Hacer controles oportunos, para que las acciones
humanas generen, siempre, beneficios y no caigan en el montón de quehaceres
erróneos e inútiles, con el cúmulo de insatisfacciones y malgasto de recursos
resulta una razón fuerte, para que la máxima dirección partidista en la
provincia incluyera en sus análisis la Educación, Industrias Procesadoras de
Alimentos y la siembra de caña.
La marcha de esos tres frentes es definitoria en el
desarrollo económico y social de este territorio, por eso, al incluirlos en la agenda de la última
reunión del Buró provincial en septiembre, pudieron debatir como rectificar las dificultades responsables de no
avanzar como necesitamos.
Luis Antonio Torres Iribar, miembro del Comité
Central y primer secretario del Partido en el territorio, presidió el encuentro, cuya máxima fue:
“Reconocer un problema es el camino más expedito para su solución”.
Fallan en el
sector de la Educación la falta de profesores, principalmente, en Secundaria
Básica y Preuniversitario; roturas de
Medios Técnicos y Audiovisuales; ineficacias en la docencia; pocas condiciones para
el desempeño de profesores; insuficiencias en la Enseñanza Técnico
Profesional; cinco escuelas en “Sagua de
Tánamo” con problemas en las
edificaciones y éxodos de educadores
hacia sectores de mayor remuneración económica en el municipio de “Rafael Freyre”.
No
está bien el uso correcto del uniforme escolar; indisciplinas en varias
instituciones educativas; manifestaciones de formalismo y esquematismo en el
análisis de la actualidad nacional e internacional; insuficiente ejemplo de los
educadores; mal trabajo con la juventud; dificultades en las matrículas y retención del
Pedagógico.
Torres Iribar
habló de
la importancia de la motivación entre los educandos por las carreras
pedagógicas para lograr que la mayoría ingresen y egresen de esa hermosa profesión; desterrar cualquier
vestigio de triunfalismo y no engavetar trabajos investigativos de probada
utilidad.
Llamó a
reflejar
objetivamente la realidad del curso escolar a nivel de la provincia, municipios
y centros escolares, en respeto a la
inteligencia del pueblo. Sobre la labor
con los jóvenes consideró la elevación
de su papel protagónico, como unas de las garantías de continuidad de la
Revolución.
Maritza Salas Ge, miembro
profesional del Buró, quien presentó el informe sobre la
valoración de la política de trabajo en Educación, catalogó al Sector de estratégico para la continuidad de la Sociedad
Socialista.
De acuerdo con el informe presentado es insuficiente el accionar de directivos y
docentes en el fortalecimiento de la educación cívica ciudadana de los
estudiantes, por lo cual se requiere un trabajo más integrado de la escuela con
la familia, la comunidad, las organizaciones estudiantiles y el resto de los
factores de la sociedad. Ponderaron el diálogo como arma educativa.
Varios miembros del Buró refirieron la importancia
de mantener constancia en el cuidado del mobiliario escolar, fortalecer la
labor vocacional hacia el magisterio, la
calidad del proceso docente, dañada por clases sin eficacia, asignaturas sin
profesores, alumnos sin hábitos de estudio, no tener la base material
requerida, actitudes incorrecta de
educadores y el mal hábito de
incrementar el constante pedido a
los padres de los más diversos objetos.
La importancia
de la autopreparación profesoral y las insatisfacciones sobre la venta de
uniformes incitaron varias reflexiones de miembros del Buró.

La
flexibilización y adecuaciones en el
proceso docente, dijo, son para aplicar
el proyecto idóneo de acuerdo con las características de cada lugar y no
implica relajación de ningún aspecto.

Otro
tema debatido fue la labor realizada por las Industrias Procesadoras de Alimentos y el impacto para la sustitución de
importaciones.
El informe presentado por Juan Domínguez
Pérez, miembro del Buró, enuncia: “Las industrias del MINAL poseen la
responsabilidad de producir alimentos para nuestro pueblo con total calidad,
pero aún no satisfacen las necesidades, para lo cual se requiere de más integración entre el mismo sector,
conjuntamente con los decisivos aportes de la rama agropecuaria”.
Aunque hay avances
productivos en comparación con 2013 se impone, como dijo Torres Iribar, buscar
más comida para el pueblo, al aprovechar las potencialidades existentes, con el
compromiso de que la calidad prime en todas sus elaboraciones.
Exhortó a incrementar
las diversificaciones de renglones para la alimentación y a cumplir
estrictamente con las metas propuestas,
“porque el plan es sagrado”.

La Empresa Productora
de Alimentos no garantiza el helado destinado a la venta en divisa, ni las galletas
de sal planificadas y sin estabilizar la calidad del pan; Turquino no alcanza
la producción mercantil. El Cárnico tiene, entre los principales retos, la calidad de la mortadella novel y picadillo de
soya de la canasta básica y el consumo social.

En este debate de la marcha en estos importantes sectores hay conocimiento donde se yerra, entonces,
adelante la rectificación.
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