Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
La paz puede
alcanzarse de varias formas, en sentido
positivo, cuando emerge en equilibrio y
estabilidad las partes de una unidad, con total respeto y en el negativo, cuando crucifican la dignidad y lacera el honor.
Por eso el decreto ejecutivo,
firmado por Obama, en contra del gobierno legítimo de Nicolás Maduro, en
Venezuela, no caben dudas, rompe esa
armónica manera de vivir en la región latinoamericana, por la utilización
despiadada de la soberbia, contra un pueblo que es esperanza y jamás amenaza.
Estados Unidos usó su poder económico, financiero-militar y reitera
su categoría de “gendarme”, para tratar de atemorizar a su antiguo traspatio.
Vuelve la pregunta a rondarnos ¿cómo lograr la paz?
Hay dos maneras en el caso de Venezuela bien explícitas: aceptar las “causas”
tenidas en cuenta por la Administración yanqui para castigar a la Patria de
Chávez, destruirle su Revolución, convertirla en su añorado traspatio, para
reguardar su reserva petrolera y desbaratarle su propósito de construir el
Socialismo del siglo XXI o mantenerse erguida sobre la base de decoro.
La primera sería alcanzar una paz de rodilla, la
segunda, de pie. En la IX Cumbre
Extraordinaria del ALBA-TCP, convocada en solidaridad con el hermano pueblo de
Venezuela, efectuada en Caracas, Raúl Castro lo especificó bien:
“La paz que hoy reclama Venezuela y necesitamos
todos, es una paz con justicia, con
igualdad, la paz de pie, no la paz de rodillas, es la paz con dignidad y
desarrollo”.
Las fuerzas de oposición interna, de país
suramericano, ansían que los chavistas acepten, tranquilamente, toda la
retahíla manejada para acusar a Venezuela de constituir una amenaza para la
soberanía de los Estados Unidos.
Tamaño embuste, con el marcado propósito de desestabilizar la
zona y empezar por una nación clave, en
ese haz de pueblos, líder en materia de integración. El triunfo de
gobiernos de izquierda le quitó al Imperio su protagonismo en el Continente.
Junto al ataque a Venezuela, no es casualidad, los conflictos en Argentina y Brasil, con la utilización de
la extrema derecha
en ambos países.
Esa es una de las razones, para querer “fabricarnos”
una oposición interna en Cuba, porque atizan a esa gente, les dan apoyo financiero y cuentan con un arma, que pueden manejar a
su antojo, para el soñado derrumbe de la Revolución cubana.
El nombre de “mercenarios”
no es pura semántica. Si esos son individuos quienes reciben dinero, para
agredir a su propio país, no puede llamárseles de otra manera. La lista la
engrosan las denominadas Damas de Blanco, conocidas por Damas de Verde, por su
afición al dólar, o Yoany Sánchez y compañía, por citar ejemplos.
¿Se imaginan ustedes lo caldeado del ambiente
cubano, con una oposición formando las llamadas guarimbas y destrozando al país?
Su próxima maniobra la pretenden hacer en la VII Cumbrede las Américas, / por
celebrarse en Panamá, a la cual asistirá, por primera vez, Cuba. Un grupo de
peones trataran de hacerse pasar por la sociedad civil cubana y formará un circo de denuncia contra la Revolución, pero allí estarán los jóvenes, la verdadera sociedad civil cubana,
para alzar su voz de paz y dignidad en nombre de un pueblo trabajador y
solidario.
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