#Holguín Gran Premio a vinicultores holguineros |
Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
La diva del vino cubano Raquel López Durañona y Reynier Torres Cruz logran el gran premio
en el Festival XX de los vinicultores artesanales del Club Bayado, en el marco
de la celebración XXXVI Semana de la Cultura Holguinera.
Raquel con un sabroso semidulce de la fruta conocida
por atidesma, de origen tailandés, con propiedades medicinales, impresiona al jurado, al igual que el blanco,
de caña de Reynier.
Rosell Martínez Pérez logra el ansiado premio de la popularidad con un
vermú o vermut dulce
de uva, marañón, cereza como base
original, además, con 25 mezclas de plantas aromáticas, amargas, tónicas y
afrodisiacas. Un valor adicional es que lo logran artesanalmente en Holguín, bebidas típicamente europeos, con un aroma
característico que le da una distinción particular para un cóctel o
aperitivo.
Según
la historia esta bebida la concibe Hipócrates, célebre médico de la antigüedad,
nacido el 460 a. C. Puso a macerar, en vino, flores de
ajenjo, con hojas de díctamo y obtiene el "vino hipocrático" o, sencillamente,
"vino de hierbas", como lo conocen en la Edad Media.
Rosell alcanza dos primeros lugares en las categorías de:
tinto y seco, ambos de uva, en la de rosado, de uva, Javier Marrero Martínez, espumoso, de caña, Mauricio Almeida, semiseco, de piña
y plátano, Luis Bermúdez Rodríguez y
dulce, de ciruela china, de Rosario
Freeman Súarez.
A 81
ascienden las muestras presentadas, superior a los anteriores eventos, por los
23 vinicultores holguineros, presentes en este Festival.
El jurado
lo integra: Luis Bermúdez, jefe de cata, Rosell, Alexander Cleger Ramos, de Santiago de
Cuba y Mauricio Almeida Cerma.
Los ganadores representaran al Club de vinicultores artesanales Bayado, en el XXVII Festival Nacional, con sede, por
tercera vez, en la provincia de Holguín,
desde el 22 al 25 de febrero.
Al Festival Nacional participarán unos 120 vinicultores artesanales, catadores y
especialistas en representación de 14 provincias,
con excepción de Artemisa, Mayabeque y el municipio especial Isla de la
Juventud.
Cada delegación traerá, para
la competencia, 8 de sus mejores muestras: blanco,
rosado, tinto, espumoso, seco, semiseco, semidulce y dulce, como es característicos
en estos eventos. Un competente y profesional jurado concederá premios a los tres mejores licores, por categorías,
según su olor, sabor y color.
Rosell Martínez Pérez, presidente del Club Bayado y
coordinador nacional para las provincias orientales, destaca la importancia de
poder en Holguín intercambiar
ideas sobre la cultura y la historia de esta bebida milenaria, traída por los
colonizadores españoles, de la diferente
geografía de la isla.
El primer festival Nacional inicia en La Habana, en 1991 y, desde entonces, busca la excelencia de una de las bebidas más agradables para acompañar regalos, alimentos, fiestas o brindis familiares, pero ya desde la década del ’80 rescata la tradición de hacer vinos artesanales y, con ella, el gusto por su consumo.
El primer festival Nacional inicia en La Habana, en 1991 y, desde entonces, busca la excelencia de una de las bebidas más agradables para acompañar regalos, alimentos, fiestas o brindis familiares, pero ya desde la década del ’80 rescata la tradición de hacer vinos artesanales y, con ella, el gusto por su consumo.
Club Bayado solo gana el primer lugar en el 2008,
en Pinar de Rio y el segundo en el XVIII
evento de Camagüey.
Por su constante labor los vinicultores
artesanales de Holguín están entre los tres
más destacados en el país, desde la última década del Siglo XX hasta la
actualidad, como reconoce, Don Noel Morales Rojas, presidente de la Coordinadora
Nacional de Vinicultores.
Noel Rojas estimula el avance
de la fabricación de esta bebida. Significa la importancia de que en casi todos
los territorios del país crece la
tradición para la mayoría de sus habitantes, de una bebida que llegó a Cuba
hace más de 520 años.
Aboga por incrementar nuevos ánimos y saberes, para desarrollar, cada vez más, la vinicultura cubana, una práctica desde la familia, el barrio y de cada localidad, con un sello propio de nuestras frutas tropicales, para enriquecer la cultura vinícola artesanal, y fortalecer los grupos de catadores con experiencias, dotes naturales, habilidades y técnicas en aras de llegar a la excelencia en cada fábrica artesanal.
Aboga por incrementar nuevos ánimos y saberes, para desarrollar, cada vez más, la vinicultura cubana, una práctica desde la familia, el barrio y de cada localidad, con un sello propio de nuestras frutas tropicales, para enriquecer la cultura vinícola artesanal, y fortalecer los grupos de catadores con experiencias, dotes naturales, habilidades y técnicas en aras de llegar a la excelencia en cada fábrica artesanal.
Más de cuatro millones
de botellas de vino comercializan
anualmente en el país por los miembros de la Asociación Nacional de
Vinicultores, afirma Noel..
El licor criollo en los
últimos tiempos escala espacio en certámenes importantes al estilo de la Feria
Internacional del Vino, de La Habana y gana preferencia entre los cubanos,
especialmente en holguineros, como una bebida asequible económicamente, con
calidad y versatilidad.
En Cuba unos 417 vinicultores artesanales integran los clubes, la mayoría en las provincias de
Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín,
territorios donde la comercialización crece considerablemente en los últimos
tiempos, con iniciativas populares como expendios en bodegas personales, establecimientos estatales y presentación, en
el caso de esta provincia, en las Noches Holguineras y en el principal centro
comercial La Marqueta.
Algunos de los clubes en el país que estarán en el Festival de Holguín son: Giraldilla y San Miguel de la capital del país; Pinar del Río, (Viniprinci); Cienfuegos, ( Jagua y Guanaroca), Puerto Padre, Las Tunas, (Don Lorenzo); Santiago de Cuba, (Baconao y Siboney); Granma, (El Bayamés); Sancti Espíritu, ( el Trópico); La Trocha, en Ciego de Ávila (es que más festivales gana); Villa Clara (el Cubanicay) y Holguín, (Bayado).
Para lograr la tradición bebida:
mezclan azúcar, jugos de frutas y levadura para obtener a partir de la
fermentación. Emplean, fundamentalmente,
frutabomba,
naranja, guayaba, piña, mango,
carambola o pera china, uvilla,
marañón, tamarindo, cereza, ciruela, caña, fruta de maya, canistel,
níspero, mora, jengibre y flores como las de majagua,
marpacífico, rosa o romerillo.
Manuel Marrero Cruz,ministro del Turismo en Cuba, elogió, en
noviembre del 2014, la presentación y la calidad de los vinos artesanales del Club Bayado, al recorrer una de las versiones de las Noches Holguineras,
catalogadas por muchos como todo un espectáculo cultural.
Por
esos los vinicultores cubanos apostaran, en el Festival de Holguín, por una
mejor bebida, para el momento oportuno,
consciente de que como dijo el Papa Francisco: “El mejor vino está por
venir”
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