Rodobaldo Martínez
Pérez/¡ahora!
rodo@enet.cu
Para los
periodistas cubanos la UPEC deviene como
una sombrilla gigante para cubrirnos a todos, desde que emergió con la
mayúscula encomienda de proteger a sus representantes en el ejercicio
profesional legal y ético.
Llegó como expresión de la voluntad del gremio de organizarse y aconteció por fusión: con la impronta del Colegio
Nacional de Periodistas, la Asociación de Reporteros de La Habana, la
Asociación de la Prensa de Cuba, centenares de pequeñas organizaciones y
asociaciones periodísticas.
Mañana serán ya 49
años (15 de julio de 1963) los transcurridos
en la dirección de la marcha y
guía continuas de esta fuerza necesaria y
comprometida con la salvaguarda de la Revolución Cubana, eso acentúa su valía y justifica las razones para
continuar existiendo.
Cuando discutimos en el
actual panorama mediático el
derecho de acceso a las fuentes para el cumplimiento de la labor informativa en
pro de un mejor ejercicio, de la atención a las necesidades y la entrega de
medios para el trabajo, ahí está la UPEC como vehículo facilitador de las
demandas, con la necesidad de una mirada por dentro sincera y
autocrítica, para señalar deficiencias y abogar por erradicarlas.
Hablamos de un aniversario en circunstancias especiales, cuando necesidad y solicitud forman sinónimos, entre francos, perspicaces y reflexivos planteamientos sobre el uso de las nuevas tecnologías, la política informativa así como la formación y superación profesional.
Hablamos de un aniversario en circunstancias especiales, cuando necesidad y solicitud forman sinónimos, entre francos, perspicaces y reflexivos planteamientos sobre el uso de las nuevas tecnologías, la política informativa así como la formación y superación profesional.
Permanece despejado que los retos de hoy son
superiores a los que coexistían ante el VIII Congreso, cuando el mundo de la Internet y Redes Sociales escalan
en caminos de resguardo de las conquistas de la Patria en el escenario de una guerra
mediática contra Cuba sin precedentes, con la ubicuidad de la información presente en
tiempo real en distintos soportes y medios de comunicación de todo el planeta.
Muchos crecimos
como profesionales a la sombra de la UPEC, muchos respetamos sus desempeños a
lo largo de este tiempo por depurar la gestión de la pluma y muchos agradecemos
el interés y la obra por dignificarnos
dentro de la sociedad.
Ella incluye a quienes perpetuamente apostamos por
esta Cuba libre, a quienes utilizamos
cada línea en su defensa, para sembrar entre los afiliados los Estatutos de la UPEC, el Código de
Ética del Periodista, conjuntamente con los preceptos que amparan el trabajo de
la prensa, contenidos en la Constitución de la República y en otros
documentos rectores del país.
Como respuesta a la
convocatoria por los 50 años, el IX
Congreso de la organización, a celebrarse el año próximo, y. como piden los
Lineamientos del Partido. somos y seremos ese ejército de vanguardia acompañante,
siempre, del presente y futuro de la
Patria, para preservar la unidad que persistentemente apuntará a la victoria.
El
valor fundamental de una identidad profesional, hoy en crisis en mucha parte
del mundo, constituye un eje primordial,
para poder reflejar la
realidad cubana en toda su diversidad, con la contribución más activamente de los periodistas en el diseño de la política
informativa del medio, como
lo patentizó la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba.
Nuestro mejor regalo al cumpleaños de la UPEC es la realización de un periodismo inconforme,
buscador, analítico, crítico, que no deje zonas vacías en los asuntos que
aborda, que satisfaga las necesidades informativas del receptor, cuando urge un
ejercicio permanente de la opinión para explicar lo que acontece en el ámbito
nacional.
Y ser
capaz, cada uno de nosotros, de desterrar de la práctica cotidiana la autocensura, mediocridad,
lenguaje burocrático, para
satisfacer parte de las necesidades
informativas que son imprescindibles en las decisiones que dan curso a los
ámbitos políticos y económicos de cada cubano.
Cuando enfilamos hacia el Aniversario 50 toman fuerzas
mayúsculas los consejos del ilustrado colega santiaguero Antonio Moltó: “Dile a los periodistas que no escriban nada en contra de
su conciencia”
Debe constituir reto para
la UPEC hacer crecer más el talento, conscientes que al “periodismo solo pueden mejorarlo los
periodistas”, para hacer más efectivo su
papel social al estar cada vez más
competentes, con vocación ilimitada
y sólidos principios revolucionarios en el
camino de las transformaciones posibles en el sistema informativo- comunicativo del país.
Cuando los peligros y retos son mayores para la prensa
cubana, en la Sociedad Mundial de la Información, necesitamos sentir muy cerca a Fidel, con sus orientaciones,
consejos, alerta y estímulos de siempre, como ocurrió en el VII Congreso.
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