Más de medio siglo de agresiones y guerra mediática contra Cuba
Las campañas de desinformación destinadas a una guerra de desgaste, de contrainsurgencia mediática real de más de medio siglo contra Cuba, no han hecho más que fortalecer la resistencia de nuestro pueblo, y desarrollar la capacidad de enfrentamiento ante los innumerables medios y recursos puestos en función de ese objetivo, que ha resultado inalcanzable por la potencia yanqui.
Esta ofensiva agresora tuvo sus inicios antes de materializarse la invasión mercenaria por Playa Girón, que finalizó con una aplastante derrota militar para los Estados Unidos, hecho del cual se cumplieron en este mes de abril 53 años.
La invasión mercenaria organizada, equipada y financiada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), estuvo precedida de una campaña de difamación y desestabilización orquestada por varias agencias y dependencias gubernamentales norteamericanas.
Baste recordar que agencias de prensa, emisoras de radio, periódicos y otros medios de comunicación masiva del vecino del norte, se ocupaban de distorsionar deliberadamente la realidad cubana, a la vez que difamar de los principales líderes de la triunfante Revolución cubana.
Los ataques se acompañaban de otros medios no convencionales de guerra, tales como el bloqueo económico, comercial y financiero mantenido contra la mayor de las Antillas por más de medio siglo, destinado a provocar carencias materiales de todo tipo para crear el descontento de la población.
Ciertamente contra nuestro país ha habido agresiones de todo tipo, desde militares, mediáticas, bacteriológicas y, últimamente, a través del empleo de las nuevas tecnologías de las comunicaciones, como es el caso muy sonado por estos días del programa ZunZuneo, que financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), se implementó contra Cuba entre los años 2009 y 2012.
Las revelaciones de la Agencia de prensa Associated Press sobre el programa secreto ZunZoneo, constituyen un capítulo más en la guerra no convencional contra esta isla y su Revolución, calificada por expertos como "guerra de cuarta generación", y también se corresponde con el llamado "golpe suave" utilizado por la administración del presidente Barack Obama en distintos países del Medio Oriente, Cuba, Venezuela y Ucrania.
Para materializar sus propósitos, Estados Unidos no escatima esfuerzos ni dinero, ejemplo de lo cual lo constituye la aprobación relativamente reciente de asignar otros 20 millones de dólares a la guerra subversiva y mediática contra Cuba.
Lo más reciente en esta política guerrerista seguida por el gobierno estadounidense contra nuestro país, es lo publicado en un artículo del "The New York Times", que confirma que el Departamento de Estado norteamericano suministró 2,8 millones de dólares a un equipo de hackers y activistas comunitarios y conocedores de programación para desarrollar un sistema de redes que permite a personas afines a los intereses de Washington en diferentes partes del mundo comunicarse por Internet, sin interferencias de sus gobiernos.
La Usaid ha "otorgado una subvención de tres años a la New América Foundation para hacer esta plataforma disponible en Cuba", dijo Matt Herrick, un portavoz de la agencia.
Como se aprecia, el gobierno de los Estados Unidos no cesa en sus planes para derrocar la Revolución cubana. No escatima esfuerzos, ni escarmienta, ni aprende la lección que por más de medio siglo le ha dado Cuba.
Finalizo con una cita de lo expresado por el presidente cubano Raúl Castro Ruz en la clausura del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) el pasado 22 de febrero: "Estos hechos confirman que dondequiera que haya un Gobierno que no convenga a los intereses de los círculos de poder de Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos, se convierte en blanco de las campañas subversivas"
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