos presenta.  Creo que este documento es muy abarcador y, una vez más, deseo elogiar a los que trabajaron en la redacción de este proyecto de declaración.  Estoy segura de que todos vamos a beneficiarnos al aceptar esta declaración.
Las noticias sobre Nigeria son muy alentadoras, y me alegra por ese país.  Esto nos da las esperanzas que necesitamos, de que podemos combatir el ébola si tomamos el enfoque correcto.  Debemos mostrar una voluntad política férrea, debemos trabajar para evitar histerias.
El Primer Ministro Kenny Anthony lo dijo muy bien:  la necesidad de garantizar la confianza en nuestros médicos y personal de salud.  Veo con apreciación que ya se han enviado representantes a nuestros Estados miembros, y espero que esta iniciativa se expanda a otros Estados miembros, porque una enfermedad que afecte a uno de nosotros, en realidad nos afecta a todos.
Espero con alegría los resultados de esta reunión que nos lleve hacia un éxito total, y espero que un equipo coordinador se establezca en esta reunión para que podamos empezar a trabajar de inmediato, una vez que concluya esta reunión.
Una vez más, les agradezco por la iniciativa (Aplausos).


Conferencia de prensa con los presidentes Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y Evo Morales, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)



Nicolás Maduro.-  Efectivamente hemos aprobado un plan de acción que nos va a permitir juntar esfuerzos para prevenir y proteger a nuestros pueblos de esta amenaza, también para apoyar el esfuerzo de Cuba, que está a la vanguardia del apoyo a África Occidental y, además, alinearnos perfectamente con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud en este esfuerzo que amerita una gran calidad científica, una gran capacidad técnica y, además, amerita preparar a nuestros pueblos, informar, educar a nuestros pueblos.
Creemos que esta ha sido una reunión oportuna, justa, en el tiempo necesario, y, además, ha sido una reunión exitosa.
Ya de aquí salimos inmediatamente coordinados.  Hay mucha preocupación por la información que se les trasmita a nuestros pueblos, de aquí vamos a salir con una orientación más clara de lo que hay que hacer.  También las medidas específicas para que los casos de ébola no entren a nuestros países ni por aeropuertos, fronteras terrestres, ni puertos.  Vamos a establecer un centro de control común y unas brigadas de reacción rápida para la atención necesaria en caso de emergencia o necesidad de nuestros países.  Así que creemos que el ALBA una vez más demuestra que nuestro centro es el ser humano, el centro de la Alianza Bolivariana es el ser humano, nuestros pueblos, y el ser humano visto —valga la expresión— como humanidad.  Así que una vez se demuestra que lo social está en el centro y la capacidad para que reaccionemos rápido, ¡rápido!
El presidente Evo Morales lo decía en su intervención:  Si se pusiera toda esa capacidad financiera que a veces se pone al servicio de la guerra —lo decía también el presidente Daniel Ortega—, al servicio de la paz, de la salud, de la vida, de la lucha contra la miseria, otra humanidad tendríamos.  Afortunadamente, en el ALBA hemos ido conquistando esos espacios.
Entonces, el presidente Evo quería también manifestar su balance de esta reunión.
Evo Morales.-  Muchas gracias, hermanos de la prensa.
Primero, con mucho acierto, esta convocatoria de urgencia y de emergencia, a la cabeza el hermano Raúl, Maduro, para ver esta epidemia conocida como Ébola.
Compartimos el mensaje de Fidel, “Hora del deber”,  deber por la vida, deber por la humanidad, convencidos, mucho más convencidos de que Cuba es la vanguardia en temas de solidaridad, de complementariedad, y compartimos también que por encima de las diferencias ideológicas, programáticas, pues está la vida, y por eso esta reunión con una propuesta, con un plan de acción, no solamente por los países del ALBA-TCP, sino también de toda la América Latina y el Caribe, de toda América, incluso, y de todo el mundo.
Todo nuestro respeto y admiración por la solidaridad y por la participación del pueblo cubano en África.  Cuba nos educa en temas de salud, en temas de solidaridad.
Yo comentaba, es verdad, y es una vivencia, cuando era dirigente Fidel le decía a Hugo Chávez:  “Hugo, podemos operar 500 000 latinoamericanos de la vista gratuitamente”, en ese momento pensé:  “¿Cómo gratuitamente, 500 000?”, dudaba:  qué está pensando, qué está hablando Fidel, decía.  Pero ahora solo con la Misión Milagro los hermanos cubanos en Bolivia operaron a más de 600 000, eso es solidaridad.  Estábamos sorprendidos, y ahora estamos planificando, compañeros, un plan de acción junto a los presidentes del ALBA para ver cómo protegernos; pero también cómo participar de acuerdo con nuestras posibilidades en otros continentes para frenar esta llamada ébola.
