Hoy es un día triste. Despedimos al padre de la familia, al
hombre que supo darnos con su obrar lecciones de honestidad, respeto y nobleza.
¿Quién delante de él se atrevía a decir una palabra obscena o una grosería a
destono? José Antonio fue estricto en sus enseñanzas de los valores
insustituibles de la vida.
Siempre amable, cordial y sacrificado. Mantuvo abierta las puertas del hogar, en
tiempos nada fáciles, para todos aquellos que lo necesitaban y jamás un rostro de fastidio o un gesto de
disgusto, a él se acudía con la confianza de ser bien recibido por el único
derecho de ser de la familia.
Lo recordaremos en
su afán investigativo de un árbol genealógico nacido en España, de la historia
de dos hermanos llegados a Cuba y de ellos el famoso pai Martínez, considerado
por él la génesis. Como le gustaba encontrar parentescos y repetir las
anécdotas de la guerra con los nombres y apellidos de los protagonistas, para
darle mayor credibilidad a su narración.
José Antonio, Joseito, Toño o Toto por siempre en nuestras memorias. Cada vez que
en la terraza de su casa se reúnan sus hijos, nietos, bisnietos, hermanas, sobrinos, cuñados y
amigos estará su inconfundible huella esparciendo el amor, la paz, la alegría y
la unidad entre todos, de las cuales fue
un firme defensor.
Esta foto fue en mi cumpleaños 60, el 28 de octubre de 2013, de mis hermanos solo falta Rodrigo, quien está en Argentina en el programa ·"Yo si puedo" |
se queda
La familia no perderá a su tronco principal. Ahí estará siempre
nuestro querido Pepe, con su palabra certera y aleccionadora, guiándonos por los caminos más claros, ayudándonos a vivir
mejor.
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