#JoséMartí |
La colega Hilda Pupo Salazar, hilda@ahora.cip.cu estudiosa de la obra del Más Universal de los Cubanos profundiza en la visión del Maestro sobre los Estados Unidos y la actualidad de sus alertas como: “una lección inequívoca de que Estados Unidos va por un lado y el mundo por otro”.
Un 3 de Enero de 1880 llega José Martí a Nueva York,
Estados Unidos. Pronto descubre los grises de aquel país, que lo había
deslumbrado en un inicio y nos lega su
ideario antiimperialista.
Una de esas manchas fue el carácter invasor de tal
territorio, por lo cual alerta a Cuba y la América y otra lo erróneo de ponerse
de espalda al resto de las naciones, con
su proceder equivocado, como “una lección inequívoca de que Estados Unidos va por un lado y el mundo por
otro”.
En tal frase caben
varios actos actuales, frutos de la presente política del Imperio, bajo
la administración de Donald Trump, la
cual aísla, cada vez, más a ese territorio por algunas de sus determinaciones
totalmente inexplicables.
Una de esas acciones ocurre el pasado Octubre,
cuando en la ONU votan contra el bloqueo
yanqui contra Cuba. En la sala principal del organismo internacional, con 191
países a favor de archipiélago frente a las negativas del Norte e Israel, acentua la soledad del gobierno
norteamericano.
También, el sentimiento martiano resulta congruente
con la insólita decisión de EE. UU de
retirarse del Acuerdo de Paris, un protocolo de los estados, para
rechazar el cambio climático a través de un comportamiento racional.
Entre los principales responsables del cambio climático, llamado por Trump
“invento chino” está Estados Unidos por sus emanaciones a la atmósfera, por
tanto, su postura resulta peligrosa.
La primera potencia mundial contribuye próxima al 15 por ciento de las emisiones de
carbono mundiales, además es una fuente
significativa de financiamiento y de tecnología en países subdesarrollados que
llevan adelante esfuerzos para luchar contra la subida de las temperaturas.
La salida del compromiso entorpece que el resto del mundo alcance las metas en
el marco del pacto: mantener el alza de la temperatura global por debajo de
los 2ºC.
Los países
firmantes del acuerdo se comprometen a reducir sus emisiones de carbono,
además de limitar la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por la
actividad humana a niveles que puedan absorber naturalmente los árboles, el
suelo y los océanos, comenzando, en algún punto, entre los años 2050 y 2100.
Acordaron revisar, cada cinco años,
la contribución de cada país a recortar las emisiones de carbono y permitir a
los países ricos ayudar a las naciones más pobres con "financiación
climática" para adaptarse al cambio climático y cambiar a las energías
renovables
Otro de esos
actos inexplicable es la determinación de Estados Unidos de retirarse de la
UNESCO, caso insólito, que acentúa un proceder ignorante del presidente, quien,
con su política de: “Los norteamericanos primero” es como si dijera: los demás
no me importan
La Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco), nace el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de
contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo, mediante la educación, la
ciencia, la cultura y las comunicaciones.
Estados Unidos figura entre los fundadores. Y qué decir de la decisión
de trasladar a Jerusalén la embajada
en Israel.
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