Ahora, pero decía el compañero Maduro:  ¿Por qué los países del ALBA?  Para los países del ALBA lo primero es la vida, lo primero es la humanidad.  Por eso nos hemos organizado los países del ALBA para juntarnos rápidamente, a veces autoconvocarnos y ver cómo cumplir con un mandato tan sagrado como es la vida, defender la vida, salvar la vida, y ahí Cuba lidera, y acompañamos siempre toda acción solidaria del pueblo cubano, a la cabeza su Comandante Fidel y Raúl.
Decirles muchas gracias también a la prensa por acompañarnos también en esta reunión de emergencia, que es tan importante no solamente para América sino para quienes habitan en el mundo.
Periodista.-  Presidente, usted en el documento final consideró que son insuficientes precisamente los esfuerzos que se siguen haciendo, pese a los esfuerzos que está haciendo el ALBA.  ¿Cuál es el llamado concreto que usted le hace a Estados Unidos, a Europa al respecto?  ¿Y para cuándo está prevista entonces la reunión de la CELAC, que también está previsto en el documento?
Nicolás Maduro.-  Bueno, es evidente que son insuficientes los esfuerzos que se han hecho, si no no estuviéramos frente a esta epidemia que se ha reproducido a pasos gigantescos y que estaba allí latente en África, en la pobreza y en la miseria que viven millones de hermanos y hermanas en el África.  Cuando se transformó en una amenaza para el resto del mundo, es cuando el mundo vuelve sus ojos hacia el África; la injusticia de un mundo que se posicionó sobre nuestros hermanos de África, nuestros abuelos africanos.  Esto es el resultado de la miseria sobre la miseria, del abandono, del olvido, de la ausencia de sistemas públicos de salud.
Entonces, hay que ir a la solución estructural del problema en el África y hay que apoyar a la Organización Mundial de la Salud para la solución estructural del problema, porque no se trata solamente de atenderlo coyunturalmente.
Nos alegramos mucho que Senegal y Nigeria hayan sido declarados ya territorios libres de ébola; pero hay que apoyar a Senegal y a Nigeria, entre otros países, para que tengan sistemas públicos, para que puedan tener sistemas sanitarios, epidemiológicos que protejan a sus pueblos.
Es una gran conclusión:  Nuestros pueblos necesitan fuertes sistemas públicos de salud y ver la salud como un derecho humano, no como una mercancía.  Eso es una conclusión vital de esta Cumbre del ALBA.
Pero, además, es una práctica —como decía el hermano Evo— de los pueblos del ALBA esto que señalaba Evo insistentemente, la Misión Milagro, que no es una misión reactiva frente a una epidemia, sino que fue una misión para llevar vida, vista, salud.  Ya llega casi a 3 millones de latinoamericanos y caribeños, Evo, casi 3 millones, que fue la meta que se impusieron el Comandante Fidel Castro y el Comandante Hugo Chávez.  Eso es lo que nos da confianza, que lo que decide el ALBA         se cumple; lo que nosotros decimos entre nosotros lo hacemos verdaderamente.
Nosotros vimos una noticia ahora, que la Unión Europea estaba estudiando aportar 1 000 millones de euros para el combate del ébola.  ¡Ojalá lo apruebe y lo aporte!  Porque se ha dado el caso, como cuando el terremoto de Haití, en marzo de 2010 se dio una reunión internacional, fuimos todos, ofrecieron más de 10 000 millones de dólares para reconstruir Haití y luego no aparecen los recursos, nadie los aporta, a excepción del ALBA que ha ido a Haití y está allí permanente con el pueblo haitiano.
Ojalá, ojalá se diera lo que propuso el presidente Daniel Ortega, que se recortara la inversión en bombas, misiles y se invirtiera en sistemas preventivos de salud pública para todos los países, sobre todo los países más pobres del mundo.
Son señales que hay que leer más allá incluso de la coyuntura y la emergencia, hay que leer las señales del mundo, por qué se reproduce esta pandemia, por qué nos amenaza a toda la humanidad y cómo va mutando inclusive.
Hemos acordado, con Cuba en el centro y a la cabeza, hacer un esfuerzo de complementaridad científico-técnica para dotarnos de todos los equipos de bioseguridad para atender las amenazas y la prevención, de compartir conocimientos científicos para el tratamiento curativo, entrar al estudio, además de incorporarnos a los estudios que está haciendo la Organización Mundial de la salud para los estudios posibles de una vacuna también frente a esta enfermedad; o sea que es un esfuerzo multidimensional. 
Nosotros, realmente, nos sentimos bastante complacidos de la reacción, la rapidez y la calidad de la reunión, de sus conclusiones, y vamos a estar personalmente los jefes de Estado y los jefes de Gobierno atendiendo que cada una de las cosas y los protocolos que hemos aprobado se cumplan estrictamente, para que nuestros pueblos tengan la garantía de que frente a esta enfermedad estamos preparados; pero, sobre todo, la conclusión más importante:  esto nos obliga cada vez más a fortalecer los sistemas públicos de salud, la salud como derecho humano fundamentalmente (Aplausos).

