#Holguínahora #ReformaConstitucional |
Rodobaldo Martínez Pérez
rodo@enet.cu
La pregunta es: “¿por qué José Martí quería que la
ley primera de nuestra república fuera el culto de los cubanos a la dignidad
plena del hombre?” Porque para el Apóstol nada había más importante que el ser humano, como centro de la sociedad
y, en la actualidad, piedra angular de nuestro modelo.
El 26 de noviembre, del ya lejano 1891, en el Liceo
de Tampa, en el discurso conocido: “Con
todos y para el bien de todos”, el Más Universal de todos los Cubanos defiende
la dignidad plena del hombre que, desde
el mismo Año del Centenario de su
natalicio, Fidel Castro en su alegato La
Historia me Absolverá y en toda su
fructífera existencia hizo suyo tan digno
precepto.
La
definición de dignidad expresa: Es una
cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad,
seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo
humillen, ni degraden.
Toda la vidadel Maestro estuvo centrada en lograr el bienestar de las mayorías, porque con
los pobres de la tierra quiso siempre su suerte echar. Plena sintonía existe en
el actual Proyecto de Constitución, con los anhelos del Maestro, que el
constituyente pueblo cubano discute, en un ambiente de total democracia.
La Constitución es la ley fundamental sobre la cual se asienta un Estado.
Establece los fundamentos de la nación, estructura de los poderes y sus
alcances, a la vez que, garantiza derechos y deberes de los ciudadanos.
Es el documento jurídico-político más importante de cualquier país, la ley
que traza las líneas legislativas para el resto de las normas que involucran a
todos los sectores de la sociedad
El humanismo caracteriza nuestra Carta Magna y,
aunque requiere cambios, para atemperarla al presente, en esencia tiene ese
principio muy acorde con la sociedad que construimos.
En cada una de sus partes está el sentido de preocupación, ocupación y
defensa de los intereses y aspiraciones del pueblo, por lo cual una
peculiaridad es el reforzamiento al acceso y derecho al trabajo; así como a la
salud y la educación que se mantienen gratuitos y realzan su alcance como
conquistas.
Los
derechos, deberes y obligaciones abundan en la Ley de Leyes, que en nuestro
caso es el real sentir mayoritario y
dista mucho con otras pertenecientes a distinto Sistemas. La sensibilidad nos
distingue, en cualquier circunstancia para
que sea el culto de los cubanos.
No es lo
mismo cambiar un término, una frase o proponer eliminar un artículo por considerarlo
no acorde a las enseñanzas durante décadas que no defender la esencia de “esa
voz del pueblo” existente en Cuba hace
60 años,
Nuestra
Constitución necesita actualización, para ponerla equivalente a los cambios en
el Modelo Cubano, pero nunca renunciar a la naturaleza de una Sociedad diseñada
pensando en los humildes y para los humildes.
Sobresale como valores
supremos del ordenamiento jurídico: el disfrute de la libertad política, equidad,
justica e igualdad social,
solidaridad, humanismo, bienestar y prosperidad individual y colectiva, fruto de
la historia, la identidad y la cultura de la nación cubana, desde el inicio de
su Revolución el 10 de octubre de 1968, por el padre de la patria, Carlos
Manuel de Céspedes.
Otro de los planteamientos sometido a examen es considerar al trabajo como
un valor primordial en nuestra sociedad, constituye un deber, un derecho y un
honor.
Entonces ¿por qué es necesario
realizar un referendo para aprobar la nueva Constitución? Está entre las
preguntas que merecen reiteración: Porque es una reforma total y no
parcial y requiere de un método de participación ciudadana mediante el cual el
pueblo puede aprobar o rechazar una ley u otra disposición jurídica a través
del sufragio.
Cuando se realice el referendo, cada ciudadano cubano tendrá la oportunidad
de votar por la aprobación de la nueva Constitución con una simple cruz en la
casilla con el SI o el NO.
Con eso queremos subrayar, para
evitar confusiones, que una negativa es no estar de acuerdo con el documento
completo, no algún contenido, de ahí la importancia en un consenso que mostrará la
conciencia de nuestro pueblo.
Solo en un país socialista, en
el cual el bienestar, la ocupación y preocupación del gobierno se centra en el
ser humano, cabe el pensamiento martiano que en la Constitución Cubana debía
ser el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.
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