Rodobaldo Martínez Pérez
El Holguín que queremos seguir construyendo es una fórmula social, atemperada a las realidades
de una provincia, donde el reto principal es la conquista de índices superiores
de desarrollo en esferas determinantes, para aumentar los niveles de vida de su
pueblo desde las contribuciones de él
mismo.
Esa expresión incluye las exigencias derivadas de
una época, cuya parte esencial descansa en lo que seamos capaces de alcanzar en
el orden individual, a tenor con el significado de Revolución y su
insustituible premisa de `”emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros
propios esfuerzos”.
La primera equivalencia de tal enunciado sería el
buen desempeño en cada uno de los frentes ocupados, medidos con los parámetros de la
productividad, eficiencia, eficacia, ahorro, aprovechamiento y rentabilidad. Es
muy fácil comprobar rendimientos si partimos de una insoslayable y generalizadora guía: la totalización del
plan de trabajo con calidad.
Acompaña la ejecución de cada quien y su quehacer
cualitativo, el mérito de la disciplina, el civismo, ejemplo personal, incluidos dentro de la
abarcadora meta del compromiso, con la mayor unidad entre todos, rodeados de
amor y pasión en la misión cotidiana.
El avance económico general depende de las sumas
particulares logradas. Si, por ejemplo, supimos
que la producción mercantil alcanza el 96.1 por ciento de lo planificado y 42
entidades no alcanzan las cifras programadas al cierre del 2013, ellas son como
bombillos rojos en el 2014.
Merecen atención las empresas de la Agricultura con
comportamientos negativos y la dañina
realidad de no llegar a lo concebido en producciones de huevo, leche, carne aví
cola y madera acerrada, entre
otras. El proceso inversionista, con poco más del 50 por ciento el año pasado,
debe incluirse en las alertas tempranas.
Una dedicación especial requiere la sustitución de
importaciones y el aumento de las
exportaciones, por el influjo en las
inyecciones de divisas frescas con la labor más eficaz en las instituciones
para el turismo.
En
el balance anual señalaron como los problemas en que menos se avanza los hechos contra el ganado mayor, el uso
ilegal del combustible y la pobre calidad del pan, por tanto, esas son esferas
priorizadas en el nuevo acometimiento.
De la misma forma sucede con los demás sectores, de cuyas realizaciones desbrozadas en
indicadores y por cientos, según un espacio de competición medido en etapas,
ilustra los desempeños y la contribución al
llamado territorial de continuar el avance a partir de la máxima
generadora de fuerzas de que entre más holguineros seamos, más podemos.
En relación con los servicios, a parte de las cifras
medidoras de la gestión, importante es incluir el valor de una sonrisa, la
amabilidad y el respeto para con el público. Los maltratos restan puntuación a
favor de la no credibilidad de nuestra misma obra.
Para acercarnos, cada vez más, al enunciado debemos
ir disminuyendo la lista de organismos incumplidores,
los costos sobregirados y las influencias negativas en cuestión de aportes.
Necesitamos, además, que en los análisis de los
errores, ir a las causas y a la puntualización de la responsabilidad de cada
quien, para saber cuál es la cuota de culpas en las proposiciones particulares.
La oportunidad en los controles, desde la
inteligencia y la sensibilidad, es fundamental para medir lo alcanzado, conocer las fallas e
incumplimientos, siempre, con el objetivo de perfeccionar la marcha. Además
será el espacio requerido paras premiar al pelotón de avanzada y conocer a quienes
merecen elogios. El estímulo otorga impulsos y estimula el sentimiento de
pertenencia.
Debe originarse una creatividad colectiva,
consciente a partir de la cultura organizacional y la comunicación diáfana,
tanto en lo interno como en lo externo, para aspirar al progreso en cada centro laboral,
estudiantil, institución y organización, con el aporte insustituible de la
familia.
Una parte esencial para el mejoramiento de la vida
está relacionada con el desenvolvimiento de la sociedad y la eliminación de
todo lo que perjudique la cotidianeidad de sus integrantes. Las indisciplinas,
hurtos, desacatos, irrespetos, chapucerías, dejadeces, negligencias o apatías
engrosan la lista de los frenos en el camino.
Si ese Holguín que queremos construir todos juntos
significa prosperidad, la única implementación verdadera comienza por un verbo: acción y su
efectividad por otro vocablo: control.
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