Columnas

Sunday, September 07, 2008

El ojo del Huracan Ike en Punta Lucrecia, Holguín, Cuba

Por Rodobaldo Martínez Pérez / ¡ahora!
rodo@ahora.cu
La preocupación de Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, por el pueblo holguinero, ante el movimiento del poderoso huracán Ike, que la pared del ojo tocó tierra holguinera anoche, se ratificó en conversación telefónica realizada ayer, al transitar la provincia a la Fase de Alarma Ciclónica, según informó el presidente del Consejo de Defensa del territorio, Miguel Díaz- Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y primer secretario del Partido aquí.
Desde el mismo primer momento de conocerse la Fase Informativa, José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros, Ramón Espinosa Martín, jefe del Ejército Oriental, ambos miembros del Buró Político, se personaron en el órgano de dirección del Consejo de Defensa Provincial, desde donde, con exquisita profesionalidad y precisión, se dirigieron hasta el último minuto los preparativos con vistas al paso de este destructor huracán, cuya pared del Ojo tocó Punta Lucrecia a las 9 de la noche, primero que con esta categoría azota a la provincia de Holguín.
Acompañan a Machado Ventura los miembros del Secretariado Abelardo Álvarez Gil, jefe del Departamento de Política de Cuadros, y Roberto Morales Ojeda, quien atiende la actividad de Salud Pública en el Comité Central, Jorge Luís Dorta Toledo, vicejefe del Departamento de Turismo, Transporte y Comunicaciones, y Julio Vázquez Roque, viceministro del Ministerio de Economía y Planificación.
Raúl Castro Ruz, segundo secretario del Comité Central, al conversar con Díaz-Canel, insistió en aplicar todas las medidas posibles para evitar lamentar la pérdida de vidas humanas, así como proteger al máximo los recursos disponibles, y confió en que con la unidad del pueblo se conseguirá la victoria.
De acuerdo con los pronósticos del Centro Provincial de Meteorología, el destructor huracán entró a Cuba por las proximidades de Punta Lucrecia, en Banes, donde los vientos sobrepasaron los 190 kilómetros por horas, pero no hizo más daños en el territorio holguinero por las oportunas medidas aplicadas en cada momento, la pericia de nuestra Defensa Civil, de los integrantes de los Consejo de Defensa, en todos los niveles, de los combatientes de las FAR y el MININT, de los directivos administrativos y de la disciplina y cooperación del abnegado pueblo holguinero, con casi nula experiencia en enfrentar huracanes, pero que desde hace años ha desafiado largas sequías y como contradicción de la naturaleza también intensas lluvias.
Las fases por las que transitó Ike fueron breve y se pudo lograr tanto en tan corto tiempo solo por el entrenamiento adquirido por los integrantes de los Consejos de Defensa en los diversos ejercicios y ante eventos anterior que, aunque no fustigaron directamente, dejaron las experiencias, así como las oportunas orientaciones del compañero Machado y el resto de la comitiva, que trasmitieron las enseñazas dejadas por Gustav a su destructor paso por la Isla de la Juventud y Pinar del Río.
Díaz-Canel, en su condición de presidente del Consejo de Defensa, con mucha minuciosidad fiscalizó cada detalle de lo previsto para las diversas fases, siempre con énfasis en el valor de los excesos para estos casos y pasó revista a la situación especifica de cada municipio a través de la teleconferencia, que garantizaron con efectividad el grupo técnico, que encabezó el versátil Veguita.
Con precisión y amplio dominio de la compleja situación, los presidentes municipales de los Consejos de Defensa, que en la cotidianidad son los primeros secretarios del Partido, explicaron las diversas medidas aplicadas en sus respectivos lugares para garantizar el enfrentamiento a este huracán, al igual que los jefes de grupos del Consejo Provincial y los directivos invitados.
Si como afirmó el compañero Fidel el paso de Gustav por el Occidente del país fue como un golpe nuclear, la preparación en Holguín para enfrentar a Ike mostró a experimentados estrategas, quienes con consolidada sabiduría lograron una excelente preparación para enfrentar una feroz embestida.
Las previsiones fueron hasta las suposiciones que tal vez nadie imagina. Movilizar hacia sitios seguros a todas las personas necesitadas, la cifra fue récord para el territorio: 230 mil, muestra de que se fue insistente y a la vez la mejor evidencias que entendieron la importancia de la medida.
La mayoría de los movilizados fueron hacia casas de familiares o amigos, ejemplo de una elevada solidaridad y de los valores de nuestro pueblo.
De las siete reuniones que solo pudo dar el Consejo de Defensa para este evento, en todas se enfatizó en la correcta atención a los movilizados, la calidad de los albergues, servicio médico, alimentación: desayuno, almuerzo, comida y dos meriendas diariamente. ¿El costo? Ya luego se sabrá, pero eso jamás le ha interesado a la Revolución, cuando se trata de proteger a su pueblo.
Todos los dispositivos se activaron par resguardar a los más de 3 mil turistas extranjeros, quienes en su mayoría permanecieron en instalaciones del Polo holguinero y la por primera vez vivieron los impactos de un huracán, otros decidieron marcharse en dos aviones que llegaron con destino a Canadá.
Un esfuerzo súper extraordinario hicieron para salvaguardar más de 11 mil toneladas de alimentos que permanecen en almacenes y puertos. Unos 500 hombres, según dijo a ¡ahora! Walfrido Bauta, jefe de este Grupo, participaron en la operación, así como efectivos de las FAR, Brigadas de Producción y Defensa y gente de pueblo, que determinaron ayudar, como también lo hicieron en limpiezas de tragantes, alcantarillas, podas de árboles y otras tareas.
Más de 55 mil animales de la Agricultura y el MINAZ fueron evacuados a lugares protegidos.
Unos 167 centros de elaboración garantizan los alimentos, de las 151 panaderías de la provincia, 65 con módulo chino, y sus grupos electrógeno no detienen su producción. Las cinco plantas que producen galletas garantizan 8 toneladas diarias.
Con maestría se realizó el regreso de los estudiantes a sus casas.
Trataron de proteger las casas de cultivos y las máquinas de riego pero, ante la inminencia del peligro, combatientes del MININT, con el empleo de reclusos, en tiempo récord, actuaron para desinstalar las que estaban del Valle de Mayabe, próximo la ciudd de Holguín, a más de 700 kilómetros de Ciudad de La Habana.
Ahora, como dijo Díaz- Canel, los “holguineros seremos huracanes en la recuperación de los cuantiosos daños de Ike”.

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