Intervención de Bernardo Álvarez Herrera, Secretario Ejecutivo del ALBA-TCP, en la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, efectuada en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución.”


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)



Muchas gracias, presidente Castro, presidente Maduro y presidentes, jefes de Estado y de Gobierno.
Un comentario de parte de la Secretaría, y es que considero que esta Cumbre del Ébola, donde estamos celebrando el décimo aniversario de la organización, es una expresión muy clara de los principios, de la orientación y de la naturaleza de esta organización.
El ALBA ha llegado a ser reconocida como una organización de predominante carácter social y en los sistemas de integración de la América Latina e, incluso, en el caso de la CELAC, han dado a la Secretaría Ejecutiva del ALBA la coordinación de todos los órganos que tienen que ver con los asuntos sociales de los distintos esquemas de integración.  Y, bueno, qué mejor ejemplo de esto que precisamente esta cumbre, para tratar un tema de tal contenido social, humano, de inclusión social como el ébola.  Entonces, creo que es una gran oportunidad para reafirmar el carácter de la organización.
Por otro lado, la respuesta rápida.  Siempre se dijo que era necesario tener una organización donde los jefes de Estado pudieran comunicarse rápidamente, pudieran decidir rápidamente sobre asuntos, y, bueno, creo que esta cumbre récord, digámoslo de alguna manera, que ya no es solo del reconocimiento nuestro sino del reconocimiento de organizaciones de las Naciones Unidas y de organizaciones internacionales, refleja un poco la vitalidad y el carácter de esta organización.
La Secretaría Ejecutiva, por supuesto, va a poner a disposición las conclusiones de esta cumbre, todos nuestros mecanismos, todo lo que podamos nosotros hacer para ayudar en esto.
Y, bueno, tenemos la cita del 14 de diciembre en La Habana, en donde debemos estar aprobando el tratado constitutivo, y estoy seguro de que esta Cumbre del Ébola nos va a reentusiasmar mucho en todos estos asuntos que tienen que ver con la salud, la inclusión social, la cooperación, la solidaridad, etcétera.
Muchas gracias (Aplausos).

Intervención de Carissa Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, en la Cumbre Extraordinaria ALBA-TCP sobre el Ébola, en el Salón de Protocolo de Cubanacán, La Habana, el 20 de octubre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.


(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)



