Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
El papel de la juventud cubana en la preservación de
la Patria, ante los retos y amenazas actuales, tiene en el X Congreso de la
Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) un escenario significativo para definir como
hacerlo sin ambigüedades ni disfraces expresivos, durante los debates del
evento desde el 17 al 19 de julio, en La
Habana.
Es importante el arsenal de ideas y razones para
enriquecer las discusiones que utilicen,
porque como refieren dirigentes históricos de la Revolución: “Hoy, la gran
mayoría de los cubanos solo conoce por referencias lo acaecido antes de 1959.
“Las razones
para luchar y vencer se multiplican cada día”, una frase del líder histórico de
la Revolución cubana Fidel Castro, requiere traducirse en actitudes ante el
estudio, trabajo, patriotismo, sentido del deber y compromiso de las nuevas
generaciones que nacieron después del Triunfo de la Revolución, cuando la
realidad era otra antes de esa fecha en
la mal denominada República Cubana.
Existe un empeño marcado de falsificar aquella realidad por quienes quieren la restauración capitalista aquí, de ahí el ascenso en la subversión ideológica.
Los jóvenes deben comprender y razonar, desde su
ideología, valores patrióticos y revolucionarios la trascendencia de preservar la unidad por sobre todo las cosas, pues estamos
conscientes de que la lucha no puede concluir, solo cambia la manera en la que
pretenden destruirnos.
No por gusto este X Congreso se convoco el 2 de
diciembre del 2014, en Los Cayuelos, sitio por donde arribó el yate Granma en
1956 al Oriente cubano, procedente de México con una preciosa carga: 82 de sus
mejores hijos, todos jóvenes, como ustedes y comprometidos iguales por el
destino de su Patria.
Esos jóvenes, comandados por Fidel Castro, el 26 de
julio de 1953 encendieron la llama de combate al asaltar la segunda fortaleza
del país, el cuartel Moncada, en Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de
Céspedes, en Bayamo, nombres de dos bravos generales mambises que esas
instituciones del crimen afrentaban.
La mayoría de los miembros de las células
clandestinas, apenas tenían 20 años, pero ya soñaban con transformar la triste
realidad imperante en la Cuba de entonces.
La Seudo República no tenía nada que ver con la idealizada
por los jóvenes de 1868 y 1895, representados en Céspedes, Maceo Agramonte, Gómez, Martí y tantos
valientes hijos e hijas de la Patria que dieron lo mejor de sí por la libertad
que se alcanzó definitivamente en Enero
de 1959.
Los jóvenes de la Generación del Centenario, aunados
por la prédica y la decisión de lucha de Fidel Castro, no dejaron morir a Martí
en su centenario, con la victoria de la
moral y de la dignidad.
Por eso en
este Congreso de la UJC es muy oportuno escuchar a Fidel cuando refiriéndose a
la juventud, puntualizó: “Queremos que tengan el máximo de
conciencia de su papel, de lo que pueden hacer por su país, de lo que pueden
hacer por la Revolución, de lo que pueden hacer por su futuro.»
E n ellas está
implícita la posición asignada a esta parte de la vanguardia política de la
nación y su responsabilidad con el futuro del país, a 62 años de los asaltos a los cuarteles
Moncada, en Santiago de Cuba y Céspedes, en Bayamo.
Estos tiempos
que corren, cuando Cuba actualiza su modelo económico y social, es fundamental reflexionar sobre la
implicación de nuestros jóvenes en los
asuntos de la cotidianidad, siempre con la premisa del concepto fidelista de
Revolución de cambiar todo lo que debe ser cambiado, y lograr que prime la voluntad de transformación de lo mal hecho, muy hermanado con el sentido autocrítico y de
compromiso con el desarrollo socialista
del país.
Lo realizado
hoy requiere perfeccionarlo a todo con la moral social presente en la actual
generación, acorde a sus sentimientos, subjetividades, gustos y aspiraciones,
que deben definir la conciencia crítica de cada uno de ellos.
Se trata de abrir los
espacios de sus preocupaciones al debate, pero sin improvisaciones, con los
argumentos del por qué de cada cosa, y cuando no se tienen buscarlos, evitar
confusiones involuntarias y no ser ingenuos ante cualquier malintencionado, que
en un mundo tan complejo no dejarán de existir.
Hay argumentos
suficientes para realizar el Trabajo Político Ideológico, el legado del joven
Fidel Castro, quien organizó y dirigió las acciones de aquel 26 de Julio nos pertrecha de conocimientos, por eso es
necesario que lo utilicemos y sobre todo los jóvenes, las estudien, las
discutan, busquen en ellas las respuestas a los asuntos que hoy les puedan preocupar,
no basta con apoyarlo y convertirlo en consignas, hay que defenderlo con pasión
y compromiso, como han hecho siempre los jóvenes ante las tareas encomendadas.
Recordemos la reflexión
del Comandante en Jefe, del 14 de enero del 2008, titulada: “Regalo de Reyes”.
“A
los revolucionarios más jóvenes, especialmente, recomiendo exigencia máxima y
disciplina férrea, sin ambición de poder, autosuficiencia, ni vanaglorias.
Cuidarse de métodos y mecanismos burocráticos. No caer en simples consignas.
Ver en los procedimientos burocráticos el peor obstáculo. Usar la ciencia y la
computación sin caer en lenguaje tecnicista e ininteligible de élites
especializadas. Sed de saber, constancia, ejercicios físicos y también
mentales.
En la nueva era que vivimos, el capitalismo no sirve ni
como instrumento. Es como un árbol con raíces podridas del que sólo brotan las
peores formas de individualismo, corrupción y desigualdad. Tampoco debe
regalarse nada a los que pueden producir y no producen o producen poco.
Prémiese el mérito de los que Trabajan con sus manos o su inteligencia”.
La nueva generación de cubanos debe
estar consciente de su responsabilidad de defender la Patria, garantizarle sus
conquistas, entre ella su libertad y `para eso el Palacio de Convenciones de la Habana es un
bonito escenario, `para reflexionar juntos la idea. .
Biografía del emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas
El logotipo se exhibió por primera vez en el podio utilizado por Fidel en la clausura del Primer Congreso de la UJC, donde propuso —y los delegados acordaron por unanimidad— que la organización adoptara el nombre de Unión de Jóvenes Comunistas
Según el blog
X Congreso de la UJC, elaborado por el Comité Nacional de la Unión
de Jóvenes Comunistas, este es el significado del logo que acompaña las
sesiones de debate a todos los niveles de la magna cita juvenil:
«A la izquierda del número romano, dónde las líneas están
más definidas significa la estructura organizativa, bien estructurada y con
objetivos concretos dentro de nuestra sociedad. A la derecha y con la
utilización de los colores del emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas, se
representada a la diversidad de la juventud en Cuba, su alegría y compromiso
con la Patria».
¿Por qué un congreso?
«La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), es la organización
política de la juventud cubana, la proyección de su trabajo va más allá de sus
miembros, está dirigida a toda la población joven del país y su principal
objetivo es la formación integral y multifacética de las nuevas generaciones.
El Congreso de la UJC constituye el momento cumbre de la organización debido a
que en este encuentro los jóvenes dialogan sobre sus principales preocupaciones
y sobre otros temas de interés actual».
Vea también:
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