Rodobaldo
Martínez Pérez
rodo@ahora.cu
Aún sin iniciar
la VIII Cumbre de las Américas, en Lima, Perú, prevista para comenzar este
viernes y finalizar el sábado, con solo los fórums colaterales ya suena por doquier, como una cita irrespetuosa, faltas de organización y democracia plena.
La presencia de
mercenarios cubanos, haciéndose pasar por sociedad civil de la Isla constituye
uno de los detonantes, cuando allí está la verdadera representatividad del Cuba.
Ante las
protestas justificadas de nuestra delegación por tamaña farsa provocativa, la
respuesta de la presidencia no pudo ser
más inverosímil: “estamos tomando nota”.
A las enérgicas
palabras de los cubanos dignos se unieron los bolivarianos, bolivianos y otros
pueblos y los contrarrevolucionarios mandados por los yanquis perdieron sus
espacios para formar los shows.
¿Podrá hablarse de
democracia, cuando no fue invitado el mandatario legítimo de un pueblo del
Continente? Nicolás Maduro Moros, de Venezuela.
Quedó demostrada
la fuerza moral de los latinoamericanos y del Caribe ante el hegemonismo
imperial. La marcha antimperialista fue un golpe a la mejilla del gobierno
norteamericano.
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