Columnas

Wednesday, May 30, 2018

Muy peligroso: No hacer crítica



Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
  La crítica periodística siempre le hace falta a la sociedad, para protegerla como guardián desde una  alerta pública,  de buena fe, sobre problemas que  perjudican, dañan,  agreden el orden y, conjuntamente con las autoridades responsables, solucionarlas radicalmente,
El abanico de conflictos incluye  las más disímiles aristas, desde un mal servicio, una instalación  deteriorada por la indolencia de quienes deben de cuidarla, locales desaliñados, equipos por instalar y, hoy, al sol y sereno, en espera de no seguir perdiendo dinero por tanta dejadez,  recursos botados, inversiones abandonadas,  erróneas conductas, valores maltrechos, prepotencia, abuso de poder, falta de exigencia o  déficit de control.
  La crítica requiere de solida investigación, trabajo en equipo, con datos y argumentos sólidos, fundamentados y probados convenientemente.

En Martí, como paradigma y elegante pluma cubana y del mundo, podemos beber constantemente:   “ese mezquino afán de hallar defectos, ese celo del ajeno bien, ese placer del mal ajeno, huéspedes ciertamente indignos de pechos generoso”.
Cuantas enseñanzas en dos líneas, jamás ser mezquinos, ni usar el gran poder el medio, sino un ejercer generoso, para, en nuestro caso,  perfeccionar el modelo cubana con la participación de todos.
 Defiende que: “criticar, no es morder, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota, no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro, y desvanecer, con mano piadosa, la sombra que oscurece la obra bella.”
Es el deber de nuestra prensa saber hallar el “lunar negro que oscurece la obra bella” que es la Revolución de los humildes y para los humildes de Fidel Castro y cualquier accidente que dejemos crecer, sin el valor de atacarlo por censura o  la peligrosa autocensura pone en peligros tantos sueños abonados por el sacrificio y la sangre de  los mejores hijos de la Patria.
“Criticar es amar y aunque no lo fuera, no está en que iniciemos época favorable a la agitadora y dura crítica…”, como lo dijo el Maestro en su discurso en el Liceo de Guanabacoa, en el ya lejano  21 de junio de 1879 y desde entonces nos convoca a saber seducir, galantear con nuestros textos periodísticos.
Para el Apóstol  "La prensa debe ser examen y la censura, nunca el odio ni la ira que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa; se acepta lo que viene en forma de razonado consejo".
Es la importancia de explicar  todo lo relacionados con el pueblo, como mediadores que somos entre la sociedad y las instituciones estatales, para no dejar dudas, ni incomprensiones de temas complejos en el modelo cubanos y saber el desempeño de cada uno en las tomas de decisiones y para Martí es imprescindible tener ética: "Sólo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre".
Añade: "El periódico es una espada y su empuñadura la razón. Solo deben esgrimirla los buenos, y no ha de ser para el exterminio de los hombres, sino para triunfo necesario sobre los que se oponen a su libertad y progreso”
Y redunda la idea al exponer: "Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él".
Para nadie constituye un secreto que el más grande patriota, revolucionario e intelectual cubano del siglo XIX, ejerce con elegancia y moral nuestra profesión y, que puso su verbo encendido, como látigo con cascabel, al servicio de Cuba.
Con su extraordinario talento y visión de futuro, el Maestro dedica más de 25 años de su vida a defender, con su pluma ardiente, bella oratoria y de luchar constantemente  por un mundo mejor para todos los hombres. Nos deja consejos útiles y observaciones para nuestra profesión con mucha vigencia para la prensa que necesita la Revolución en estos difíciles momentos.
Fidel,  quien en el VII Congreso de laUPEC, en 1999 nos pide: “Ténganme como uno de ustedes” y  el mejor discípulo del Héroe Nacional,  también, refiere la importancia del periodismo en la construcción de la nueva sociedad al decir: “Nosotros estamos seguros de que nuestra prensa y nuestro periodismo, al igual que la Revolución, tendrán en el futuro un gran porvenir, y que el trabajo de nuestra prensa revolucionaria será cada vez más importante, más decisivo, en la medida en que nuestro pueblo será —como decíamos— cada vez más exigente”.
En su reflexión, La historia real y el desafío de los periodistas cubanos, el Comandante escribe: “La verdad en nuestros tiempos navega por mares tempestuosos, donde los medios de divulgación masiva están en manos de los que amenazan la supervivencia humana con sus inmensos recursos económicos, tecnológicos y militares. ¡Ese es el desafío de los periodistas cubanos!”
Como demuestran estos pensamientos, Fidel siempre otorga gran importancia a la prensa como factor contrahegémonico en las luchas internacionales y como guardiana de la Revolución, encargada por excelencia de detectar y combatir los errores internos y. siempre, considera que su misión primordial es defender laObra de Enero.
El Comandante en Jefe, varias veces nos dijo, que prefería la equivocación ante el error de no hacer crítica, porque la  gran dificultad de la crítica periodística, la más peligrosa: No hacerla.

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