Muchas gracias, señor Presidente.
Excelencias; Presidentes del ALBA y Haití; representantes gubernamentales, colegas:
También añado mi voz de elogio a Cuba y a Venezuela por organizar este encuentro en tan poco tiempo.
Excelencias: 
Existe un riesgo real del ébola y de que este sea introducido en América Latina y el Caribe.  Creo que la gran pregunta es cuándo y dónde, por lo tanto la región tiene que prepararse adecuadamente para garantizar la identificación temprana del primer caso, la contención y prevención de la trasmisión y el manejo adecuado de todas las personas, en caso de que se vean afectadas por el virus del Ébola.  Hay que garantizar que esto se realice en el marco de las regulaciones internacionales de salud.
La OPS ha trabajado con los Estados miembros y los países de varias maneras para garantizar esa preparación.  A un nivel central, en Washington, tenemos un grupo especial y un grupo de cotrabajadores y hemos planteado las misiones para cada Estado miembro y hemos estado en Haití y hemos iniciado la idea de estas misiones a partir de esta semana para todos los países.
Hemos apoyado a los Estados en los planes multisectoriales nacionales en la preparación y las áreas de aislamiento, la vigilancia epidemiológica y las comunicaciones.
Hemos participado en los entrenamientos y. de hecho, hemos facilitado y traído expertos, quienes han participado en el entrenamiento de los médicos cubanos y sus equipos que ahora son desplegados en el África Occidental.
Hemos brindado lineamientos y protocolos; hemos coordinado con el CDC de Atlanta y Canadá para el manejo de muestras.  En estos dos países solamente existen los laboratorios necesarios para los niveles recomendados.
Quisiera en este momento, sin embargo, y como tenemos la atención de los Jefes de Estado y de Gobierno, llamar vuestra atención a algunos aspectos críticos.  Es necesario que en la región de América Latina y el Caribe se eleve el acceso a laboratorios adecuados para el diagnóstico.  El único laboratorio BSL-3 para el diagnóstico de muestras inactivas está en Bolivia.  En la región solamente hay dos, laboratorios BSL-4 en Canadá y en CDC, Atlanta.  Y hemos coordinado para el envío de muestras allí.
Consideramos que en la OPS necesitamos trabajar con los Estados miembros y otros interesados para garantizar centros de tratamiento seguro adecuados. 
Debo reconocer que tal vez lo que estamos llamando centros de aislamiento en muchos de nuestros países no satisfacen las especificaciones y normas y tendremos que trabajar en esto.  Necesitamos garantizar que haya suministros; en este momento hay un suministro limitado de los equipos de protección para el personal y, por lo tanto, está toda la interrogante respecto a la disponibilidad limitada y de los precios elevados; es el momento en que la región y los jefes de Estado y de Gobierno de la región analicen la producción de estos elementos en la región.  Hay muchas cosas, hay muchos volúmenes que podrían requerirse.
Es necesario que haya un entrenamiento apropiado específico para todas las personas que participan en la prevención y el control; los servicios de emigración, de ambulancias, de aduanas, entrenamiento especializado para muchos otros que se ocupan de los laboratorios, los dirijan, etcétera.
Necesitamos garantizar protocolos específicos para los países y reglamentos específicos para ellos, relativo a todos los aspectos de control y la prevención.  Y necesitamos elevar las comunicaciones para el público en general y también para los auditorios atacados.  Tenemos que garantizar que la dirección nacional de alto nivel y política, tenga buena orientación en los principios de la comunicación de los riesgos.
Quiero hablar sobre el cierre de las fronteras y la negativa de entrada.  Según el Artículo 43, página 28 de la versión revisada de las Regulaciones de Salud Internacionales, como respuesta a riesgo específico o una emergencia de salud pública de carácter internacional —y eso fue declarado hace dos meses por la OMS—, los Estados miembros tienen la obligación de informar a la OMS en 48 horas en caso de que cierren sus fronteras, y tendrán el mandato durante tres meses de discutir eso con la OMS. 
Es un asunto de soberanía y cada país lo valora según su propio riesgo, y según eso decidirá si tiene el derecho de cerrar o no sus fronteras a personas de los países afectados.
Pienso que será importante recalcar los mecanismos para facilitar la formación y despliegue de grupos de repuesta rápida, para las acciones específicas y la OPS también tiene la responsabilidad de hacer eso y nosotros trabajaremos con todos los países interesados en la producción regional de los equipos personales.
Creo que este es el momento también en la región de estimular la producción de una vacuna contra el ébola, así como de contar con una medicación y un tratamiento específico por el ébola.  Creo que se cuenta en esta región con la capacidad para eso y puede que este sea el momento para iniciarlo.
Tenemos que mantener el monitoreo y la evaluación regionales.
Y, por último, la OPS iniciará la participación con las organizaciones internacionales para obtener recursos destinados a la formación y la obtención de un fondo de emergencia que puedan ponerse a disposición de los Estados miembros que soliciten apoyo en este sentido.
Gracias, señor Presidente (Aplausos).

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