Columnas

Wednesday, April 23, 2014

Facebook desaparece a Raúl Antonio Capote




El intelectual cubano Enrique Ubieta ha publicado en su blog una denuncia del nuevo manejo que esa gran maquinaria de las redes sociales ha hecho con una de las cuentas administradas desde Cuba. El texto, que ya a circular en las redes sociales, comienza afirmando: “Facebook acaba de censurar la página de Raúl Antonio Capote. Este es un primer aviso, porque la corporación, que presume de ser un facilitador de la libertad de expresión y de información, tendrá que dar una respuesta al censurado”. Lo desaparece del mapa “faceboocero”, literalmente hablando.
Prefiero que lean todo el post y al final emitir mi visión del caso:
Ya conocíamos los documentos probatorios de la colaboración de esta y otras grandes empresas con el Gobierno y los organismos de inteligencia estadounidenses; por esa razón, el ex agente Snowden, quien los reveló, es hoy un perseguido político. El propio Capote, un profesor y escritor revolucionario al que la CIA creía haber reclutado, ha expuesto los planes de esa organización para influir en el sector cultural y derrocar al Gobierno de Cuba. Su libro Enemigo, se convirtió en un best seller entre los lectores de su país, y sus conferencias en universidades y centros docentes atraen a miles de jóvenes.
En su página de Facebook no había pornografía o incitaciones a la violencia, ni se empleaba un lenguaje soez. Pero Capote molesta: no solo posee las vivencias (las pruebas) insustituibles de la fallida obsesión imperialista por aplastar a la Revolución cubana, sino la capacidad pedagógica y el arsenal teórico para su exposición razonada. A los ilusos que creen en los presupuestos "democratizadores" de Internet, Facebook les recuerda que la libertad termina donde empiezan sus intereses imperiales.
Le zumba el mango. No hay manera que la maquinaria controlada por la CIA y las demás agencias de espionaje de Estados Unidos pongan una en materia de sentido común. Caramba, en medio de tantas revelaciones que los ponen contra la pared y muy mal parados ante la opinión pública internacional con “los destapes” de la “AP” y luego en “The New York Times” deberían andar midiendo cada paso que dan. ¿Ó será que esto forma parte del Gran Plan? No lo dudaría.
Demasiadas coincidencias para que esto sea un hecho aislado pues en las últimas horas he leído varias alertas de “problemas” de diverso tipo en esa red social. De momento me sumo a la denuncia de esta arbitrariedad que, sin importar las “posibles causas” que Facebook divulgue (si lo hace), no hace más que confirmar que no andamos por mal camino. Nuestra VERDAD duele con mala conexión, ¿qué pasaría en ese otro escenario que insisten en negarnos?

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