Columnas

Thursday, January 23, 2014

Fuerza en la unión CELAC La Habana





Hilda Pupo Salazar







La celebración en la Habana de la   II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), durante los  días 28 y 29 de enero es, por su dimensión política, uno de los sucesos más transcendentales ocurrido en este mundo, signado por el poder unipolar  y devorador del Imperio frente a la unidad de los pueblos,  como un gesto de supervivencia y defensa de sus soberanías.
Como la CELAC conforma su presidencia con el sistema de triunvirato o troika,  a partir de la representación de tres mandatarios de los países miembros, el Estado que ostenta la presidencia pro tempore, el anterior (Chile) y el sucesor (Costa Rica), Cuba será sede por conducirla en el 2013.
Esta reunión  de  las 33 naciones del continente y caribeñas, miembros de la CELAC, sin la participación de Estados Unidos y Canadá, materializa el sueño inconcluso de Simón Bolívar de ver unidos a los países de Latinoamérica,  como contén al “vecino poderoso” y una forma de evitar la colonización del Norte.
También,  dicho encuentro sintoniza con el ideario martiano de sumar intereses comunes ante el empuje de los foráneos,  con esa magistral síntesis de su vocación integracionista  de  significar  las diferencias entre Nuestra América y  la América que no es nuestra.
Esta vez, la agenda temática  prioriza la toma de decisiones en el combate  contra el hambre y la pobreza, por ser tal asunto de alta prioridad en un contexto, cuyas estadísticas arrojan a más de 50 millones de latinoamericanos y caribeños padeciéndolas y la triste realidad del incremento con   66 millones de personas sufriéndolas  en  el 2012  y  68 millones en 2013.
Por su repercusión es la estabilidad mundial y la continuación de la vida en el Planeta, se incluye en los debates el desarme nuclear. Afín con ese propósito, Cuba propondrá a América Latina como zona de paz.
Desde la creación de este comunidad, en diciembre del 2011, liderada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez,   prioriza los análisis sobre la defensa de la democracia y el orden institucional,  con la propuesta concreta de la “cláusula anti golpe”,  para evitar situaciones como las de Honduras en 2009;  el rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos;  las exigencias argentinas respecto a las Islas Malvinas, los derechos de los inmigrantes, la solidaridad con Haití y el desarrollo sostenible.
Como dijo Chávez, su principal fundador,  “la CELAC es el proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante de nuestra historia contemporánea” y mencionó entre sus grandezas la de perfilar una verdadera unión a pesar de sus disimilitudes  y el importante rumbo de analizar y solucionar las problemáticas de la región.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, máximo líder de la Revolución Cubana y un constante luchador por la unión latinoamericana, la calificó como una organización orientada sobre la base del respeto, la concertación,  que excluye a quienes tienen cultura e historia diferentes.
Pero, próximo a este  encuentro, brotan los hilos perturbadores del imperialismo yanqui.   Nicolás Maduro Moros,  presidente de Venezuela, denunció: “desde Estados Unidos  se están moviendo intrigas para crear un clima hostil entre los países participantes en la próxima cumbre de la CELAC”, y destacó: “Aunque llueva,  truene o relampaguee será una cumbre de unión, amor y paz en América Latina y el Caribe; en nombre de Chávez, Bolívar y Martí”.
Con la consolidación alcanzada por la CELAC  ya la OEA no es la organización prominente del Continente y los anhelos bolivarianos y de Martí dejaron de ser una utopía.
 Cuba abre sus brazos para darle la bienvenida a Latinoamérica en las instalaciones de Pabexpo, lugar de la cita, con el pedido del Apóstol  de ponernos en fila, para que no pase el Gigante de las Siete Leguas y el mandato de Bolívar "Unámonos y seremos invencibles”.

 
 



No comments:

Post a Comment